martes, 25 de diciembre de 2012

Capítulo 59.

[NARRA APRIL]

Harry me había venido a buscar a las seis de la tarde para ir al pub que Louis y Niall había alquilado para la celebración de su cumpleaños.
- FELIZ CUMPLE BOO BEAR.- Le dije en cuanto le vi.
- Muchísimas gracias pequeña Styles.- Se acercó a mi para abrazarme.
Harry se acercó a su gran amigo y le susurró un par de cosas que no logré entender. Pero ambos sonrieron.
- ¿Qué queréis beber?- Preguntó una de las camareras.
- Dos coca-colas.- Pidió mi novio.
- ¿Y eso? Que raro que no quieras cerveza.- Reí yo.
- Esta noche voy a cenar a tu casa.- Sonrió él.
- Ya lo entiendo.- Seguí riéndome.

[NARRA PAM]


Todo iba perfectamente bien en la fiesta. La gente se divertía, cantaba, bebía , hablaba y bailaba.  Y lo más importante, Niall y Louis se lo estaban pasando en grande.
- ¿Dónde está la novia más guapa del mundo?
- Qué tontos eres.- Le besé.
Niall me cogió de la mano y me llevó a un sitio más apartado. Seguíamos dentro del local pero nadie se encontraba donde estábamos. Era un reservado.
- ¿Qué tal la estás pasando?- Pregunté.
- Muy bien, ¿y tú?
- También.- Sonreí justo antes de ser interrumpida por un beso.
- Niall...
- ¿Qué?- Preguntó sin parar de besarme.
Cada beso era más apasionado, más ardiente que el anterior. Me estaba costando mantenerme distante  y con la cabeza fría.
- Deberíamos parar...- Me costaba hablar.
Sus labios estaban por todo mi cuello. Sus manos estaban por debajo de mi ropa.
- No quiero parar.- Dijo él sin abrir los ojos.
- PARA!- Le ordené.
- ¿Por qué?- Se apartó de pronto.- ¿Qué te pasa?
- No me pasa nada, pero es tu fiesta y quiero que estés con todos.
- Yo quiero estar contigo.
- Pero ya habrá mucho más tiempo para esto.- Respondí llevándolo de vuelta a la sala donde se encontraban los demás.

Busqué a April con la mirada. Ella estaba con Harry, agarrada a su cuello, bailando dulcemente. Él cada pocos minutos le daba besos sobre la frente y ambos sonreían enamorados.
- April, ¿podemos hablar, por favor?- Sentía interrumpir ese momento, pero necesitaba a mi amiga.
- Sí, claro.- Le dio un beso a Harry y me acompañó.- Dime, ¿qué pasa?
- Es por Niall...
- Ya me he fijado que habéis desaparecido durante un gran tiempo.- Comenzó a sonreír.- No me digas... que...
- No.- La interrumpí.- He ahí el problema.
- No entiendo.
- No soy capaz. No soy capaz de hacerlo con él.- Miré hacia otro lado.
- ¿Por?- Se quedó callada y pensativa.- Espera, eso quiere decir que...¿aún no lo hicisteis?
- Pues no. No entiendo que prisa hay, joder.
- Hey, tranquila porque no te dije que estuviera mal. Me sorprende pero nada más.- Se puso un poco a la defensiva.
- ¿Por qué te sorprende? ¿ Qué crees que me tiro a cualquiera así como así?- Me enfadé
-¿ Pero que te pasa Pam?- Dijo alucinada por mi reacción.- ¿Y desde cuándo Niall es uno cualquiera?
- Tienes razón, lo siento.- Me disculpé al darme cuenta de mi forma maleducada de hablarle.- Es que me molesta no verme capaz.
- ¿Te digo lo que pienso? - Siempre que preguntaba eso significaba que me diría algo que, seguramente no me gustaría.
- Sí, dímelo.-  Aún así necesitaba saber su opinión.
- Tienes miedo.
- ¿Qué? No...
- Pam, tienes miedo. Con el único chico que llegaste a eso fue con Ian y creo que sabes que si pasa lo mismo con Niall, te enamorarás más de él.
- Ya estoy enamorada de él.- Salté a la defensiva.
- Te enamorarás mucho, mucho más de él.- Añadió ella, tranquila.- No te asustes, todo saldrá bien.
- ¿Qué hago?
- Explícaselo. Si algo sabemos de Niall es lo comprensivo y lo locamente enamorado que está de ti.- Sonrió.- Dame un abrazo, tonta.
- Gracias, A.

[NARRA HARRY]

- ¿Vamos a casa?- Le pregunté a April.
- Sí.- Me cogió de la mano.
- Una última foto. Una última foto, chicos.- Pidió un paparazzi a Liam, Louis y a mi.
- Claro.- Sonrió Louis colocándose con nosotros detrás de su tarta de cumpleaños.






- ¿Y Niall? ¿Donde está Niall? ¿Alguno puede decírmelo?- El paparazzi siguió preguntando pero el guardia de seguridad se encargó de explicarle que era una fiesta privada y que ya tenía su foto. Y finalmente
 lo echó.


- ¿Podemos pasar por mi casa, un momento?-Le pregunté a April de camino a la suya.- Quiero cambiarme de ropa para ponerme un poco más cómodo, recoger una cosa y saludar a Lizzy por navidad.
- Claro.- Me sonrió ella.
- Dame un minutos, vuelvo ahora.- Dije saliendo del coche y yendo a buscar todo lo que necesitaba. Saludé a unos cuantos vecinos y volví al coche antes de lo que esperaba.
- ¡Qué rapidez!

- Lizzy no estaba, me dijo su madre que estaba en una fiesta en Stafford.
- Mejor, justo donde nos dirigimos.- April miró a la parte de atrás del coche, donde yo acababa de dejar una caja.- ¿Qué es eso?
- ¿El qué?- Me hice el tonto.
- Esa caja.
- Emm... es tu regalo de navidad.- Sonreí mirando hacia el frente.
- ¡Vaya!- Exclamó ella sorprendida.
- Sí, eso digo yo. ¡Vaya!- Dije mirando por la ventana.
Ya habíamos llegado a Stafford cuando vi a Lizzy tirada en el suelo con tres chicos a su al rededor. Paré el coche lo más rápido que pude y fui a buscarla.
- ¿Puedes esperarme aquí?- Le pedí a April, aunque mi mirada se dirigía directamente a mi amiga.
- Voy a saludar a George.- Oí su respuesta a lo lejos.

- ¡HARRY!- Lizzy vino corriendo a mis brazos muy sonriente.
- Hola Liz.- La saludé preocupado.- ¿Todo bien?
- Todo perfecto, ¿no me ves?- Estaba sonriente, demasiado sonriente.
- No estoy seguro de ello.
- ¿A qué estoy muy guapa?- Intentó girar para que la viera pero se mareo y tropezó. Me abalancé para cogerla antes de que se cayera.
- Lizzy, ¿estás borracha?- Dije agarrándola por los hombros y sacudiéndola para que reaccionara.
- ¿Borracha , yo?- Reía ella.
- No me estoy riendo Lizzy. Además, ¿qué estás haciendo aquí?, ¿no deberías estar en tu casa?
- ¿Qué eres mi padre?- Se enfadó un poco.- Anda Harold, quiero diversión.- Contestó con una risita tonta.
- Ven.- La tenía por la cintura pero al ver que estaba apoyando todo su peso sobre mi y notar como me costaba andar, la cogí a colo.- ¿A qué hora te recogen tus padres?
- A las doce. Soy como una princesa.
- Sí Lizzy, toda una princesa.- Intenté sonreírle porque sabía que mañana estaría muy arrepentida de todo esto.
- Y tu eres mi príncipe.- Dijo cogiéndome la cara.
- Liz, quieta.- Forcejeé con la mano que me quedó libre para que me soltara la cara.- Liz, para.
- Mírate tan guapo, con tus hoyuelos y esos rizos.- Dijo ella y se me echó encima, besándome.
- BASTA LIZZY!- Grité y ella se echó a llorar.- Lo siento, lo siento.
- ¿Va todo bien, chicos?- Vino Abi.
- Abi, ¿puedes decirle a April que venga, por favor?
- Claro.

[ NARRA APRIL]


- ¿Eres April, verdad?
- Sí, ¿y tú?
- Soy Abi, encantada.- Me dio la mano.- Harry te está buscando, al parecer Lizzy está muy mal.
- Te acompaño.- Me dijo George.
Encontré a Harry y a Lizzy a la vuelta de la esquina. Ésta lloraba desconsoladamente.
- Hey Lizzy, ¿qué te pasa?- George se acercó a ella.
- ¿Harry?- Pregunté al verle con las manos en la cabeza.
- April, no puedo dejarla sola. Está muy mal y tengo que esperar hasta que vengan sus padres.
- No te preocupes, lo entiendo.
- Lo siento muchísimo cariño, de verdad.
- Lo sé. No pasa nada.- Le besé en los labios para que se diera cuenta de que todo estaba bien.- Te sabe la boca a alcohol.- Me quejé yo.- Sí que ha bebido, sí.- Añadí.
- Lizzy me ha besado.- Dijo mi novio mirándome a los ojos.
- ¿Qué?- Pregunté creyendo que había entendido mal.
- Lizzy me ha besado.- Repitió él.
Miré hacia ella para decirle algo cuando realmente me fijé en lo mal que se encontraba.
- Yo.. la he apartado, de verdad.- Comenzó a explicarse Harry.
- Shh.- Le paré.- No te preocupes, sé que no has hecho nada.
- Ya pero...
- Harry, Lizzy está besando a George.- Le di la vuelta para que lo viera.- No creo que sea muy consciente de lo que está haciendo.
- Pídele disculpas a tu familia de mi parte.- Me pidió, besándome.
- Lo haré.

[TRES HORAS MÁS TARDE]

- Abro yo.- Avisé cuando sonó el timbre de casa.
- Espero estar a tiempo.- Harry apareció al otro lado de la puerta.- De hecho, son las doce menos tres minutos por lo tanto...- Se quedó callado, dejó la caja sobre la alfombra de la entrada y sacó del bolsillo un muérdago. - ¿Sabes que va a pasar ahora?
- ¿Qué va a pasar?- Notaba una sonrisa de enamorada en mi cara.
Levantó el brazo. Sostuvo el muérdago y me besó.
- Te amo.
- Y yo a ti.
- Tú debes de ser el novio de mi nieta...- Apareció mi abuela por detrás.
- ¿Monique?- Preguntó Harry un poco enrojecido.
- Así es.- Sonrió- Eres muy guapo.
- Muchas gracias señora.
- ¿Qué te he dicho al teléfono, jovencito?
- Perdón, Monique.- Sonrió mi novio.
- No soy tan mayor como para que me digan señora.- Respondió mi abuela.- Feliz navidad.
- Feliz navidad.- Respondimos los dos a la vez.

Después de brindar todos juntos, Harry se fue.  Subí a mi habitación.
- ¡AHHHH!- Grité del susto.
- ¿Tan feo soy?
- No, tonto. Creí que te habías ido.
- Habla más bajo, no quiero que tus padres me vean.
- ¿Duermes aquí, conmigo?- Le sonreí.
- Si eso te hace feliz, sí.- Dijo sacándose su chaqueta.- Ven aquí.- Me puso sobre una de sus rodillas.
- ¿Cómo has conseguido entrar?
- Tu abuela... creo que le caí bien.- Rió - Toma, ábrelo.- Colocó la caja que había visto en su coche sobre mi.
-¡Wow!- Dije al ver aquel hermoso vestido.- No tenías por qué..
- Sí, sí tenía.- Sonrió él.- Aunque he de decir que el mérito no es sólo mio. Pam me ha ayudado a elegirlo.
- Gracias.- Le besé.
- ¿Te lo pondrás en fin de año?
- Por supuesto.- Sonreí.- Cierra los ojos.
- ¿Por?
- Ciérralos.- Le insistí.- Esté es mi regalo.- Él abrió los ojos.
- Es como un resumen de todo este tiempo juntos, expuesto en un álbum de fotos con anotaciones mías.
- Es el mejor regalo que me han hecho.- Se acercó a mi.- Gracias, April Ross.
- Emm.. que serio te has puesto.- Me eché encima de él para hacerle cosquillas.
- Para, para.- Reía.- Vamos a despertar a tus padres.
- Feliz navidad, mi amor.- Dije aún sobre él.
- Feliz navidad, pequeña.- Se incorporó para volver a besarme.







FELIZ NAVIDAD A TODOS MIS LECTORES. Espero que tengáis todo lo que queréis porque estoy segura de que os lo merecéis. Y que paséis estos días en familia y felices. Gracias por leer mi novela, de verdad. MUCHO, MUCHÍSIMO AMOR PARA TODOS Y CADA UNO DE VOSOTROS.




domingo, 23 de diciembre de 2012

Capítulo 58.

[NARRA PAM]


- ¿Lou, está todo listo?
- Sí, él no sabe nada.- Me sonrió
- Como algunos de vosotros tres le diga algo, os mato. ¿Vale?- Dije amablemente.
- Tranquila Pammy, ya me encargaré yo de que Zayn y Liam se estén calladitos.
- Gracias por tomar el control, cariño.- Le besé.- ¿Y quién irá a buscarla al aeropuerto?
- Iré yo.- Habló Zayn.- A la hora que llega su vuelo no tengo nada que hacer. ¿Pam, me acompañas?
- Yo no puedo, tengo que ayudar a Harry con algo. Pero te agradezco de verdad que vayas a buscarla.
- No hay de que.- Sonrío.
- Repito el plan.- Dije nerviosa.- April llega a España dentro de media hora. Zayn va a recogerla, mientras los demás os preparáis para el concierto. Y tenéis que avisarle a los de seguridad que April tiene que estar en todo momento en primera fila. Y una vez que Harry la vea y se lleve la sorpresa pues que haga lo que quiera. Yo ahí ya no me meto.- Todos comenzaron a reír.


[NARRA APRIL]

Como había acordado con mi madre. Si aprobaba economía me dejaría ir a España. En teoría me quedaría todo el fin de semana en casa de mi abuela, pero ella sabía lo pillada que estaba por Harry. Y todos sabemos como son las abuelas, siempre quieren que sus nietos estén contentos y les dan todos los gusto. Mi abuela no iba a ser menos. Por lo tanto me dejaría pasar los días con Harry y dormir con él en el hotel donde se alojasen.
Para el trayecto en avión decidí comprar todas las revistas en donde saliesen artículos de los chicos. Estos meses había estado "incomunicada" con el tema de la prensa y tenía que ponerme al día. Aluciné al ver que Danielle y Liam había roto pero fue un alivio y una alegría saber que volvieron. Leí artículos sobre Niall y Pam. En todas las fotos se les veía agarrados y muy felices los dos. Por suerte la prensa hablaba bien de mi amiga y eso me sacaba un peso de encima.  Leí que la relación de Zayn y Perrie no iba del todo bien. Que Louis y mi novio se había hecho más tatuajes.Y me sorprendió leer en varias revistas que preguntaban por mi, refiriéndose como: "April Ross, la novia de Harry Styles. Integrante de la banda más famosa del momento". Al  menos ahora tenía un nombre.

Las puertas del aeropuerto se abrieron. Sabía que Harry no estaría esperándome porque no le había comentado nada sobre mi viaje a España. Al fin pude ver a Zayn entre tanta multitud. Y como no, detrás a Paul. Éste llevaba un cartel en sus manos en donde ponía: "BIENVENIDA APRIL, TE ECHÁBAMOS DE MENOS". Zayn corrió hasta mi encuentro y me dio un abrazo fuerte.
- Dios, no puedo creer que ya esté aquí.- Le susurré.
- ¡Y no te imaginas que alegría es para todos!- Sonrió él.
- Hola señorita Ross.- Me extendió la mano.
- Ya sabes, llámame April.- Estreché su mano.- ¿Tú también me has echado de menos?- Leí el cartel que aún sostenía.
- No puedo decir que no.- Rió él.
- Gracias a los dos por venir a recogerme.
- No seas tonta, es un placer. ¿ A que sí, Pauly?- Preguntó Zayn en confianza.
- Por supuesto.
Después de esperar un rato a que Zayn saludara a sus fans y firmara unos autógrafos, nos metimos en el coche y fuimos directos al Madrid Arena, donde todos actuarían en unas pocas horas.
- El hecho de que estés aquí, quiere decir que aprobaste economía, ¿verdad?
- SÍ.- Anuncié feliz.
- Así me gusta.
- ¿Harry no sabe nada de que estoy aquí, no?
- Tranquila, sigue siendo el mismo tonto de siempre.- Comenzó a reír.
- Que malvado.- Reí yo también.
- Se llevará una gran sorpresa.- Dijo él.- Ojala todas fueran como tú.- Susurró.
- Hey, ¿que pasa?- Pregunté sin querer sacar ninguna conclusión precipitada pero estaba casi segura, que tendría algo que ver con Perrie.
- Hace dos semanas, Eleanor y Danielle nos vinieron a visitar. Yo fui con Louis y Liam a buscarlas, esperando que Perrie estuviera junto ellas y bueno... me lleve una desilusión.
- ¿Has hablado con ella de esto?
- No.
- Pues deberías. Seguro que tiene una explicación.
- Ya hemos llegado.- Nos avisó Paul.- Zayn tienes que apurarte, en veinte minutos tenéis que estar todos sobre el escenario.
- Ve.- Sonreí.- Déjanos a todas atónitas con tu bonita voz.


Zayn se fue corriendo a cambiarse. Yo, después de encontrarme con Pam y darnos un abrazo, comenzamos a andar para encontrar nuestros sitios privilegiados, delante de todo.
- Como la primera vez, ¿te acuerdas?-  Dijo emocionada.
- Lo recuerdo perfectamente.- Cogí su mano.
En cuanto Liam, Niall, Louis, Zayn y Harry aparecieron en el escenario se creó un gran alboroto a nuestro al rededor. Pam y yo aún no habíamos llegado a nuestro lugar cuando oí como una fan gritaba:
 "HARRY, TU NOVIA ESTÁ AQUÍ"
Comenzaron el concierto cantando C'mon C'mon  y no pude evitar mirar a Harry, que me buscaba desesperadamente entre el público.
"AQUÍ, AQUÍ"
Nos señalaron algunas de las personas que teníamos a nuestros lados. Fue ahí cuando Harry, al fin me vió y no puedo evitar sonreír.


Paul se encargó de venir en ayuda de Pam y mía. Porque no nos paraban de empujar para llegar más y más adelante. Por fin llegamos junto a los guardias de seguridad. Estaba realmente cómoda ya que tenía espacio suficiente. Louis, Zayn, Niall y Liam miraban cada una de las reacciones de Harry. Miré tímidamente a mi novio y nerviosa,ya que tenía delante a dos enormes guardaespaldas observándome, le saludé con una mano.
Él hizo lo mismo y escuché como muchas Directioners gritaban ante su gesto hacia mi.


Los chicos fueron a hacer un cambio de vestuario. Y aparecieron a los pocos minutos de haberse ido con una romántica puesta en escena de Little Things.



El concierto seguía. La gente revolucionada y Harry completa y absolutamente concentrado en mi. Parecía no poder evitar mirarme cada cierto tiempo. Por supuesto mi mirada era directa a sus ojos. Cada una de las veces que él miraba hacía abajo y sus ojos se encontraban con los míos durante décimas de segundo, mi corazón se aceleraba.





Luego llego la hora de las respuesta de Twitter.
- Está es mi pregunta favorita elegida hoy.- Anunció Louis.- ¿Harry, podrías mostrarnos como de feliz estás porque April éste hoy, aquí?

Mi novio comenzó a sonreír para demostrar lo contento que estaba por tenerme ahí. La siguiente pregunta fue la escogida por Niall.
Demostrarnos lo emocionados que estáis porque vuestras novias estén en el concierto.



Ante aquella graciosa demostración, el estadio se llenó de risas y carcajadas. Por último Liam agradeció a todos los que habían mandado sus preguntas y por estar allí esa noche.
- Y para despedirnos, Kiss You.- Dijo él dejando que la música invadiera el lugar.


Una vez más, las fans gritaron cuando Niall se acercó un poco al público. Le dedicó a Pam su parte de la canción.


El concierto terminó. Los chicos volvieron a agradecer a sus increíbles fans y sobre todo a Pam y a mi por sorprender  a Harry y haberles acompañado.
- OS QUEREMOS- Gritó éste.
- SOIS LAS MEJORES FANS DEL MUNDO.- Habló Niall.
- GRACIAS POR ACOMPAÑARNOS ESTA NOCHE, SOIS INCREÍBLES.- Dijo Louis.
Las luces se apagaron. Los llantos comenzaron y los chicos ya se habían ido al backstage.
- Señoritas, acompáñenme, por favor.- Un guardaespaldas se dirigió a mi y a Pam.
- ¿A dónde nos llevas?- Preguntó mi amiga.
- Junto a los chicos.


- MI AMOR.- Harry vino rápido a mi lado, al verme.- Qué alegría que estés aquí.- Susurró, después de un dulce beso.
- Has estado genial esta noche.- Le dije mientras él me llevaba a una habitación vacía.
- Estás preciosa.- Dijo cerrando la puerta.
- ¡Que va! Ni siquiera me dio tiempo a cambiarme.
- Emm...- Se apartó un poco para observarme mejor.- Estás muy, pero que muy sexy con el uniforme del instituto.
- No lo creo.- Respondí mientras él lentamente iba acortando la distancia entre nosotros.
Cogió mi mano y tiró hacia él.
- Yo no puedo resistirme.- Su voz era muy grave y cada palabra que pronunciaba, lo hacía más despacio que la anterior.
- ¿A qué no puedes resistirte?- Tenía su boca a pocos milímetros de mi boca.
- A ti.- Dijo después de una larga pausa y al instante se lanzó a mis labios.

Con prisa, Harry me sacó el jersey y desabrochó mi camisa. Subí, poco a poco, su camiseta hasta sacársela. El ambiente cada vez estaba más cálido.
- Qué calor hace en esta habitación.- Dije yo, con poco aire.
- No es la habitación, cariño. Eres tú.- Sonrió él, que también había comenzado a sudar.
- ¿Se puede?- Preguntó Louis al otro lado de la puerta.



- Un momento.- Harry se asomó a la puerta.- Abróchate la camisa.-  Dijo nervioso.
- Voy, voy.- Respondí abrochándome lo botones torpemente.
De repente todos entraron en esa habitación.
- ¿Te ha gustado la sorpresa?- Le preguntó Liam
- Ha sido la mejor sorpresa que me habéis podido dar.- Se quedó callado.- Un momento...
- ¿Que pasa Harold?- Habló Louis.
- ¿Todos vosotros sabíais que April iba a venir hoy?
- Así es.- Afirmaron.
- Que pandilla de falsos.- Rió mi novio.
- Y tú que tonto por no darte cuenta.- Dijo Niall a carcajadas.



-Ya.- Sonrió él.- Me ha hecho muchísima ilusión.
- Emmm... April, ¿sabes ponerte una camisa?- Me preguntó Zayn
- Sí, ¿por qué?- Pregunté confundida.
- Mírate.- Contestó él y comenzaron a reír todos.
Harry se puso delante mío para que los demás no me vieran y me abrochó bien los botones.
- Tranquila.- Sonrió él, al ver mis mejillas enrojecidas.- La habéis puesto nerviosa, burros.
- Lo siento.- Se disculpó Zayn.- Era una broma.
- No pasa nada.- Dije riendo.

- ¿Al final tu abuela te deja dormir conmigo?- Me preguntó Harry.
- Ajá.
- Llámala por teléfono y pásamela.
Hice lo que él me mandó.
- ¿Cómo se llama?- Dijo en voz baja.
- Monique.
- ¿Señora Monique? Soy Harry, Harry Styles. El novio de su nieta. Sólo quería agradecerle que la dejará dormir aquí conmigo.- Su labios empezaron a curvarse en forma de sonrisa.- Sí, quédese tranquila, cuidaré bien de ella. Una vez más muchas gracias señora. Está bien, Monique, un abrazo.- Colgó.
- No tenías por qué hacer eso.- Me alegré yo.
- Sí, debía. Además es una mujer encantadora.
- MAÑANA VOLVEMOS A STAFFORD.- Gritó Louis emocionado.- Menuda fiesta vamos a montar.
- ESO ES.- Niall y Louis se chocaron las manos.


[NARRA HARRY]

Estábamos ya de camino a Stafford ya que todos nosotros queríamos pasar las fiestas de navidad con nuestras familias. April y yo este año las pasaríamos juntos. Habíamos quedado en estar la noche vieja en su casa y año nuevo en la mía.

- No puede ser.
- ¿Qué pasó?- Le pregunté a mi novia al verla pálida.
- Te...te...tengo que ac...actuar en la obra de teatro.
- ¿Eh?- No entendía nada.
- Tengo que hacer de Julieta.- Dijo mirando a la nada.
- ¿Y Evelyn?- Le preguntó Zayn.
- Se ha roto una pierna.
- Nunca mejor dicho.- Rió Niall.
- No tiene gracia.- Dijo April totalmente seria.- No puedo hacerlo.
- ¿Cómo que no?- Pregunté
- Pues lo harás.
- Nialler, mi amor, no estás ayudando.- Le dijo Pam.- Tranquila A, estaremos allí para apoyarte.
- ¿Que obra es?- Preguntó curioso Liam.
- Romeo y Julieta.- Contestó April.
- Oh, oh.- Dijo Louis mirándome.
- Seguro que lo haces muy bien.- Ánime a mi novia.
- Sí, además me habías dicho que con George te salió bien.- Dijo Pam.
- ¿George? ¿Quién es George?
- Romeo.- Me contestó Zayn.
- Romeo besa a Julieta...-Dije mirando a April.
- No le voy a besar.
- Tienes que hacerlo.- Volvió a hablar Niall.
- Niall, cierra el pico.- Le regañó Pam.
- Vale,vale. Ya me callo.
- A ver A, ¿a qué hora tienes que estar en el instituto?- Preguntó Louis.
- En diez minutos.
- ¿QUÉ? Paul, vete directamente para allí que no hay tiempo.- Le avisó Liam.

- April, al fin estás aquí. Ve al vestuario, vístete, maquíllate. RÁPIDO.- Le ordenó una de sus profesoras.
- ¡Oh Dios mio! ¿One Direction?
- Hola, chaval.- Saludó Niall.- ¿Cómo es tu nombre?
- George. George Shelley.- En cuanto lo dijo, reconocí que sería Romeo.
- Vaya... el que va a besar a mi novia.
- Yo... eh...- Le noté nervioso.
- Tranquilo, tío. Estoy bromeando.- Sonreí.
No había de qué preocuparse, tan sólo era una obra de teatro.
- Menos mal...- Respondió George.
- Tenías que haber visto tu cara.- Dijo Louis.
- Fue algo así como: ¿Qué?¿Eh?- Le imité y todos nos reímos


- Soy un gran admirador vuestro.
- Gracias.-Dijo Liam.
- ¿Oye como se llama tu profesora?- Le preguntó Pam.
- La profesora Smith.
- Perdone, ¿profesora Smith?- Preguntó Niall, acercándose a ella.
- Sí, ¿quién es usted?
- Verá, ¿podríamos quedarnos aquí detrás para no ser vistos? Es que somos una banda muy famosa y...
- ¡Oh! ¿Eres irlandés?
- Sí.
- Irlanda es un país hermoso y su gente es muy adorable.- Dijo ella encantada.- Podéis quedaros donde queráis. - Se fue sonriente.


- Estoy muy nerviosa.- Me confesó April justo antes de salir a escena.
- Tranquila, pequeña. Lo harás muy bien.- La besé
- He quedado con George en que el beso será en la mejilla, cerca de la boca pero no en ella.
- No importa si te tienes que besar con él...- Dije yo intentando quitarle importancia.- Pero mejor así.- Reí.
- Buf...no me saldrá ni una palabra ahí, delante de todos.
- Shh, relájate. Nosotros te apoyamos.- Intenté darle fuerzas.- Anda, sal ya, que te toca.



Romeo(George):- Júrote, amada mía, por los rayos de la luna que platean la copa de los árboles…
Julieta(April):- No jures por la luna, que es su rápida movimiento cambia de aspecto cada mes. No vayas a imitar su inconstancia.
Romeo(George):- ¿Pues por quién juraré?
Julieta(April):- No hagas ningún juramento. Si acaso, jura por ti mismo, por tu persona que es el dios que adoro y en quien he de creer.
Romeo(George):- ¿Pues por quién juraré?
Julieta (April):- No jures. Aunque me llene de alegría el verte, no quiero esta noche oír tales promesas que parecen violentas y demasiado rápidas. Son como el rayo que se extingue, apenas aparece. Aléjate ahora: quizá cuando vuelvas haya llegado abrirse, animado por las brisas del estío, el capullo de esta flor. Adiós, ¡ojalá caliente tu pecho en tan dulce clama como el mío!
Romeo(George):- ¿Y no me das más consuelo que ése?
Julieta:(April)- ¿Y qué otro puedo darte esta noche?
Romeo(George):- Tu fe por la mía.
Julieta (April):- Antes de la di que tú acertaras a pedírmela. Lo que siento es no poder dártela otra vez.
Romeo(George):- ¿Pues qué? ¿Otra vez quisieras quitármela?
Julieta(April):- Sí, para dártela otra vez, aunque esto fuera codicia de un bien que tengo ya. Pero mi afán de dártelo todo es tan profundo y tan sin límite como los abismos de la mar. ¡Cuando más te doy, más quisiera date!… Pero oigo ruido dentro. ¡Adiós no engañes mi esperanza… Ama, allá voy… Guárdame fidelidad, Montesco mío. Espera un instante, que vuelvo en seguida.
Romeo(George):- ¡Noche, deliciosa noche! Sólo temo que, por ser de noche, no pase todo esto de un delicioso sueño

Narrador: Esos violentos trasportes tienen violentos fines y en su triunfo mueren: son como el fuego y la pólvora que, al ponerse en contacto, se consumen. La más dulce miel, por su propia dulzura se hace empalagosa y embota sensibilidad del paladar. Amad, pues, con moderación; el amor permanente es moderado. El que va demasiado aprisa, llega tan tarde como el que va muy despacio.




Todos se pusieron en pie y comenzaron a aplaudir a los protagonista.
- ¡ YUHÚUUUU!- Grité yo.- ¡ BRAVO! ¡BRAVO!- Dije emocionado al ver lo bien que le había salido todo a April.
- ¡ APRIL! ¡APRIL! ¡APRIL!- Comenzamos todos.- ¡GEORGE! ¡GEORGE! ¡GEORGE!- Seguimos animando.

- ¿Qué tal he estado? - Me preguntó a mi primero.
- Has estado perfecta, increíble, alucinante.- La halagué.
-¿Si? Buf pues estuve todo el tiempo muy nerviosa.
- No se te ha notado nada.- Le dijo Louis.
- Mira a quien he llamado, A.- Pam se movió para que April pudiera ver a sus padres.
- Gracias Pammy.- Sonrió ella.
-Has estado fantástica sobre el escenario, hija.- Le dijo su padre.
- Estás guapísima.- Habló su madre.
- Gracias.- Respondió mi novia feliz.
- ¿Harry mañana vienes a cenar a casa?
- Sí, señora Ross. Aunque por la tarde April y yo estamos ocupados.- Adam me miró como el padre protector que era.- Tenemos el cumpleaños de Louis y celebraremos el de Niall también.- Aclaré
- Está bien.- Dijo su madre.- Y ya te he dicho que me llames Katherine.- Sonrió.








En este capítulo he puesto muchos gifs. Espero que no os moleste y que os guste. Para mi quedó mucho más bonito y gracioso, así. Muchas gracias por leer lectores, y por comentar. BIG LOVE.








viernes, 21 de diciembre de 2012

Capítulo 57.

[NARRA APRIL]


- APRIL! - Gritó George al otro lado del pasillo del instituto.
- ¡George, te estaba buscando!
- Y yo a ti.
- Dime.- Dijimos los dos a la vez.
- Tú primero.
- No, no. Las damas primero.- Respondió sonriente.
- No puedo estar en tu audición.- Solté de un tirón.
- ¿Por qué? - Su cara se entristeció.
- Tengo el examen a la misma hora...
- Bueno, no te preocupes. Tu aprueba eh.- Sonrío.- Y deséame suerte, por fa.
- Rómpete una pierna.- Le guiñé un ojo antes de entrar en clase.

- Tenéis cincuenta minutos para ser el examen. Ni uno más, ni uno menos.- Dijo la profesora Lemark, en cuanto entró.- Si suspendéis este examen, tendréis la posibilidad de recuperarlo, en tres días. Ya sabéis que os entraría absolutamente toda la teoría y lo explicado en clase, sin excepción. Así que intentad aprobar este y así todos nos ahorraremos trabajo.
Comenzó a repartir los exámenes. Eramos sólo diez los que debíamos hacer la prueba. Los demás tenían la hora libre o estarían audicionando para la obra teatral.
Tenía el examen frente a mi. "Venga April, puedes hacerlo", me di ánimos a mi misma. Tan sólo eran dos preguntas. Ambas de práctica. Ambas de lo que peor me sabía de todo el temario. Leí cada una de las preguntas. Con calma. Parecía entenderlo todo. Cogí el bolígrafo. Mi mano temblaba más de lo habitual. "Tranquila", repetía una y otra vez para mis adentros. Dispuesta a hacer el primer ejercicio, copié los datos necesarios y comencé a sudar. El bolígrafo se me resbalaba de los dedos. Agarré la calculadora. Empecé a teclear pero todo me daba error. Estaba muy nerviosa. Los datos eran los correctos pero la solución era errónea. ¿Qué me estaba pasando? Me había quedado completamente en blanco. Miré el reloj, ya habían pasado cuarenta minutos. Espero que a George le esté yendo mejor que a mi, pensé en aquel momento. "Concéntrate April, solo te quedan diez minutos y tienes todo el examen en blanco" me recordé.

Salí del aula en busca de aire y libertad. Me encontré a George tocando la guitarra, en las escaleras de la parte de atrás.
- ¿Cómo te atreves a tocar esa canción? - Le dije enfadada al reconocerla.
- ¿No te gusta? - Preguntó sorprendido ante mi reacción.
- Nadie te ha dado permiso.- Respondí casi llorando.
- April, relájate. ¿Qué te pasa?- Se le veía preocupado. - ¿Te ha salido mal el examen?
Yo no respondía. Sólo le fulminaba con la mirada.
- Tranquila, a mi no me dieron el papel de Romeo.
- ¿Qué?- Me senté a su lado.
- No, se lo dieron a Frederic. Soy el sustituto.
- No puede ser, lo hacías muy bien.- Dije más tranquila
- ¿Qué tal el examen? - Preguntó cambiando de tema.
- No he hecho nada, me quedé en blanco.- Mis lágrimas comenzaron a salir sin parar.
- Hey, no llores. No pasa nada. - Intentó tranquilizarme.
- Sí, sí que pasa George. Tenía que aprobar economía para poder ir a España.
- ¿Para ver a tu familia?
- Y a Harry.
- ¿Quién es?
- Es mi novio.- Noté como me enrojecía un poco.- Por eso me molestó verte tocar Little Things, porque me la cantó antes de irse para allí. Pero no tenía derecho a tratarte así, además con todo lo que me ayudaste. Lo siento mucho.- Me disculpé.- Supongo que lo del examen me afecto demasiado.
- ¿Qué? - Dijo abriendo mucho la boca.- Espera, no entiendo. ¿Qué Harry es tu novio?.¿Harry Styles?. ¿El de One Direction?
- Ajá.- Respondí mirando para otro lado.
- Qué fuerte!
- Ya.- Dije parándome a pensarlo.- Jamás me lo hubiera imaginado.
- Pues me encanta su música y Little Things me parece una canción perfecta.
- Y a mi.- Le sonreí.- No puedo creer que no te dieran el papel de Romeo.- Cambié de tema.
- Ya... en tres días vamos a representar toda la obra, dos veces para la profesora. En una actuará Frederic y la otra vez lo haré yo por si él se enferma y tengo que sustituirle.- Miró hacia abajo.- Menuda forma de hacerme perder el tiempo.
- ¿A quién le dieron el papel de Julieta?
- A Evelyn.
George se quedó callado durante varios minutos.
- ¡TENGO UNA IDEA!- Gritó.
- Shh, no grites.- Reí yo.- ¿Qué idea?
- ¿Tienes otra oportunidad con economía, verdad?
- Así es.- Dije dubitativa ya que no sabía a donde quería llegar.
- Mira estos dos días no te vas a librar de mi. Vamos a estudiar el doble de horas y vas a repetir los ejercicios miles de veces hasta que te salgan perfectos y así podrás ver a tu novio.- Sonrió él.- A cambio podrías seguir ayudándome a practicar el papel de Romeo.
- George, es una idea genial. Vamos a hacer que la profesora Smith cambié de opinión y te elija a ti como Romeo.
- El papel ya lo tiene Frederic, pero no importa, tenemos que ser los mejores en lo que hagamos. Y verás como esta vez apruebas el examen.
- GRACIAS.- Dije emocionada, abrazándole.



Le había comentado a mi madre lo que me había ocurrido en el examen. Al principio se enfadó mucho pero después le expliqué que tendría otra oportunidad y que esta vez no lo estropearía. Ella me dijo que habló con mi padre y si aprobaba economía, me dejarían ir a ver a Harry.
Los dos días siguientes todo era estudiar, estudiar y más estudiar. Me salían los números por las orejas de tantos ejercicios que había hecho. Incluso, me los sabía de memoria.

- ¿Preparado?- Le pregunté a George cinco minutos antes de su ensayo ante la profesora.
- ¿Puedo pedirte un último favor?
- ¿Con todo lo que has hecho por mi? Por supuesto.- Sonreí.
- Sal conmigo al escenario.
- ¿Qué?
- Por favor April. Con Evelyn no me sale tan bien el papel de Romeo y estoy más relajado si estás tu a mi lado.- Me miró suplicante.- Además te sabes el papel del Julieta, por favor.- Insistió.
- George...no sé yo.- Volví a mirar esos ojos de cordero degollado que me estaba poniendo.- Buf, está bien.
- Te adoro April Ross.- Dijo cogiéndome del brazo y arrastrándome al centro del salón.

- Bien, April, George, quiero la escena del balcón.- Anunció la Señorita Smith.
- Imagina que estamos sólos, en tu habitación.- Me susurró George al ver mi cara de asustada.




Julieta (April):- ¡Oh Romeo, Romeo! ¿Por qué eres tú Romeo? Niega a tu padre y rehusa tu nombre; o, si no quieres, júrame tan sólo que me amas, y dejaré yo de ser una Capuleto.
Romeo(George):- (Aparte) ¿Continuaré oyéndola, o le hablo ahora?
Julieta (April):- ¡Sólo tu nombre es mi enemigo! ¡Porque tú eres tú mismo, seas o no Montesco! ¿Qué es Montesco? No es ni mano, ni pie, ni brazo, ni rostro, ni parte alguna que pertenezca a un hombre. ¡Oh, sea otro nombre! ¿Qué hay en un nombre? ¡Lo que llamamos rosa exhalaría el mismo grato perfume con cualquiera otra denominación! De igual modo Romeo, aunque Romeo no se llamara, conservaría sin este título las raras perfecciones que atesora. ¡Romeo, rechaza tu nombre; y a cambio de ese nombre, que no forma parte de ti, tómame a mi toda entera!
Romeo (George):- Te tomo la palabra. Llámame sólo “amor mío” y seré nuevamente bautizado. ¡Desde ahora mismo dejaré de ser Romeo!


- ¡BRAVO! - Interrumpió la profesora histérica, dando aplausos.- Sin duda, April tu serás la sustituta de Evelyn.
- ¿QUÉ?- Elevé demasiado el tono de voz, que me había salido muy agudo por los nervios del momento.- Yo no quiero ser la sustituta, sólo ayudaba a mi amigo.
- Bueno pues, mejor aún. Lo has conseguido por tus propios méritos.- Respondió la señorita Smith sonriente.- Deberíais haberos visto, habéis estado increíbles.
- Gracias.- Dijo George.- Ven, April.
- ¿Por qué corres?
- ¡Tu examen! - Respondió mientras, agarrado de mi mano seguía tirando de mi hacía el aula.
- Señorito Shelley, espere un momento.
- Tenemos prisa, profesora Smith.
- Está bien.- Dijo ella tranquila.- Sólo anunciarle que usted será el nuevo protagonista.
- ¿Qué?- George paró en seco.- ¿Y Frederic?
- Será el nuevo sustituto. De eso usted no se preocupe.- Sonrió.- Enhorabuena.
- Gracias profesora! - Fue y le dio un gran abrazo.
- Bueno, bueno. Ya está bien.- Dijo ésta, aunque tenía una amplia sonrisa en su rostro.

- Escúchame.- Me dijo George una vez llegamos a la puerta.- No pienses ahora en tu "papel como sustituta", no pienses en Harry  Styles ni en tus padres. No pienses ni en decepciones ni en nada. Sólo concéntrate. Sé que puedes hacerlo.
- Lo haré, George.- Dije abrazándole para reconfortarme un poco antes de enfrentarme a lo que podía ser mi pasaporte para volver a ver a mi novio y mis amigos.

Una vez más, tenía el examen frente a mi. Cogí el bolígrafo y antes de empezar miré hacia la puerta. George estaba asomado. Le miré fijamente y suspiré. Él me levantó ambos pulgares, en señal de que todo iría bien.

- April Ross, su tiempo se ha acabado. Devuélvame el examen.
- Aquí tiene.- Se lo di, dispuesta a irme y poder, al fin respirar.
- Espere. Se lo corregiré ahora mismo.
- Está bien.- Respondí acercándome a su mesa.
Cogió su rotulador rojo y comenzó a dar tachones, poner muchos números en rojo. Mis piernas temblaban y mis manos sudaban.
- Tomé.- Me entregó el examen.
- No es posible.- Dijo alucinando.
- Bien hecho, Señorita Ross.

Salí apurada en busca de George. Éste estaba al lado de la puerta, esperándome, sentado con su guitarra.
- ¿Y bien?
- George he aprobado. ¡Mira!
- Whoa, un sobresaliente.- Sonrió orgulloso.
- GRACIAS, GRACIAS, MILLONES DE GRACIAS.- Le abracé fuerte.
- Gracias a ti por conseguir que logrará el papel de Romeo.- Dijo aún abrazado a mi.
- Te lo mereces.- Cerré los ojos, sonriente.







martes, 18 de diciembre de 2012

Capítulo 56.

[SIGUE NARRANDO APRIL]


Al día siguiente, cuando salimos del instituto. George y yo fuimos a mi casa.
- ¿Quieres beber algo? - Le pregunté cuando llegamos.
- No, gracias.- Respondió tímido.
- ¿Y qué quieres comer?
- Nada, April. No te preocupes, en serio.
- No seas tonto, seguro que tienes hambre. Al menos yo me muero de hambre y no voy a permitir que vuelvas a tu casa sin haber almorzado.
- Está bien.- Sonrió él.
- ¿Te gustan las hamburguesas? - Dije al abrir la nevera y ver que podría cocinar.
- ¿A quién no le gustan las hamburguesas?
- Tienes razón.- Reí yo.
Después de haber comido, fuimos a mi habitación. La verdad es que no me gustaba que los chicos entraran en ella, porque es mi espacio personal. Y se me hacía bastante raro que no fuera Harry el chico que acababa de entrar en mi cuarto. Pero bueno, mejor eso a estar en el salón y mi madre vigilando cada uno de mis movimientos.
- Así que esta es tu habitación.- Dijo George una vez que entró.- Es muy bonita.- Añadió mirando hacia todos lados.
Me quedé callada.
- Hey, ¿te pasa algo? Te has puesto un poco pálida.
- Estoy bien. - Mentí.
- ¿Segura? En serio que estás muy pálida.
- Sí, George.- Sólo de recordar el comentario que acababa de hacer sobre mi habitación me ponía los pelos de punta. Eran exactamente las mismas palabras que Harry había dicho cuando fue él quien había entrado.- Bueno vamos a ponernos a estudiar un poco de economía.- Dije intentando sacarme ese recuerdo de mi cabeza para poder concentrarme.
- ¿Lista para una tarde intensiva de estudio? - Dijo George motivado.
- Eso creo...- Respondí dejándole espacio en el escritorio que tenía.- Siento que no sea muy espacioso.
- Nos arreglaremos.- Contestó sacando el libro y la libreta .- Bien, ¿qué es lo que no entiendes?
- A ver la teoría  la llevo bien pero, la práctica se me da muy mal. Las gráficas de la curva de la demanda y la oferta , bien. Pero los ejercicios del PIB Real y el PIB nominal, los odio. Y no entiendo eso de cambiarlos de mercado, a factores de producción.
- Traquila.- Rió George.
- ¿Muchas información en poco tiempo?- Sonreí yo.
- Sí.


[NARRA PAM]


- ¿Que quieres hacer hoy fea? - Me preguntó Niall al llegar de su entrevista.
- Pasar todo el día contigo.
- Pero si eso lo hacemos siempre.- Sonrió él.
- Lo sé, pero es algo que me encanta.
- Mírala.- Le dijo Harry a Louis.- ¡Quién diría que estaría tan enamorada de nuestro Irlandés!
- Estás consiguiendo que Pam se ponga roja, Harold.- Rió Louis.
- Dejadme intimidad con mi novia.- Dijo mi novio, echándoles a los dos fuera de la habitación.- Aunque tienen razón eh.
- ¿Sobre qué? - Pregunté ya que no le entendía.
- Me costó conquistarte.
- Pero ahora soy toda tuya.- Él sonrío al oír eso y se acercó a mi para besarme.
- Ayer te oí hablando por teléfono con April, ¿qué tal está?
- Bien, aunque la noté un poco agobiada.
- Por los exámenes, ¿no?
- Sí, aunque supongo que el hecho de no tener a Harry allí con ella  está siendo demasiado duro. Se nota que nos echa mucho de menos a todos.
- La verdad es que se nota su ausencia.- Dijo Niall, recostándose sobre la cama.
- ¿Estás intentando provocarme?- Pregunté con una sonrisa al ver que ponía las manos detrás de su cabeza .
- No, porque nunca funciona.- Respondió mirando hacia otro lado.
- ¿Cómo que no?- Dije poniéndome junto él.
- No...- Vi como una pequeña sonrisa asomaba a sus bonitos labios.
- Serás mentiroso.- Reí yo.
Niall comenzó a besarme de una manera muy pasional. Notaba como su respiración iba cada vez más rápido y como la temperatura de su cuerpo y sobre todo, de sus mejillas iba en aumento.
- Niall para...- Intenté controlarlo.
- No oímos que habláis.- Oímos al otro lado de la pared.
- Calla Harry.- Grito Niall, apartándose de mi.- Mejor, volvamos con el resto.- Dijo ayudándome a levantarme.


[NARRA APRIL]


- ¡Al fin! - Dije cerrando el libro de economía.
- ¿Ya me quieres echar? - Rió George.
- Para nada, pero estoy cansada de tanto estudiar.
- Lo importante es,¿has entendido todo?
- Después de dos horas y media, ¿qué crees?
- Más te vale que si.- Reía él a carcajadas.
- Espero no suspender...
- No lo harás, confío en ti.
- Gracias.- Le sonreí.- ¿Seguimos mañana?
- ¿Mañana y toda la semana, no?
- Desgraciadamente, sí.- Suspiré yo.
- Bueno, pero ya verás la notaza que sacas.- Dijo poniéndose su chaqueta.
- Oye George, si necesitas que te ayude en alguna materia, sólo dímelo.
- Gracias April. - Volvió a sonreír antes de salir de mi cuarto.
Es increíble lo mucho que sonríe. Es muy agradable estar con él.

- ¿Diga? -Respondí al móvil.
- Hola amiga.
- ¡Hola Pammy!
- Escucha, no tengo mucho tiempo pero Niall me ha dicho que te diga que te echa de menos y que seguramente celebrará su cumpleaños el 24 de diciembre con Lou.
- MIERDA!
- ¿QUÉ? - Gritó ella también.
- Se me olvidó mandarle un mensaje o algo por su cumpleaños. Que idiota soy. - Dije tapándome mi boca con la mano.
- Tranquila, Niall sabe que estuviste muy ocupada con el colegio y con todo este rollo de Inglaterra, España. Es normal que no te acordaras.-  Dijo mi amiga para tranquilizarme.
- Aún así no me siento mejor.- Respondí.
- No seas tonta. Tú preocúpate de los estudios, que es lo primero.
- ¿Sabes que?
- Cuéntame rápido que tengo que colgar.- Contestó ella metiéndome prisa.
- Seguramente si apruebo todo, mi madre me deje ir a España un fin de semana.
- AHHHHHHH QUE ALEGRÍA!
- Shhh, no grites. No quiero que Harry se entere.
- ¿Por? - Preguntó desilusionada.
- Quiero que sea una sorpresa y además todavía no es del todo seguro que vaya.
- Ah vale, vale. Una sorpresa.- Dijo ella con todo de comprensión.- Seguro que tu madre te deja.
- Ojalá.
- Buena A, me voy. Te quiero mucho y ESTUDIA.- Exageró la última palabra.

Antes de irme a dormir mi madre vino a mi habitación y me dijo que estaba contenta de que me pusiera las pilas y que me concentrará en, según ella, "lo realmente importante". Después comenzó a hablarme, mejor dicho a halagar a George y de lo amable que había sido hacia ella. No le hice mucho caso. Claro que George era muy buen chico, pero las intenciones de mi madre eran otras.

La semana siguiente George y yo seguíamos con las clases intensivas de economía. Él me había pedido ayuda con Lengua Castellana y Literatura. Por lo tanto, todos los días, al salir del colegio íbamos a mi casa y nos dedicábamos las primeras dos horas a economía. Y las dos siguiente a Lengua y Literatura.
Toda la gramática de Lengua se la explicaba pero los autores de la Literatura no podía explicárselo, ya que no hay nada que entender, solo tendría que estudiarlos. Pero le ayudaba a preparar su personaje, de la obra del instituto.
- Seguro que te eligen para ser Romeo.- Opiné yo al ver lo bien que lo hacía.
- No creo...
- Sí, te lo digo yo.
- ¿Te vas a presentar para el papel de Julieta?
- ¿Yo? NO!- Reí.- No puedo subirme a un escenario, me da muchas vergüenza que cientos de personas me miren.
- Pues creo que sería un buen papel para ti.- Me ánimo él.
- De eso nada.- Ni siquiera me lo planteaba.- ¿Cuando es tu audición?
- La semana que viene.¿Vendrás a verme?
- Claro.- Le sonreí.- Quiero ver como te dan el personaje protagonista.







Es increíble lo adorables que sois absolutamente todos mis lectores. Pero esta vez, voy a agradecer, en especial, a las que os atrevéis a comentar. Me animáis mucho y cada vez que leo un comentario vuestro empiezo a sonreír. GRACIAS por leer y por apoyarme. LOVE.



jueves, 13 de diciembre de 2012

Capítulo 55.

[NARRA HARRY]


- ¿A que conversación se refiere tu madre? - Le pregunté a April, una vez estuvimos en su habitación con la puerta cerrada.
- Sobre mis notas...- Contestó cabizbaja.
- ¿Puedo verlas? - Le pedí curioso.
Me acercó un papel en donde ponían las respectivas notas.
- Bueno... no está tan mal.
- Harry, son malas, es decir, comparadas con las que tenía el curso pasado.
- ¿Puedo hacerte una pregunta?
- Claro.- Río ella ante eso.
- ¿Bajaste de rendimiento por mi culpa?
- NO!
- ¿Segura?
- Por supuesto, es solo que los profesores están más estrictos éste año, nada más.- No consiguió convencerme del todo.- Pero no quiero hablar de eso, has venido y quiero disfrutar de tu compañía.- Dijo colocándose sobre mi.
- April...- Intenté incorporarme.- April, tu madre está abajo.- Dije nervioso.
- ¿Y? - Respondió sin parar de besarme.
- ¿Qué pasa si abre la puerta?
- Buf... está bien.- Dijo ella, sentándose a un lado.
- Anda ven aquí, enana.- La agarré de la cintura y la puse entre mis piernas. Apoyé mi cabeza en su hombro. - Te echo mucho de menos.
- Y yo a ti, bueno, a todos.
- Los demás siempre me preguntan por ti.
- Quiero que volváis.- Dijo ella poniendo morritos.
- Ya queda menos. - Le recordé.- Hasta entonces prométeme que estudiarás.
- Yo estudio Harry, son los profesores que...- Se quedó callada.
- ¿Qué te hacen los profes malos? - Puse voz de niño pequeño
- Me gritan.- Ella me imitó la voz.
- ¿Quieres que les de una paliza a los profes malos que te gritan? - Le seguí el juego. Ella asintió con la cabeza y no pude evitar reír. - Así que eres de las alumnas rebeldes eh!
- Cállate.- Río ella.
- Hay que ver...- Bromeé yo mientras le acariciaba su pelo.

[NARRA APRIL]

- Mi amor...- Oí como Harry me susurraba.- Mi amor..
- ¿Qué? - Dije con voz de dormida.
- Tengo que irme.- Dijo él, aún en susurro.
- ¿QUÉ?- Desperté de repente.- Mierda Harry, me quedé dormida.- Mis ojos empezaron a llenarse de lágrimas.
- ¿No me irás a llorar, verdad? - Dijo él acercándose a mi después de ponerse su abrigo.
- Es que soy estúpida.- Respondí sin poder controlar las lágrimas.
- No llores, cariño. No pasa nada, estás muy cansada con el colegio y es normal que te quedarás dormida.
- Ya pero viniste para nada.- Dije enfadada conmigo misma.
- ¿Cómo que para nada? Hemos hablado y además, sabes que me encanta verte dormir.- Sonrió él.- Dame un abrazo, tonta.
- Te amo.- Le di un beso.- Espero que los dos meses se pasen más rápido.
- Seguro.- Contestó devolviéndome el beso.

Harry se fue y yo seguía llorando. Más por rabia que por otra cosa. Me molestaba haberme dormido sabiendo que podía haber pasado mucho más tiempo con él. Y ahora otros dos meses más sin verle.
- APRIL. - Gritó mi madre desde la cocina.
- ¿Qué?- Le pregunté un vez que llegue a su lado.
- ¿Por qué lloras?- Dijo al ver mi cara.
- Me duele el estómago, nada más.- Mentí.- ¿Quieres hablar de las notas, verdad?
- No te preocupes.- Contestó ella.- Lo hablaremos mañana, cuando te encuentres mejor "del estómago".
- Gracias. - Dije, volviendo a subir por las escaleras para seguir llorando en mi cuarto.


Llegué al instituto con tiempo de sobra. Así, al menos, no tendría que aguantar a ningún profesor quejándose. Vi a George y estaba yendo junto él cuando Frederic se le acercó. Le saludé con una mano, le sonreí y me dirigí al baño antes de ir a clase.
El timbré sonó cuando estaba lavándome las manos. Salí corriendo hacia mi aula, pero cuando llegué la puerta ya estaba cerrada. Nerviosa golpeé la puerta.
- ¿Se puede, por favor? - Pregunté a la profesora de economía.
- Ya sabe mi norma.
- Sé que no deja entrar a nadie después de usted pero no llegué tarde, de verdad. Yo solo estaba en el baño.
- Es cierto, yo la vi en la entrada.- Dijo George para echarme una mano.
- Señorito Shelley, ¿alguien le ha dado permiso para hablar?
- No pero...
- Ni peros ni nada. No se meta en conversaciones ajenas. - Volvió la mirada hacia mi.- Y usted, Señorita Ross, al despacho de la directora.
- Mierda.
- ¿Qué ha dicho? - Preguntó Lemark.
- He dicho mierda. - Dije harta de ella.
Oí como en la clase todos gritaron un "UH". Típico. Todos tan infantiles.

- Señorita Ross, pasé. - Dijo la directora que me esperaba con la puerta abierta.
- Buenos días.- Saludé nerviosa, sentándome en la silla que me había ofrecido.
- Ya me he enterado de que no es la primera vez que llega tarde y de la palabra que se le ha escapado hoy.
- Lo siento mucho.- Dije conteniendo las lágrimas.
- ¿Qué le ha pasado?
- Este curso me está costando más de lo que creía. - Miré hacia ella. Era muy joven.
- ¿Puedo tutearla?
- Claro.- Respondí.
- Voy a hacer como si nada hubiera pasado. No llamaré a tus padres y olvidaré lo ocurrido.
- Gracias.- Sonreí aliviada.- Pero, ¿por qué hace eso por mi?
- April  eres capaz de superar este curso con muy buenas notas, incluso con matrícula de honor. Creo que eres una de las alumnas adecuadas. Tienes que concentrarte más. Confío en que lo harás.
- Muchas gracias Señorita Bordeaux.- Dije levantándome para irme.
- No me decepcione.- Contestó retomando la forma de directora "exigente".

Cuando salí del despacho, ya era la hora del recreo. Busqué un sitio tranquilo en donde poder comer el sandwich. Las escaleras de la parte de atrás del instituto eran perfectas. A punto de darle el primer bocado, mi móvil sonó.
- ¿Hola?
- HOLA! - Escuché a Pam ilusionada al otro lado.
- PAM! Dios no puedo creer que esté escuchando tu voz.
- Lo sé, siento no haberte llamado antes. De verdad perdóname.- Dijo cambiando su tono de voz a uno de arrepentimiento.
- No te preocupes.- Respondí sin querer darle más importancia al asunto.- ¿Qué tal todo por España? ¿Cómo va tu relación con Niall?
- Todo va muy bien. Estoy feliz. Pero me interesas más tú. ¿Qué tal el instituto?
- Bueno... intentando subir las notas. Las directora hoy me dio un voto de confianza y eso hace que esté bajo más presión.
- ¿Por qué no pides ayuda?
- ¿Para estudiar?- Pregunté
- Sí, sé que siempre te gusta hacer las cosas y lograrlas por ti sola pero pedir ayuda nunca está mal. Y si esa ayuda te permite subir las notas...
- ¿Y a quién puedo pedírsela?
- ¿No hay nadie en tu clase o en el instituto que se le den bien las asignaturas que a ti se te dan mal?
- Pam, eres un genio. Te llamo más tarde.- Dije emocionada cuando se me ocurrió la idea para subir mis notas.- Te quiero.

Fui disparada hacia donde estaban Caroline, Evelyn, Lucy, Frederic y George. Una vez estuve frente ellos, llamé a mi compañero de mesa.
- Dime April, ¿qué pasa?- Se acercó a mi sonriente.
- Necesito tu ayuda George. - Dije dubitativa.
- Claro, para todo lo que quieras.- Respondió aún con una sonrisa radiante.
- ¿Puedes ayudarme a mejorar en economía? He visto que se te da bien y que te gusta. Como comprobaste yo no doy una y además la profesora no me tiene mucho aprecio. Si me ayudaras quizás podría...
- Podrías subir las notas.- Concluyó él.
- Por favor. - Supliqué.
- Por supuesto que te ayudo. ¿Te parece bien que quedemos mañana después del colegio?
- Te lo agradezco un montón.- Dije aliviada.
- ¿Coqueteando con Geoge, April?
- Cállate Frederic.- Le fulminé con la mirada.
- Que va. April tiene un novio muy famoso.- Habló Lucy.
- Yo prefiero tener amigos a tener un novio famoso que me dejará cuando vea a alguna más guapa. Algo no muy difícil.- Rió Evelyn.
- Pensad lo que queráis. No tenéis ni idea.- Contesté marchándome de ahí.

Ya en casa, cuando llegó mi madre me dispuse a hablar con ella. Parecía que tenía un día de muchas ideas. A parte de mi ocurrencia para mejorar las notas, deseaba que ésta segunda, saliera perfecta.
- Mamá, ¿podemos hablar?- Le pedí amablemente.
- ¿Qué quieres April?- Dijo sentándose en el sillón para tenerme en frente, y así mirarme a los ojos.
- Verás, nosotros tenemos familia en España y he pensado..
- Olvídalo.
- Mamá aún no me has escuchado.
- Pero sé lo que me vas a decir.
- Quiero ir a España. Puedo pasar un fin de semana en casa de los abuelos. Solo tendríamos que pagar el pasaje, nada más.- Intenté sonreír.
- No. - Dijo seria.
- No he acabado.- Continué.- Si mejoro las notas de aquí a una semana y media, que es cuando tengo los exámenes, podríais dejarme ir a ver a Harry y al resto. Además está Pam y tengo muchas ganas de verla.- Seguía con mis discurso para convencerla.
- Si de aquí a dos semanas mejoras en el instituto y tus abuelos no tienen ningún inconveniente, hablaremos. Hasta entonces estudia.
















martes, 27 de noviembre de 2012

Capítulo 54.

[ NARRA PAM]

Estaban siendo las mejores semanas de mi vida. Disfrutaba cada una de las cosas que hacía pero lo más agradable era sin duda, la compañía. Los chicos se portaban muy bien conmigo. En el hotel donde nos estuvimos alojando durante este mes, yo era como la princesita del lugar, todos se portaban como unos caballeros conmigo. Quizás porque yo era la única chica de la casa ya que Eleanor no había podido acompañar a Louis en este viaje porque estaba en Manchester estudiando y Danielle... bueno Danielle es otra historia. El caso es que me sentía muy a gusto con ello. Incluso podría llegar a decir que mucho más que cuando estábamos en el bungalow. Además tenía mucha más confianza con todos ellos.
Niall y yo sólo nos separábamos cuando él tenía alguna entrevista o algo que hacer relacionado con su carrera. Ya no pensaba en absoluto en Ian. En mis pensamientos solo estaba un Irlandés que me conquistaba y conseguía enamorarme día tras día.
- ¿Se puede? - Harry entró en mi habitación interrumpiendo mis pensamientos
- Claro, pasa. - Se sentó al borde de la cama.- Dime - Le miré atenta.
- Verás Pam, ¿has llamado a April desde que nos vinimos a España? - Me preguntó incómodo.
- Emm... la verdad es que no. - Recordé. - ¿Por qué? ¿Le ha pasado algo?
- No, no, no, tranquila. Tan sólo es que me gustaría que la llamaras de vez en cuando.
- ¿Harry, seguro que no pasó nada? - Pregunté nerviosa.
- No Pam pero ella te echa de menos. La última vez que hablé con ella, fue hace dos semanas y todos se pusieron al teléfono para saber como estaba y April preguntó por ti y por Niall y vosotros no estabais y noté un poco de desilusión por parte de ella. Creo que si la llamas y habláis, April se alegrará mucho. Además seguro que habrá muchas cosas que quiere compartir contigo. Sobretodo ahora que tú no estás allí.
- Tienes toda la razón, Harry. - Me quedé unos segundos pensando. - Que mala amiga soy.
- Eso no es cierto, Pammy. No quiero que te sientas culpable, yo sólo te lo he dicho para que te des cuenta de que April sigue con su vida normal e imagino que no es fácil para ella no tenerme a mi y muchísimo menos, no tenerte a ti.- Me sonrió.
- Eres el perfecto novio para ella. - Le halagué yo.
- Vas a hacer que me ruborice.- Comenzó a reír él.
- Hablo en serio, ricitos.
- Gracias. - Volvió a sonreír. - ¿Sabes que?
- ¿Qué? - Pregunté curiosa.
- Le voy a hacer una sorpresa a April.
Insistí bastante para que me dijera que clase de sorpresa le haría a mi amiga pero él no soltó prenda.

[NARRA APRIL]

- MIERDA! - Grité con voz de recién levantada al mirar la hora que era.
- SI TE DAS PRISA TE DEJO EN LA PUERTA DEL COLEGIO DE CAMINO A MI TRABAJO.- Gritó mi madre desde abajo.
- NO, GRACIAS.
Seguía haciéndome la dura ante mis padres. No por orgullo. Yo no soy muy orgullosa, sólo era para que se dieran cuenta de que mi relación con Harry iba totalmente en serio.
Me duché y me puse el nuevo uniforme lo más rápido que pude. Fui hasta el instituto corriendo ya que mi coche estaba en el taller arreglándose.


Justo a tiempo entre por la puerta principal. Aunque no pasé desapercibida por el conserje, que me sonrió y me aconsejó que me apurara o la profesora no me dejaría entrar en clase. Subí las dos plantas y me dirigí mi aula.
- ¿Se puede? - Pregunté agitada, después de dar dos pequeños golpes.
- Señorita Ross.
- Siento haber llegado tarde.-  Me disculpé sentándome en mi asiento.
- ¿Quién le ha dicho que pueda sentarse? - Dijo la profesora Lemark.
- ¿Disculpe? - Creí no haberla entendido bien.
- ¿A parte de llegar tarde, tiene problema auditivos? - Habló con tono de superioridad.
- No he entendido bien lo que ha dicho, por eso he preguntado.- Respondí aún agitada por la carrera que  había tenido que hacer.
- Verá Señorita Ross, ha llegado tres minutos tarde, y ya sabe de otros años que yo no permito que nadie entre en mi clase después de haber cerrado la puerta.- Me quedé mirando, esperando a que prosiguiera porque no entendía cual era la finalidad. - Por favor, salga y espere para entrar a la siguiente hora.
- ¿Qué? - Mi cara cambió por completo y mi actitud también.- ¿Por tres minutos tarde me perderé toda la clase?
- Así es.- Contestó firme.- Hágame el favor y salga.
- Está bien. - Dije resoplando.
- Espere un momento. - Dijo mi tutora justo cuando estaba a punto de salir por la puerta. - Su examen, ahí tiene su maravillosa nota. - Sonrío satisfecha.
- ¿Suspenso? - Pregunté asombrada.
- Deberá aplicarse más en mi asignatura y déjeme darle un consejo: Llegando tarde a mi clase, no hará más que bajar esa nota.
Salí de la clase sin decir una palabra y me senté fuera, en el pasillo.
- Un maldito insuficiente. - Repetía una y otra vez para mis adentros.- Encima de suspenderme y ponerme una C enorme para que me quedara claro que había suspendido, me hace perder toda la clase por retrasarme tan sólo tres minutos. Es increíble.
En cuanto sonó el timbre, la profesora salió con prisa del aula.
- Si no tiene nada que reclamar, me llevo el examen.- Dijo ésta sacándomelo de las manos sin dejarme pronunciar ni una palabra.

- La que llega tarde.- Rió mi compañero de mesa.
- George, no estoy para bromas.- Dije con cara de pocos amigos.
- ¿Qué sacaste en el examen? - Intentó cambiar de tema.
- Vas de mal en peor. Insuficiente.

- Siéntense en sus asientos que ya llegué. - Anunció el profesor de lengua castellana y literatura como si ninguno lo hubiéramos visto.- Hasta que no se callen, no les daré los resultados de las pruebas.
En ese momento mucho se callaron aunque yo seguía maldiciendo a la profesora de economía.
- Señorita Ross, ¿no quiere saber su nota? - Me preguntó al ver que hablaba por lo bajo.
- Sí, perdone.
- Aquí tiene. - Dijo poniendo el examen sobre mi mesa.

- ¡Muy bien April!
- Gracias George. - Sonreí al ver que había sacado un sobresaliente.- Al menos una que apruebo.
- Venga ya, seguro que no te fue tan mal en el resto.- Miré hacia abajo y le dejé mi agenda para que viera las notas.

NOTAS

Lengua castellana y literatura : A+
Inglés: B
Economía: C
Matemáticas: A
Geografía: B
Historia: A
Filosofía: B+
Historia del Arte: A+
Gimnasia: B+

Optativas :
Francés: B+
Mitología Griega: A

- Eres una exagera, creía que tenías más suspensas.- Respondió George al verlas
- Como se nota que no conoces a mi madre.- Reí yo.
- ¿Qué le pasa?
- A ella no le valen estas notas. Es decir, yo nunca había bajado del notable y mira ahora hasta he suspendido economía.- Sonó el timbre que anunciaba el primer recreo.- Ya veré que le digo- Le comenté cogiendo la mandarina para comer y salí al patio.

Lo cierto es que me sentía muy sola. Evelyn, Lucy y Caroline ya no estaban conmigo. Me sentaba mal pensar que el año pasado eramos las cuatro inseparables. Eran mi grupo de amigas. Con ellas pasaba todos los recreos  porque Pam los pasaba con Ian y habíamos salido muchas noches juntas. Supongo que este verano estuve muy desaparecida  ya que lo pasé con Harry y los demás. Quizás les pareció mal que no les contara "mi verano de ensueño acompañada de los integrantes de la banda de chicos más famosa y popular  del momento" . No lo sé pero tampoco es razón para dejarme de lado. Estaba a punto de acercarme a ellas cuando vi que se había integrado al grupo tres chicos. Uno de ellos era George y otro Frederic. Al ver a éste último decidí pasar el recreo sola. Siempre que me acercaba a él tenía problemas con Harry y no quería eso.

Después de las cuatro hora restantes de clase me fui a casa, aliviada de tener unos días libre, sin ningún tipo de examen. Aunque claro teniendo en cuanta que estoy en el último e infernal año de instituto los "supuestos días libres" quieren decir "días de estudiar para los exámenes de dentro de unas semana". Tanto estudiar me estaba volviendo loca. Lo que más me molesta es pasarme los días encerrada en casa, estudiando y sacar las notas que saco.
Al llegar a casa no había nadie. Mi padre y mi hermana, como siempre, uno trabajando y la otra estudiando en Oxford. Y mi madre hoy también había vuelto al trabajo. Eso significaba que mi rutina de comer y estar sola hasta las cinco de la tarde comenzaba una vez más.
Abrí la nevera en busca de algo para cocinar mientras cogía el teléfono para llamar a mi madre. Siempre prefería contarle las notas sin tenerla delante ya que así, no podría ver la cara de decepción y no me sentiría peor de lo que estaba.
- ¿Cómo es posible que tu rendimiento  sea tan bajo April?- Dijo ella con  mala voz.
- Ya, mamá...- Respondí sin saber muy bien como expresarme.
- Cuando llegue a casa, hablaremos.- Colgó.

- ¡ Qué bien! Me tocará aguantar a mi madre después de su primer día de trabajo "post vacaciones" y  sabiendo mis notas. - Dije irónicamente en voz alta ya que nadie podía escucharme.
- Pues ya sabes, tienes que tener paciencia.
- ¡AHHHHHHHHHHH!- Grité al recibir contestación.- No sé lo que quieres pero no me hagas daño, puedes llevarte todo lo que quieras. - Dije escondiéndome detrás de la nevera, aún abierta, y con voz temblorosa.
- Sólo vine a darle una sorpresa a mi novia.- La cabeza de Harry apareció por encima de la puerta de la nevera.
- HARRY!- Volví a gritar llenándolo de besos
- HOLA CARIÑO! - Gritó para imitarme sin dejar de sonreír mientras respondía cada uno de mis besos.
- ¿ Y tú aquí? - Le pregunté apartándome un poco para dejarle respirar pero sin soltarle de la mano.
- Te echaba mucho de menos y nos dieron hoy y mañana por la mañana libre, por lo que decidí que no tenía algo mejor que hacer que verte.
- ¡Qué alegría! - Volví a abrazarlo.- ¿Cuánto tiempo tienes?
- Tan sólo unas horas.- Puso cara triste.
- Pues vamos a tener que aprovecharlas bien.- Le sonreí.
- ¿Qué se te ocurre?
Le atraje hacia mi. Acerqué mi nariz a su cuello y respiré su olor, ese que tanto me gustaba. Me puse sobre las puntas de mis pies y alcancé sus labios, uniéndonos así en un beso que desprendía amor, dulzura y sobretodo, añoranza.
- Ejem, ejem.
- Señora Ross.-  Harry emitió un sonido grueso y tímido proveniente de su garganta .
- Harry, un placer volver a verte.- Respondió mi madre complacida por haber interrumpido lo que sucedería a continuación.
- Vamos a mi habitación. - Miré a mi novio e hice caso omiso a mi madre.
- Recuerda que tenemos una conversación pendiente.- Dijo mi madre mientra ambos subíamos las escaleras, directos a mi cuarto.




No os imagináis lo feliz que me hace ver comentarios vuestros y saber que tengo lectores nuevos. Muchísimas gracias por dejarme saber vuestras opiniones y me alegra un montón saber que os está gustando mi novela. Sois increíbles. HUGE LOVE.


















martes, 13 de noviembre de 2012

Capítulo 53.

[NARRA PAM]


Y ahí estaba yo. Pam Evans. En un avión, de camino a España, acompañada de mi novio, Niall y los integrantes de la banda más famosa del momento, que ahora eran mis amigos.
Niall se había quedado dormido tan sólo al comienzo del viaje. Me levanté y fui junto Harry.
- Hey! - Saludó él.
- No hace falta que me sonrías, Harry. Sé que estás mal porque April no puede estar aquí.- Respondí por su esfuerzo.
- Yo siempre digo que, a pesar de los problemas hay que sonreír.
- Son tres meses, se pasaran rápido. - Intenté animarle.
- Lo sé.
- Yo también la voy a echar mucho de menos, además ni siquiera pude despedirme de ella...- Dije triste.
- No se lo tengas en cuenta, Pammy. A ella no le gustan las despedidas y ya le costó mucho despedirse de mi.
- Ya. - Me quedé pensativa.- Me has dicho Pammy.- Sonreí.
- Sí, ¿ hay confianza, o no? - Río él, despeinándome.
- Claro que la hay! - Le sonreí yo, volviéndome a poner el pelo bien.
- ¿Sabes? Intentó escaparse de casa para venir.
- ¿Qué dices? April y sus locuras...- Reí yo.
- Ni que lo digas! Además llevaba una mochila con ropa y tan sólo un paquete de galletas Oreo, como si eso le fuera a quitar el hambre en algún momento.

Harry y yo no paramos de reír, mientras él me contaba las aventuras de mi amiga. Fue un viaje agradable y en cuanto nos dimos cuenta ya estábamos en Madrid.

- ¿Lista para la locura de las fans? - Sontió Harry.
- Eso espero.


[NARRA APRIL]


Había pasado una semana y media desde que ellos se habían ido. Durante todos esos días no le había dirigido la palabra a ninguno de mis padres. Bueno, en realidad, sí. Pero sólo para lo mínimo y necesario. Me limitaba a  levantarme, comer, ir a mi habitación, cenar y volver a mi habitación.
Esa noche, después de la cena, subí hasta mi cuarto y sonó mi móvil.
- HARRY! - Grité eufórica al reconocer el número.
- Hola, cariño.
- ¿Por qué tardaste tanto en llamarme? Dios, no sabes cuánto te echo de menos!
- Lo siento, es que estuvimos muy ocupados. Intentaré llamarte más a menudo.
- Por favor! - Le pedí. - ¿ Y qué tal todo por España?
- Pues bien aunque sería mejor si estuvieras aquí...
- Dímelo a mi.
- ¿Y tú qué? ¿Nerviosa por mañana? - Preguntó él, al cual también se le notaba nervioso.
- Anda no me lo recuerdes. Sólo de pensar que mañana empiezo las clases.... UF!
- Bueno, tranquila que todo saldrá bien. -Escuché como Zayn llamaba, a lo lejos, a Harry.
- ¿Tienes que irte, verdad?
- Sí. Pero mañana te llamo para ver como te fue en tu primer día. Te amo pequeña.
- Manda un saludo a todos de mi parte. Yo también te amo. - Suspiré - Échame de menos.
- Siempre.

Me desperté sin ganas de levantarme pero mi madre ya estaba llamándome para que fuera a desayunar. Como si el edredón pesara una tonelada, me lo saqué de encima y bajé.
- ¿Preparada para hoy? - Preguntó mi madre.
- ¿Alguna vez estuve preparada yo para el primer día de clase?
- April, te estoy hablando bien. Tus amigos ya se fueron hace tiempo, cambia esa actitud de dura, por favor.- y tras decir esto, se fue a la cocina.
En cuanto me terminé el desayuno y metí la taza en el lavavajillas, fui directa a la ducha. Mientras el agua caía sobre mi cuerpo no paraba de pensar en que hoy tenía que empezar segundo de bachillerato, que iba a ser un curso difícil, que ya no iría caminando hasta el colegio con Pam ya que ella estaba en España, con Niall, Zayn, Liam, Louis y mi Harry.
Me vestí y me maquillé muy poco, intentado tapar la cara de muerta que tenía pero al mirar la hora me di cuenta de que era tardísimo y que tendría que echar a correr si quería llegar a tiempo. Mi instituto es el típico que  si no llegas a la hora exacta no te dejan entrar, ya que la puntualidad es super importante.
- April, no corras, te llevo en coche.
- Déjalo mamá, prefiero ir caminando. - Respondí ya que no quería que me hiciera ningún favor.
- Pues más te vale no llegar tarde el primer día.- Salí de allí dando un portazo.

Un minuto antes de que cerraran la puerta principal, conseguí meter un pie y entrar. Fui directa al paraninfo, ya que ahí, era donde cada año la directora daba el discurso.

Como era de esperar todos se me quedaron mirando. Noté como mis mejillas se acaloraban y comencé a darle a la carpeta que llevaba en la mano pequeños golpes con el bolígrafo que tenía entre los dedos debido a los nervios. Me senté y escuché atenta el discurso.
- ¡Atención!
La voz fuerte y retumbante quebró el bullicio y lo redujo al silencio. La señora Bordeaux, la directora, había subido al estrado.
Era una mujer alta, con media melena de color rubio dorado. Llevaba una blusa de puntilla que se cerraba con un broche plateado en su cuello. Estaba muy seria y parecía severa. Aunque si consideráramos que severidad es sinónimo a belleza, sin duda no habría nadie más atractivo que ella. En mis años anteriores, jamás la había visto. Al parecer tenía mucho poder ya que acababa de llegar nueva y ya la había proclamado directora.
- Bienvenidos. - Dijo con voz firme, acento francés y abriendo las manos en forma de acogida.- Algunos de ustedes ya conocen al profesorado y otros no. Sé que ninguno me conoce a mi. Pero será un placer ir conociéndoles poco a poco a lo largo de este año. Todos tenemos mucho que aprender los unos de los otros y estoy segura de que nos trataremos con respeto. Ya saben que es una año importante. Su último año en esta institución. Su último año de instituto. Así que no esperen que se les trate como niños, porque eso no sucederá. Aquí han venido para aprender. Pero no sólo sobre geometría, economía o lengua. Sino a manejarse como adultos, y así es como se espera que se comporten. Sin embargo, no significa que este instituto carezca de normas.
Comenzó a decir cada una de las respectivas normas. Parecía más una cárcel que un instituto. No comentó nada sobre las repercusiones en el caso de saltarse alguna de ellas.
- Por último y no por eso menos importante.- Continuó diciendo.- A partir de mañana tendrán que llevar uniforme. Ahora pueden irse a sus clases con sus tutores. Ellos les hablarán de como será el curso, de lo que necesitan y les entregaran una carta para sus padres.

Nos levantamos, prácticamente todos a la vez. Parecía que quisiéramos huir. Y no me extrañaba, normas nuevas, castigos nuevos, directora nueva y para colmo, uniforme.
La profesora de economía, nos acompañó a nuestra clase. El aula 17. En cuanto cerró la puerta y nos empezó a sentar por orden de lista, me di cuenta de que también sería nuestra tutora.
- April Ross, tercera fila. - Dijo señalando la mesa que daba a la ventana.- Y su compañero será, George Shelley.
Una vez acabó de sentar a todos los alumnos, la señorita Lemark comenzó a dar su discurso como tutora.
- ¿Contamos las veces que dice la palabra selectividad?- Rió mi compañero de mesa, al cual miré confundida. - George Shelley. - Estiró una de sus manos por debajo de la mesa a modo de saludo.
- April. - Estreché su mano.- ¿Eres nuevo?
- Sí. - Respondió sonriente.
- ¿Te gusta el instituto? - Le pregunté.
- Si te refieres a si me parece bonito, sí. Aquí pasaremos mucho más tiempo que en nuestras casas, es acogedor.
- ¿Acogedor? Diría muchas cosas de este colegio excepto ese adjetivo.
- Bueno, si no te gusta, piénsalo de este modo: Cuando más estudies, antes podrás irte de aquí. Además solo nos queda un año, no hay porque estresarse.
- Ya, bueno.- Miré hacia delante y seguí fingiendo que escuchaba a la profesora, mientra, en realidad, pensaba en lo fácil que me hubiera resultado este día si Harry estuviera conmigo.

 `
Por fin sonó el timbre de las 14.30. Lo que significaba que era hora de irse a casa, al fin.  En cuanto llegué le di a mi madre la nota que la tutora nos había dado a todos. De camino a casa la había leído. Tan sólo era el discurso de la nueva directora.
- ¿Qué tal te fue en tu primer día de clase? - Preguntó mi madre con interés.
- Bien.- Dije yo, subiendo a mi habitación.
Mientras decoraba la portada de cada una de mis libretas mi móvil sonó.
- Hola?
- APRIL, MI AMOR, PEQUEÑA STYLES.- Los gritos al otro lado del teléfono poco me dejaban entender que decían, aunque distinguí alguna palabra. - Dejadme hablar a mi. - Decía uno. - No, yo que soy su novio.- Escuché a Harry. - Pero tu hablaste ayer con ella, nos toca!- Dijo Liam.
- Hola, pequeña Styles. - Habló Louis.
- HOLA! - Dije feliz, casi llorando de la emoción.- Como estás? Como estáis todos?
- Hola A! 
- ZAYN! ¿Qué tal estáis? - Todo era un caos pero yo al escuchar todas sus voces era feliz.
- Cariño, vamos a poner el altavoz así podemos hablar todos. - Dijo Harry tomando el control.
- Chicos, que alegría. ¿Qué tal todo por España?
- Muy bien. - Dijeron al unísono.- ¿Qué tal tu primer día? - Preguntaron Liam y Harry a la vez.
- Bien, aunque odio el colegio.- Reí yo.- ¿ Dónde están Pam y Niall? Es que no les escucho y tengo ganas de hablar con ellos, sobre todo con Pammy.
Al otro lado, se hizo un silencio.
- Salieron a dar una vuelta. - Respondió mi novio. 
- Ah! - Dije triste. Desde que Pam se había ido no había vuelto a saber de ella. 
- ¿ No te conformas con nosotros? - Rió Louis.
- Claro que sí Boo.
- ¿Qué tal vosotros, chicos? Os echo mucho de menos a todos.
- Y nosotros a ti, tonta. - Habló Zayn. - Pues muchas fans y entrevistas.
- Y chicas guapas. - Añadió Harry riendo para meterse conmigo.
- Así que, ¿chicas guapas eh? Pues nada, nada. Quédate con alguna de ellas.- Reí yo.
- Nop. - Respondió él.-  Ninguna me interesa. Ninguna es como tú.
- OHHHHHHHHHHH! - Oí como los demás decían eso en tono romántico.
- Tenemos que colgar. - Dijo Liam.- TE QUEREMOS! - Dijeron juntos. -TE AMO!- Gritó Harry al fondo.- Siempre dando la nota.- Oí como Louis le echaba la bronca  a mi novio antes de colgar.

sábado, 3 de noviembre de 2012

Capítulo 52.

[SIGUE NARRANDO APRIL]


- A CEEEEEEENAR! - Gritó mi madre desde abajo.
- Anda vamos a cenar.
- No, espera  Harry. Primero dime eso que tienes que decirme.- Pero él ya me había agarrado de la mano, llevándome hacia el comedor.
Como era de esperar mi madre había hecho comida como para veinte personas. Me alegraba que contara con Harry para cenar pero tampoco hacía falta pasarse.
- Arroz con pollo, ¡qué rico!- Exclamó mi novio.
- Ojalá a April le gustara tanto esta comida. - Dijo mi madre.
- No te gusta? - Me preguntó Harry.
- A ver no es mi comida preferida pero tampoco me disgusta.
- Pues tu madre es una gran cocinera.- Sonrió él a mi madre.- Una pregunta, ¿cuándo llega el Señor Ross?- Añadió él, lo cual me sorprendió.
- Hoy no llega hasta tarde. Tiene mucho trabajo y tiene que quedarse en la oficina.¿Por qué? ¿Hay algún problema, Harry?
- Vera Señora Ross...
- Puedes llamarme Katherine, ya te lo he dicho.- Sonrió mi madre.
- Pues hay algo de lo que me gustaría hablarles, Katherine.- Miré atenta hacia él, impaciente y nerviosa por lo que diría.- Bien, ante todo debería saber que su hija no sabe de lo que estoy hablando y que bueno...- Harry tomo un poco de aire antes de proseguir.- Dentro de dos días los chicos y yo tenemos que irnos. Nos han preparado algunas entrevistas en España porque en unos meses comenzaremos el Tour por Europa.
- Qué? - Articulé yo una vez que reaccioné a lo que había dicho. Mi pierna comenzó a temblar. Es algo que siempre me pasa, un impulso nervioso. Harry cogió mi mano intentando tranquilizarme pero mi pierna golpeaba cada vez más  rápido.- ¿Te vas a ir? No entiendo nada.
- April, tengo que irme. Me dedico a esto. A cantar y a viajar. Es mi vida.
Las lágrimas se asomaron a mis ojos pero con fuerza las mantenía en su sitio para que no se me cayeran.
- Katherine sé que lo que le diré a continuación tendrá que hablarlo con su marido. He pensado en que April viniera conmigo.- Comencé a ver algo de luz en este túnel sin salida en el que creí que estaría metida.- Como bien dije, cantar es mi vida. Pero su hija forma parte de ella y no puedo estar sin April y tampoco puedo negarme a ir ya que es mi carrera. Quizás le parecerá una locura, sé que su hija comienza en una semana las clases pero yo podría buscarle una institución buena a la que asistir y así podría venirse conmigo...
- Harry, con todo respeto...- El tono de mi madre no sonaba bien.- ¿Estás escuchando lo que estás diciendo?
- Sí.- Contestó, seguro.
- Pero, ¿en qué demonios estás pensando?
- ¡Mamá! - Exclamé yo al oír la manera en la que le acababa de hablar a mi novio.
- Harry, será mejor que te vayas.- Dijo ella.
- No, él no se va. - Elevé mi tono de voz.
- Sí, esta es mi casa y yo decido.
- April, no pasa nada, yo me voy, mañana hablamos. - Me dio un beso en la mejilla y me susurró que no discutiera con mi madre.

- Se puede saber en que estás pensando, tú? - La fulminé con la mirada.
- ¿Con quién te crees que estás hablando? Yo no soy ninguna amiguita tuya, soy tu madre, te guste o no.
- Y él es mi novio, faltarle el respeto a él, es faltármelo a mi, te guste o no. - Sonó el teléfono y me levanté a congerlo.

Subí a mi habitación a hablar en privado. Era Pam.
- Me voy a España! - Exclamó ella feliz.- Imagina lo perfecto que va a ser todo. Tú, yo y los chicos por Europa. Podremos conocer Italia, París y muchos sitios más que siempre hemos querido y...
-Aún no sé si podré ir, Pam. - La interrumpí
- Seguro que te dejan. Me dejaron a mi. Tú que llevas meses con Harry tienes más posibilidades.- Se la veía tan ilusionada.
- Qué les has dicho a tus padres para que te dejaran?
- Que aprendería mucho más y que cogería mucha más cultura.
- Ah...- No tenía muchas ganas de hablar.- ¿Y lo de la foto? ¿La revista y eso?
- Al principio me sorprendió verme en una foto y me molestó pero en cuanto mis padres me dijeron que me dejaban ir con Niall, fue como si los demás problemas desaparecieran.- Notaba un tono de nerviosismo y felicidad al mismo tiempo en su voz.
- Pam, tengo que colgar, mi padre acaba de llegar a casa.
- Vale, mucha suerte. Ya verás como te dejaran.

Mi padre comenzó a gritar mi nombre. Bajé las escaleras, más lento de lo normal. Quizás por hacerme la "rebelde" ante mis padres, quizás por miedo a lo que me esperaba.
- ¿Qué se supone que pasa? - Preguntó él. Al parecer venía de mal genio.
- Nada. - Mentí.
- Su novio quiere que le acompañe a España. - Mi madre siempre tenía que meter la pata.
- Y que le has dicho Katherine? - Preguntó mi padre sin levantar la vista del plato de comida.
- Si estás pidiendo mi opinión, sin duda, que no vaya.
- Bien, yo opino lo mismo. - Contestó mi padre.
- ¿Por qué? - Pedí una explicación.
- ¿ Te crees que sabes mucho sobre el amor, verdad? Pero April, no tienes ni idea.
- Pero que sabrás de lo que tengo idea o no.- Grité yo irritada.
- April, tu única obligación es estudiar y punto. ¿Te queda claro? - Añadió mi padre.
- Los padres de Pam la dejan ir.
- Pues es una pena que no seamos ellos.- Dijo mi madre.
- ¿ No podéis entender que le quiero?
- Mira April Ross, hoy tuve mucho trabajo y acabo de llegar a casa. Lo último que quiero es que me vengas con tonterías. Al único sitio al que vas a ir es a tu habitación y castigada sin salir una semana.
- ¿Castigada? ¿Por qué? - Volví a gritar yo, llorando.
- Por que lo digo yo.
- ¿Quién os creéis que sois? - Dije yo sin pensar.
- Perdón? - Preguntó mi padre.- Desaparece de mi vista, April Ross.


Los días siguientes me quedé en casa, encerrada en mi habitación. No había comido mucho y no le hablaba a mis padres. Me había sonado muchas veces el móvil pero no atendía. Solo pensaba que Harry se iría y que yo no  podría acompañarle. Alguien tocó el timbre y aunque mi madre me pidió que abriera la puerta, no le hice caso y seguí acostada sobre mi cama. Cerré los ojos intentando no pensar en nada.
Comenzaron a acariciarme las mejillas y a secarme las lagrimas que me caían sobre la cara. Noté la colonia y reconocí el tacto de esa piel.
- ¿Harry? - Abrí los ojos.
- Cariño, ¿estás bien?
- Harry no puedo ir.- Él se acostó s mi lado y me abrazó fuerte.- No puedo ir. Tu te vas y yo no puedo. No puedo ir contigo.- Dije entre sollozos.
- Supuse que no podrías venir porque no respondías a ninguna de mis llamadas ni a las de Pam.- Dijo él en cuanto me tranquilicé un poco.
- ¿Has venido a despedirte, verdad?
- Sí, en cinco horas sale el avión pero tenemos que estar una hora antes en el aeropuerto de Manchester y aún tengo que hacer la maleta ...
- No te enamores de ninguna española.- Intenté sonreír pero mis lágrimas no paraban de manchar su camiseta.
- Tu eres perfecta para mi.- Respondió él, besándome en la frente.
- Y si te llegaras a enamorar de alguna, avísame antes de que me entere por una revista.- Continué bromeando para no pensar en que esa mismo noche se iría.
- April, escúchame, todo, absolutamente todo lo que tiene que ver contigo me gusta. Cada vez que miras hacia otro lado y rehuyes mi mirada porque algo te da vergüenza. Cuando una de tus piernas comienza a temblar porque algo te puso nerviosa. Me encanta verte dormir y despertarme a tu lado. Cada vez que me dices te amo. Y podría seguir diciéndote millones de cosas pero resumiendo April Ross todo de ti, me encanta, me enamora.- Harry se levantó y se puso la chaqueta que había dejado a los pies de la cama. Era el momento. El horrible momento de la despedida.
Me quedé mirándole a unos pocos metros de él.
- Anda ven aquí, mi amor.- Extendió una mano y se la agarré con fuerza.
- Te amo.- Le besé. Fue un beso cariñoso, dulce y, al mismo tiempo, triste. Lleno de melancolía.
- Te amo.- Me susurró ahora él al oído y sin mirar atrás salió de mi habitación.
Me quedé ahí, en medio de mi habitación, quieta. Me dejé caer hasta el suelo y recogiendo mis piernas con los brazos para cubrirme la cara, lloré desconsoladamente.

Escuché que mis padres cerraban la puerta de su cuarto, iban a dormir. En ese momento, y después de unas cuantas horas en el suelo, miré el reloj. Quedaban tres horas para que Harry y el resto se fueran a España. Ante tal pensamiento, reaccioné. Cogí mi mochila,  puse dos camisetas, un pantalón, ropa interior,una manta y un paquete de galletas. Cogí las llaves de casa y salí. Parecía que  todos estaban dormidos, lo que significaba que nadie podría detenerme. Abrí la puerta, intentando hacer el menos ruido posible y respiré libertad. Comencé a caminar. Eran las once de la noche, hacía frío y había mucha niebla, lo cual me impedía ver mucho más allá. Iba andando hacia The Rowley Park cuando noté que alguien se aproximaba detrás de mi. Miré hacia atrás. Era un chico al que no conseguía distinguirle la cara debido a la niebla. Retrocedí unos pasos, tropecé con una rama y caí al suelo. Me levanté lo más rápido que pude pero noté como esa persona se acercaba más a mi. Por un instante los dos nos quedamos inmóviles, tanto como el aire a nuestro alrededor, que prometía lluvia.
De pronto un miedo se apoderó de mi. El chico reduce la distancia dando dos pasos largos. ¿Qué pretende?me pregunto para mis adentros. El corazón me late con fuerza, me recogí el pelo para echar a correr sin que ningún mechón tapara mi escapatoria. Intento dar un paso, pero me tiemblan las piernas. Debo moverme, pero no puedo. Siento un cosquilleo extraño en los dedos, me recorre los brazos y se expande por todo el cuerpo. Una presión horrible me corta la respiración, un enorme peso bajo el que me flanquean las rodillas. Él dio un paso más al frente y pude al fin, reconocer sus rizos.
Las palabras quedan atrapadas dentro de mi. Intento mover los labios pero solo sale un grito ahogado.
- ¡April! - Dijo él abrazándome.- ¿Qué haces aquí? ¿A estás horas y tú sola? ¡Dios mio! Estás helada.- Puso su abrigo sobre mis hombros.
La presión aumentaba y lágrimas, más y más lágrimas caían sobre mi rostro.
- Harry por favor no te vayas, no quiero que te vayas.- Me cogió de la mano y me llevó hasta un banco del parque. Sacó la mochila de mi espalda y me colocó sobre su regazo.
- Se pasará rápido, ya lo verás, pronto estaré de vuelta.- Me dijo.- Pero por favor, en mi ausencia no hagas locuras y ante todo no te escapes de casa, por favor.- Su cara era de preocupación.
- Creí que si mi padres se despertarían y se darían cuenta de que no estoy en casa, por fin comprenderían que te quiero y que lo nuestro va en serio. Saldrían a buscarme y, vale, se enfadarían por haberles asustado, pero lo acabarían entendiendo y luego dejarían que me fuera contigo a España.
- Pero si estabas muy asustada cuando te encontré.
- ¿Y el vuelo? - Pregunté yo creyendo que quizás no iría.
- Sale en dos horas pero volví para despedirme de nuevo.- Sin querer hablar más de ese tema para aprovechar esos poco minutos, puse mi nariz en su cuello y le di pequeños besos hasta llegar a su comisura. Sus labios y los míos estaban a pocos centímetros. Noté las respiraciones de ambos entrecortadas. La culpa en parte la tenía el frío que hacía esa noche. Él entreabrió su boca. Yo hice lo mismo y con un leve empujón de su mano apoyada en mi cintura, nos unimos en un intenso beso. - Cariño, será mejor que volvamos a tu casa. - Dijo interrumpiendo ese momento y provocando que yo volviera a la realidad.
Me acompaño  y de camino hizo bromas acerca de lo que llevaba en la mochila y de "mi intento de fuga". Ya estábamos a pocos pasos de la puerta y ahí, Harry comenzó a cantarme.



- Te voy a echar mucho de menos, Harry.
- Y yo, pequeña.- Dijo con sus ojos llorosos.