viernes, 22 de noviembre de 2013

Capítulo 87.

[NARRA APRIL]

La ira me recorrió todo el cuerpo. Será capullo.
- Eres increíble.- Dije incrédula.
- Lo sé.
- ¡Qué te jodan, Harry! - Me giré para volver dentro y buscar a Ryan y a Lizzy. No quería permitir que nadie me estropeara la noche y menos Harry. Cuando iba a subir un pie en el escalón para entrar al pub, me mareé. Fue como si una fuerza tirara de mi hacia atrás y no me dejara avanzar, provocando que todo a mi alrededor diera vueltas y que mucho calor llenara mi cuerpo, provocándome una instantánea sensación de pesadez y agobio. Como si la tensión me acabará de bajar de repente.
Un soporte firmé me sujetó del brazo para evitar que me cayera al suelo. La mano de Harry.
- ¡Hey! - Dijo él haciendo fuerza cuando mi cuerpo, casi se desploma sobre el suyo. Sus ojos buscaron los míos pero me costaba mantenerlos abiertos. 
- L- lo siento.- Dije intentando incorporarme.- Será el alcohol. - Sabía que no era el alcohol, ya había bebido otras veces y se como me afectaba pero esta vez era diferente.
- ¿Qué has bebido? - Preguntó casi furioso.
- Lo mismo que tú y todos.- Respondí haciendo memoria. El camarero nos había traído a todos las mismas cervezas.
Harry puso su mano en mi frente y frunció el ceño.
- Estás ardiendo, April. Vamos te llevo a casa.- Dijo cogiéndome de la muñeca.
- No, ¡para! 
Harry me miró sin entender porque no quería irme con él. Yo le miré y después miré detrás, donde Kara nos observaba sin ninguna expresión en su cara, intentando evitar entrometerse en los asuntos de Harry y míos. Harry entendió lo que yo quería decir y se giró para hablar con Kara.
- Tengo que llevarla a casa, creo que tiene fiebre.- Le explicó mirando hacia mi.
- No pasa nada.- Le sonrió la rubia.- Quizás otro día.- Dijo guiñándole un ojo y dejando un papel con su número de teléfono en el bolsillo de la gabardina de Harry. Y volvió dentro.
- No tenías por que hacer eso. No quiero ser la responsable de que no tengas una buena noche.- Dije con la voz más débil de lo que esperaba.
- Quédate aquí, voy a por tu abrigo.- Dijo haciendo caso omiso a mi comentario.- No te muevas, en serio.- Volvió a girarse.
Me quedé allí esperándole. El calor rápidamente fue remplazado por un frío que me estaba haciendo tiritar. Mis dientes chocaban los unos con los otros por tanto frío que tenía.
- ¡Dios, April! - Dijo Harry lleno de preocupación.
Me ayudó a ponerme mi abrigo, y después se quitó su gabardina colocándome sobre los hombros para abrigarme más.
- Lo peor es que los dos acabemos enfermos.- Bromeé yo al ver que ahora él estaba en camiseta de manga corta. Harry no se rió. Él me acompañó hasta el coche, me abrió la puerta y me ayudo a subirme. Y después fue al asiento del conductor y condujo hasta su apartamento.
Cuando llegamos, me volvió ayudar para bajar y me dio la mano hasta que llegamos al ascensor. Yo me miré al espejo. Estaba horrorosamente pálida. Y las raíces de mi pelo estaban empezando a humedecerse por el calor de mi cuerpo, aunque yo sintiera muchísimo frío.
Fuimos hasta la cama y Harry sacó del cajón de su cómoda un termómetro.
- ¡Joder! - Dijo cuando vio el resultado.
- ¿Qué?
- Tienes 40 y medio de fiebre. Vamos.- Dijo levantándome de la cama entre sus brazos y llevándome al baño. Harry  me desabrochó el vestido por la espalda dando un profundo suspiro.
- ¿Q-qué haces?- Pregunté sin fuerzas para impedir que siguiera quitándome la ropa.
- Tenemos que bajar esa fiebre.- Dijo con un tono suave de voz.- Harry se acercó a la gran bañera y abrió el agua para que empezara a llenarse.
- Ha-Harry, tengo mucho frío.- Dije tiritando en mi ropa interior.
Él se acercó a mi, quitándome mi braga y sujetador de la forma más delicada como nunca lo había hecho, intentando no mirar mi cuerpo, ahora, desnudo. Me cogió entre sus brazos y me metió dentro de la bañera.
- ¡Dios, está helada!- Dije quejándome y pasando mis brazos alrededor de mi pecho para intentar protegerme lo máximo posible.
- Está tibia. Tu cuerpo está muy caliente.- Él se agachó y se sentó en el suelo del baño a mi lado. Me quedé callada. Sus ojos verdes miraban hacia el suelo, sus manos entrelazadas.
Si seguía allí iba a terminar quedándome dormida. Me costaba mantener los ojos abiertos.
- ¡Hey!- Me susurró Harry.
- M-mm. - Respondí con los ojos cerrados.
- Abre los ojos, April.- Me pidió Harry.- En serio, ábrelos.- Noté su tono de voz asustado.- April, abre los ojos y mírame. 
Escuché como cambiaba de posición. Una mano entró en el agua y me cogió la mía. Acariciando mis nudillos mojados.
- Abre los ojos, por favor.
Hice un gran esfuerzo para volver a abrirlos y un suspiro de alivio salió de sus labios.
- Vamos, voy a sacarte de ahí.
Envuelta en una toalla Harry me llevó a su cama. Harry estaba dispuesto a ponerme la ropa interior, cuando me incorporé lentamente para poder ponermela sola. Él fue a su armario y quitó una camiseta negra de allí y me la puso por encima de la cabeza, ayudándome a meterme dentro de la cama. Su ropa olía a él. 
- ¿Puedes pasarme una sudadera o algo? Tengo mucho frío.- Ya no tiritaba pero mis piernas temblaban.
- No creo que eso sea lo mejor. La colcha es muy abrigada.- Respondió quitándose la camiseta y los pantalones, y metiéndose dentro, a mi lado. Volvió a tomarme la temperatura. Había bajado hasta 38 y medio.


[NARRA HARRY]

(Escuchad esta canción, sobre todo para la parte final. Half a Heart  )

- En serio, Harry, tengo mucho frío.- Dijo April comenzando a tiritar de nuevo.
- Ven aquí.- Le dije atrayéndola a mi.
April se acomodó en mi pecho. Su temperatura corporal seguía estando más caliente de lo normal. Ella pasó sus dos manos alrededor de mi y se pegó todo lo posible. Estrujándome más de lo esperado.
- Lo siento.- Dijo relajando sus brazos.
- ¿Estás mejor?
- Sí, tienes el cuerpo muy caliente.
Yo le acaricié el pelo durante unos cuanto segundos sin decir nada. Sin saber porque, la imagen de Kara apareció en mi mente. Y eso provocó que me diera cuenta de que a la única persona que quería era April. Que a la única persona a la que cuidaría, sería April. Que no me hacía falta nada ni nadie más. Por muy guapa que fuera Kara, no era nadie para mí. Tener a April en mis brazos me hacía sentir vivo. Me hacía sentir completo. Haberla visto hoy tan mal, tan pálida, con tanta fiebre, hizo que casi se me parara el corazón. Me recordó cuando tuvo el accidente. Cuando la vi tendida en el suelo, en aquella camilla tan pálida y estática. Cuando  los médicos no me dejaban acompañarla. Cuando no pude estar ahí para ella. 
- ¿Estás bien?- Me preguntó April con un susurró al notar la tensión de mi cuerpo.
- Sí.- Dije besando su pelo.
- ¿Harry?- Volvió a hablar ella después de unos pocos segundos.
- ¿Qué?- Susurré.
- He estado pensando y...- Ella se alejó un poco para que pudiera mirarla.- Voy a intentar ser tu amiga, como me pediste. No quiero estar pendiente o celosa de las chicas con las que estés. Ni quiero que el hecho de vivir aquí, contigo, se complique solo por mis sentimientos. Así que como sé que tú no quieres perderme, voy a intentarlo. No prometo que vaya a salir bien. Pero sí que lo intentaré.
Aparté mi mirada de la de ella. ¿En serio?¿Ahora?. Ahora cuando yo estaba dispuesto a intentarlo por ella.
- ¿Tú quieres que seamos amigos?- Pregunté. Me costaba pronunciar las palabras.
- Quiero que seas feliz. A donde quiera que lleve esto...
Mi interior dio un vuelco con sus palabras y me sorprendió la cantidad de dolor que sentí. La tenía allí, entre mis brazos, pero ahora sentía como si hubiese perdido una parte de mí. Ella me estaba dando tiempo, y fue exactamente cuando yo no lo quería. El simple hecho de que ella fuera capaz de ser mi amiga, de decirlo en voz alta, de planteármelo, me hacía darme cuenta de que yo no quería eso. De que sin ella estaba perdido. Podría decirle que cambié de opinión, que se olvidé de eso, que ya no importa lo que dije de ser amigos,  y esperar que ella retirara todo lo que acababa de decir, pero sabía que no era justo para ninguno de los dos decirlo, justo cuando ella acababa de superarlo. 
Sonreí para luchar contra el dolor de mi pecho y la angustia que sentía.
- Apuesto uno de cincuenta, a que agradecerás esto cuando encuentres a tu futuro marido.
April frunció el ceño.
- No digas eso.
 No pude fingir una sonrisa después de aquello. Así que me límite a hacer lo único que quería hacer en ese momento. Volví a abrazarla. April se volvió a acomodar en mi cuerpo. Le di un beso en la frente y cerré los ojos hasta quedarme dormido.


[NARRA APRIL]


Me desperté rodeada por lo brazos de Harry. Me hubiese gustado quedarme ahí toda la mañana, pero sería un poco raro cuando ayer decidí "ser su amiga". Me moví lo más lento posible para despegarme de él y levantarme de la cama, sin despertarle. Él se quejó y poco a poco abrió los ojos.
- Buenos días.- Murmuró con una voz grave y sus ojos aún entrecerrados y un poco hinchados.
- Buenos días, Harry.- Le sonreí.
- ¿Te sientes mejor hoy? - Preguntó al recordar la mala noche que había pasado.
- Sí. Me duele un poco la cabeza pero supongo que será de la cerveza. Por lo demás, me siento perfecta.
Harry se estiró y se irguió de la cama para meter la mano en el cajón de la mesa de noche. 
- Toma.- Dijo dándome el termómetro.
- Ya estoy bien, de verdad.- Insistí.
Él no desistió y yo opté por aceptar el termómetro para que se quedase más tranquilo.
- 36.17. ¿No ves? Te he dicho que estaba bien.- Le sonreí.
- Si te vuelves a encontrar mal, avísame.
- No voy a salir de casa hoy, así que tranquilo.- Me levanté de la cama.- ¿Harry?
Él me miró expectante para que continuara hablando.
- Tienes que decirme cuanto debo pagar al mes. Sé que este ático es mucho más caro que mi apartamento, pero aún así me gustaría pagarte, al menos...
- No.- Me interrumpió.
- Harry...-Intenté que entrara en razón.- Supuse que no ibas a querer, pero yo estoy trabajando, puedo pagarte. No quiero quedarme aquí gratis, no es justo. Ben está pagando.
- Sí sabías que no iba a aceptar, ¿para qué me lo estás preguntando?
- Porque me da igual lo que me digas, voy a pagarte la pensión al mes que corresponde.
- No. No vas a pagarme nada. No me hace falta el dinero. 
- Pero Harry...
- No hay nada más que hablar, April.- Dijo él elevando un poco la voz.
- No tienes porque hacer esto, ya bastante haces dejando que me quede aquí.- Él frunció el ceño y abrió la boca para responderme pero yo no le dejé hablar.- Gracias.- Le di un beso en la mejilla y fui a la cocina para tomar algo de desayunar. Sabía que si intentaba hacer cambiar de opinión, acabaríamos discutiendo.- ¡Buenos días, Ben!
- Te veo bien, April.- Me sonrió.
La verdad es que comparando el dolor que pasé anoche no sé a que se venía este buen humor mañanero. Supongo que el hecho de aclarar las cosas con Harry, me había relajado. Aunque no haya sido lo que yo quería, creo que seré capaz de llevar todo este tema de la amistad, bien. O al menos, como le dije a él, lo intentaré. Y poder haber sido sincera con él, me hacía sentía liberada. Quizás lo mío y lo de Harry no puede ser. No ahora. Quizás solo debí disfrutar de él , como lo hice, cuando tuve la oportunidad. No puedo estar pendiente siempre que él quiera irse con otra chica. Y él ya me ha dicho que no quiere una relación conmigo. Tengo que pasar página de alguna manera, y quizás esta es la mejor. Al menos para él. Para poder seguir a su lado sin ser su novia, la única opción que me quedaba era poner de mi parte, hacer un esfuerzo, un gran esfuerzo en ser su amiga.
Mi móvil comenzó a sonar y creí que era Lizzy para asegurarse como había llegado a casa ayer por la noche. Pero me sorprendió cuando me salió un número en la pantalla que no tenía guardado en mis contactos.
- ¿Hola?
- ¿April? - Preguntó una voz masculina.
- Sí, ¿quién es?
- Soy Ryan.- Noté una leve risa.
Tragué salida al recordar que ayer también le había dejado plantado sin ninguna explicación.
- Esta vez si que tengo una buena excusa.
- Estoy deseando oírla.- Dijo amable.
- Tuve fiebre y Harry me trajó a su casa porque me encontraba muy mal.
- ¿Dormiste en casa de Harry? - Preguntó más seco.
- Sí, pero no es lo que parece.- A ver ahora como le explicó que vivo con mi ex novio.
- Está bien.- Noté como sonreía.- ¿Que te parece si me lo explicas esta noche? Siete y media paso a recogerte, ¿quieres?
- Emmm... claro.
- ¿En dónde? ¿Su apartamento?
- No. Tengo que ir a el piso donde vivía antes. Te paso la dirección por un mensaje.
- Perfecto. Hasta las siete y media, entonces.
- Sí.- Afirmé colgando.

- ¿Quién era? - Preguntó Harry, sobresaltándome cuando lo encontré justo detrás mía.
- Ryan.- Dije evitando su contacto visual.
- ¿Qué quería?
- ¡Qué te importa! -Reí yo ante su curiosidad.
- Creí que eramos amigos.- Sonrió él usando  nuestra nueva "amistad" como excusa para que le contara mi conversación con Ryan.
- He quedado con él esta noche.
- ¿Hay fiesta otra vez? - Preguntó.
- No.- Dije  bajando mi voz.- Solo él y yo.
Ben se atragantó con el café que estaba tomando, levantando su vista del periódico y mirando a Harry.
- ¿Vas a ir?- La expresión de Harry era seria.
- Me recoge a las siete y media.- Ben volvió a concentrarse en el periódico.
- Creí que hoy no ibas a salir. - Dijo él recordando lo que le dije en cuanto me levanté esta mañana.
Yo le miré con el ceño fruncido sin saber que decir. ¿A caso no puedo cambiar de opinión? Si mal no recuerdo el ayer iba a dejarme tirada para irse con Kara.
- ¿Aquí? ¿Te recoge aquí? - Preguntó cuando yo no respondí nada.
- No. Te iba a pedir si podías llevarme a mi apartamento, necesito traer más ropa y ya me ducho allí y me vestiré allí también.
- Sí, tranquila. Yo te llevo.- Dijo sin más, con ninguna expresión en su cara.
Harry se giró para irse a la habitación. Cuando pasó por el lado de Ben, éste volvió a levantar la vista, mirando a Harry con ojos preocupados, pero Harry no le hizo caso, yendo directamente a la habitación y cerrando la puerta detrás de él.





Para todas las que estéis interesadas en saber como es Kara. Pues escribí el capítulo pensando en Kara Rose Marshall here, tiene fotos con Harry porque le acompañó a él y a Lou Teasdale a una tienda de teléfonos móviles (creo) hace tiempo. Y recomiendo expresamente que leáis el capítulo con la canción que puse, la letra significa mucho y creo que queda bien con toda la parte en la que Harry quiere echarse para atrás y decirle lo que siente hacia April.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Capítulo 86.

[NARRA HARRY]

Después de noche tras noche durmiendo mal, levantándome con ataques de asma o teniendo alguna pesadilla, por fin había podido dormir bien. Al fin pude dormir una noche entera y tranquilo, sabiendo que April estaba al lado mío.
Cuando abrí los ojos, tenía el brazo de April alrededor de mi cintura. Intenté girarme lo más lento posible para no despertarla y poder mirarla. Su rostro estaba relajado, y su pelo a un lado, ocupando toda la almohada blanca. Tan solo mirarla me tranquilizaba, como si nada más existiera.
Me levanté y fui a la cocina. Ben ya estaba despierto, preparando la cafetera.
- Hola.- Saludé sin más yendo al estante para buscar dos tazas y una bolsa de té.
- ¿Desde cuándo tomas té?
- Es para April.- Expliqué, poniendo un poco de agua, el té dentro de la taza y colocando todo dentro del microondas.
- ¿Qué te traes con ella? - Preguntó Ben dando un sorbo a su taza de café.
Levanté la vista para ver su expresión. Era simplemente de curiosidad.
- Nada.
Él me miró, elevando sus cejas, como si no creyera mi palabra.
- Ella no tenía donde vivir, y le ofrecí venir aquí. Que no quiera salir con ella como antes, no quiere decir que quiera que se quede en la calle sin un lugar donde dormir.
- Entonces te sigue importando.
Le miré intentando deducir a donde coño quería llegar con todo esto.
- Nunca dije que no me importara.- Dije encogiéndome de hombros.
Ben dio otro trago a su café y fue de vuelta a su habitación. Casi siempre pasaba el día en su habitación trabajando con su ordenador, o fuera de casa, también trabajando.
Unos pasos ligeros se aproximaron a la cocina. April apareció delante de mí, con los pies descalzos y el pelo alborotado.
- Buenos días.- Dijo ella con media sonrisa.
- Toma.- Le di el té que le había preparado. Ella lo tomó entre sus manos y frunció el ceño.- ¿Qué?- Pregunté ante esa expresión.
- ¿M-me has hecho el desayuno?- Preguntó llevando la taza a sus labios.
- Sólo es un té.- Dije para quitarle importancia.- Si no lo quieres tomar, déjalo, me da igual.- Dije más duro y serio. No sé porque tanto drama por un puto té.
- No es eso.- Intentó que me calmara.- Gracias.- Dijo dedicándome una sonrisa.
Su móvil empezó a sonar. April se giró sobre sus talones y se dirigió a la pequeña mesa del salón, donde su teléfono vibraba sin parar.
- ¿Hola? Lizzy! - Contestó muy sonriente.- Sí, sí. Todo va bien.- Ella me miró como si Lizzy estuviera preguntándole si yo había hecho algo mal. ¿Ahora soy un ogro o qué?
- ¿Te llama para comprobar que sigues viva? - Bromeé yo.- ¡Ay que joderse!
April me miró ocultando su risa y mandándome callar. Yo seguí pendiente de ella y su conversación.
- ¿Te ha dicho eso?- April se puso roja.- ¡Vaya! No, no. Casi no le conozco... Oh no, no voy a ir....Iba a pedirte su número para disculparme con él pero con todo lo del piso no tuve tiempo... No creo que sea lo mejor...¿Qué? ¡Lizzy, no!...- April rió un poco hasta que sus ojos volvieron a encontrarse con los míos.- Nunca me divierto en esa casa....¿Ah no?...Está bien, iré.
- ¿Qué quería? - Pregunté sin más.
- Pedirme que saliera está noche.
- ¿Vas a salir? - Pregunté levantando mis cejas.
- Sí, ¿tú, no? - Ahora ella parecida sorprendida.
Pues no. La verdad no tenía pensando salir esta noche. Creí que quizás quería quedarse en casa y yo me quedaría con ella. ¿Pero qué coño me pasa? ¿Desde cuando no salgo un sábado?
- Sí, claro.- Volví a la habitación sin decir nada más.

[NARRA APRIL]

La mañana fue un poco extraña. Harry me había preparado el desayuno. Después pareció no querer salir y eso me sorprendió mucho más. Actuó raro durante toda la tarde, casi sin decir palabra. No sé porque se comportaba así. ¿Será el beso de ayer? No volvimos a hablar del tema. ¿Debería decirle algo? y si es así, ¿qué le digo?. No. Prefiero dejar las cosas como están.
En cuanto a Ben no supe nada de él en prácticamente todo el día, creí que había salido pero Harry me dijo que cuando se ponía a trabajar, no paraba ni para comer, así que supuse que estaría en su habitación.
La tarde se me pasó rápido con todo lo que estudie. Ya era hora de que empezara a prepararme para salir. Por una vez no iríamos a la casa de la fraternidad y eso me dio más ganas de salir. Sólo estaríamos unos pocos conocidos y muchos desconocidos bailando a su rollo, como es normal en un pub.
Decidí ponerme un vestido negro sin mangas con un collar para darle un poco de personalidad al conjunto. Me puse unos zapatos negros, los de plataforma de siempre, que sabía que no me lastimarían por mucho que bailara o caminara. Me dejé el pelo como siempre y me puse un poco de sombra negra en mis ojos y rímel, pero nada exagerado.
- ¿Ya estás listo?- Le pregunté a Harry que estaba echado en la cama, con un libro delante de sus narices.
Él me miró y tragó saliva. Sus ojos recorrieron mi cuerpo.
- ¿Piensas ir así?- Me preguntó con un tono de desaprobación.
- Sí. ¿Algún problema?
- Hace mucho frío, deberías ponerte unos vaqueros y una sudadera.
Me eché a reír ante sus palabras.
- Harry, vamos a salir. No voy a ir en sudadera. Además llevaré abrigo.
- Como quieras.- Dijo él cogiendo una gabardina negra larga.
Iba todo de negro, excepto por las botas, que eran beige. Pero con esa gabardina y el pelo hacia arriba, estaba extremadamente sexy.
Cuando llegamos al pub, y bajamos del coche, una ráfaga de frío pegó fuerte contra mis piernas. Intenté no tiritar porque no quería darle la razón a Harry, así me apresuré para entrar dentro. En la puerta un hombre que parecía un gorila, me pidió el carnet de identificación. Quité mi DNI del bolso y se lo enseñé. Harry en cambio entró sin más, dándole una palmadita en el hombro al segurata. Le miré con mis cejas elevadas.
- A veces, sigue siendo una ventaja haber formado parte de un grupo de música internacional.- Me explicó él, posando la mano en lo bajo de mi espalda para guiarme. Harry se quitó el abrigo y me ayudo con el mío. Se los dio ambos, a una chica, que los puso en un armario y le dio la llave a él.
- ¡April! - Lizzy vino corriendo y me dio un abrazo.
- Hola, a ti también, Liz.- Dijo Harry ante el desinterés de su amiga.
- Venid, estamos todos en la parte de atrás.
Lizzy me cogió de la mano, mientras Harry nos seguía por detrás. Cuando llegamos, estaban Matt, Jack, dos chicas que no conocía y Ryan, el cual me miró con una sonrisa resplandeciente. Me alegró no ver a Mery por allí.
- Ellas dos son Ana y  Kara, son mis compañeras de piso. Estudian fotografía conmigo, y Kara además de eso, es modelo - Me explicó Lizzy, las saludé con la mano y me senté al lado de Ryan, ya que él educadamente se había movido un poco para dejarme sitio.
Las dos chicas eran rubias. Ana tenía un rubio platino, totalmente natural, parecía casi blanco. Kara también era rubia, aunque me daba la impresión de que teñida, e increíblemente guapa. Las dos se apartaron para dejarle un lugar en medio a Harry. Harry les sonrió y se sentó.
- Lizzy me ha dicho que me estuviste buscando la última vez en la casa de Jack, lo siento mucho.- Le hablé a Ryan intentando explicarme.- Yo...la verdad es que no tengo ninguna buena excusa para ponerte, incluso iba a pedirle tu número a Lizzy para llamarte y disculparme pero bueno tampoco lo hice.- Dije poniendo una mueca.
- Me alegra que Lizzy te haya dado mi mensaje de que quería verte hoy.- Respondió acercándose un poco más a mi.
Un camarero vino y nos puso unas cuantas cervezas encima de la mesa. Aunque se detuvo un poco para observar el escote de mi vestido.
- Ya has puesto las cervezas en la mesa, lárgate.- Dijo Harry fulminándole con la mirada.
Yo le miré sin entender porque acababa de hacer eso. Me fije en Ana, la cual estaba totalmente embobada observando el rostro de Harry. Como si le idolatrara. Kara en cambio estaba intentando no prestarle mucha atención, pero algo me decía que solo era su truco para poder conseguir más atención por parte de Harry.
- ¿Para que querías que viniera? - Retomé la conversación con Ryan.
- Me gusta tu compañía.- Le sonreí sin saber muy bien que decir.- Aunque me enfadó que te fueras sin tan siquiera despedirte, sé de que forma puedes compensarme.- Ryan puso su mano en mi pierna.
Me sentí extraña y un poco incómoda, sobre todo al recordar nuestro primer encuentro.
- Ryan, no. No soy de esas con las que te puedes ir tan solo una noche.- Él me miró relajando su expresión, acariciando mi pierna y retirando su mano.
- Lo sé. Ya me lo has demostrado.- Dijo él como si acabara de recordar lo mismo que yo.- Siento si me malinterpretaste, no quería que pensaras eso. Me refería a que quizás, algún día de estos podríamos salir por ahí.
- Ya estamos saliendo por ahí.- Respondí sin entender muy bien lo que quería decir.
El camarero trajo la tercera ronda de cervezas.
-  No me refiero a esto.- Dijo haciendo un gesto al resto de lo que estaba allí. Todos parecían estar en sus conversación, excepto Harry, el cual estaba pendiente de Ryan y yo.- Sólo tú y yo.
- No sé ...- No estaba preparada para intentar salir con otro chico. No mientras siguiera pensando en Harry.
- ¿Lo pensarás, al menos? .- Yo asentí con la cabeza, dando un trago a la botella de cerveza.
Lizzy me miró y me pidió que la acompañara al lavabo. Me levanté y fui con ella. Siguiéndola entre la multitud de gente.
- ¿Te estás divirtiendo?- Me preguntó cuando llegamos.
- Sí.- Me parecería muy dulce de su parte que se preocupara por saber como la estaba pasando.
- ¡Bien! - Dijo dando unas cuantas palmadas.- Harry no para de prestarte atención.- Lizzy empezó a pasarse las manos por el pelo para desenredárselo.
- Sólo estoy hablando.
- Ya, ya. Pero se le ve bastante molesto al verte con Ryan.- No dije nada.- En serio no te quita los ojos de encima.- Rió ella.
 Intenté mantenerme tranquila, pero mi corazón latía rápido y yo estaba intentando evitar sonreír de oreja a oreja.
- No sé que problema tiene con que hable con Ryan, además se supone que es su amigo. Y no está ligando conmigo - Me quedé callada unos minutos.- Bueno, eso creo.
- ¿A qué te refieres con "eso creo"?
- Me ha pedido que salga con él, por ahí, algún día.
- ¿QUÉ? - Lizzy empezó a reír.- ¿Y qué vas a hacer?
- No creo que acepte. No estoy preparada, no aún.
- No te está pidiendo que seas su novia, April. Relájate y disfruta. Puede que Ryan sea lo que te haga falta para distraerte un poco y no  pensar tanto en Harry.
- No sé...
- Hazme caso.- Ella sonrió y después me cogió para volver.
Cuando llegamos Jack y Matt se llevaron a Lizzy a la pista de baile. Se notaba complicidad entre ellos. Me resultaba raro ya que no se parecían en absoluto a Lizzy, al menos lo poco que sabía sobre ellos. Ella se preocupaba mucho más por estudiar y creo que es más responsable. Me giré para mirarlos y Lizzy estaba bailando, como nunca antes la había visto. Matt y Jack estaban situados uno delante y otro detrás de ella, mientras los tres bailaban al ritmo de la música.
- ¿Bailas? - Dijo Ryan levantándose.
- ¡Claro!- Dije sin pensar. La verdad tenía ganas de levantarme y moverme. Unirme a Lizzy y a sus amigos y perder un poco el control. Si continuaba sentaba en esa mesa, acabaría quedándome dormida por tanta cerveza en mi organismo, así que tenía que moverme. Y la música me incitaba a ello.
En cuanto acepté, Harry se levantó.
- Bailemos, Kara.- Dijo ofreciéndole su mano.
Ella no dudo, pero tampoco se levantó con excitación, como muchas otras hubieran hecho. Me dio pena Ana. Allí sentada. Sin ningún chico que la sacara a bailar. No era una chica muy agraciada, pero ¿quién soy yo para judgar la belleza de las personas, cuando ni siquiera me gusto a mi misma?
- Ana, ven.- La animé.- ¡No vas a quedarte ahí sola! - Le sonreí.
Ella se levantó sonriente y todos fuimos a unirnos a Matt, Jack y Lizzy.

[NARRA HARRY]

Lizzy fue a la barra y se trajo otra cerveza para ella y otra para April. Conociéndolas a las dos, ya debían ir bastante contentas para seguir bebiendo, pero no hice nada para impedirlo. Kara se acercó a mi y empezó a moverse. Movimientos lentos y sensuales. Intenté mantener mis manos lejos de ella. Ryan pasó la mano de April por detrás de su cuello, para estar más cerca. Me puse rígido, intentando concentrarme en Kara. Esta chica era realmente guapa. Sus ojos eran penetrantes. Sus movimientos, incluso la manera que tenía de hablar era sexy. Ryan empezó a susurrarle cosas al oído que no pude entender ni oír, pero April sonreía. Aunque imagino que era más cosa del alcohol que por lo que ese gilipollas le estuviera diciendo.Volví mi atención a Kara. Puse mis manos en su cintura y la atraje a mi.
- Eres muy sexy.- Le susurré al oído. Ella medio sonrió.
- ¿Esa es tu mejor manera de ligar? Un poco patética, ¿no crees?- Dijo con un tono de humor.
No pude evitar que se me escapara un carcajada por la manera en la que lo dijo. Ahora la atención de April, estaba puesta en mi. Aunque ella seguía bailando con Ryan. Yo hice como si no me diera cuenta de que sus ojos estaba puestos en mi.
- Para ser una mala forma de ligar, estás aquí bailando, conmigo. Y además, no intentaba ligar, era solo un halago.- Dije riendo entre dientes.
- ¿Debo darte las gracias entonces? - Dijo ella susurrando en mi oído.
- ¿Te crees que haciéndote la dura, vas a conseguir más mi atención?
- Dímelo tú.- Respondió seria y mirándome. Esperando una reacción.
Elevé la vista por detrás de ella, para fijarme en que estaba haciendo April. Sus ojos aún estaban pendientes de mis movimientos. Bajé hasta tener a mi disposición el oído de Kara.
- Me gusta las chicas duras.- Susurré con voz grave .

[NARRA APRIL]

No podía creer que Harry me estuviera haciendo esto. Ahora esa tal Kara, se había pegado más a él. Harry mantenía su sonrisa y cara de satisfecho en el rostro. Su mirada se clavó en la mía unos pocos segundo hasta que volvió a mirar a Kara, atrayéndola más a él.
- ¿Podemos ir a tomar el aire? - Le pedí a Ryan.
- Claro, ¿cojo tu abrigo?
- No, es igual.- Dije al recordar que Harry tenía la llave donde se encontraba mi chaqueta.
Ryan me cogió de la mano para no perderme. De repente se paró y saludó a un chico.
- Esta es April.- Dijo introduciéndome. Me sonaba la cara.
- Ya sé quien es. ¿Te acuerdas de mi, preciosa?
Yo me quedé callada, pensando de que conocía a este musculoso chico.
- Stephan, ¿verdad?
- M-mm- Afirmó él.- Me alegra que te acuerdes de mi.- Sonrió.- ¿Estáis juntos?
- No.- Me apresuré a decir yo.
- Sólo somos amigos.- Dijo Ryan  un poco a disgusto para no dejarme quedar mal.
- ¿Y está esta belleza soltera? .- Preguntó con una expresión extraña en su cara.
- Eso es asunto mío, ¿no crees?
- Uhh, me gustan las chicas con carácter.- Sonrió.- ¿Habéis venido con Styles? Me gustaría verle.
- Sí, estará por ahí.- Dijo Ryan sin darle importancia.
- Bueno, ya hablaré con él en otro momento. Un placer haberte vuelto a ver, preciosa.
Ryan retomó el camino hacia la entrada. No sé porque pero ese chico me parecía repulsivo. No por su aspecto físico. No era mi tipo pero no era feo. Pero su actitud no me gustaba, nada. De hecho me daba un poco de miedo.
Cuando al fin llegamos fuera hacía mucho más frío que antes. Ni Ryan ni yo teníamos nada para protegernos de el viento frío.
- Hace mucho calor ahí dentro.- Dijo él, como si el frío no le afectara.- Debes de estar pasando mucho frío- Volvió a hablar, echando un vistazo a todo mi cuerpo.
- Un poco.
- Has venido muy guapa. Ese vestido te queda muy bien. Tienes unas piernas largas y bonitas.
- Muchas gracias.- Le sonreí.
¿Por qué no, entonces? Lizzy tenía razón. Ryan no me estaba pidiendo nada serio, sólo salir por ahí. Y después de ver el comportamiento de hoy de Harry, solo quería olvidarme de él de una vez. "Es irónico que pienses eso cuando vives en su piso" Habló mi subconsciente. Cierto. Pero quizás es hora de que realmente intente ser su amiga. Por mucho que no quiera eso, lo prefiero a tener que sufrir cada vez que lo vea con otra chica. Si pongo de mi parte, tiene que salir bien. Es lo que quiere él. Quiere que seamos amigos. ¿Por qué el beso de anoche, entonces? Preguntas que seguían ahí y que prefería no saber la respuesta. Él mismo dijo que ni siquiera sabía porque lo había hecho.
- ¿Me has oído? - Preguntó Ryan.
- No, lo siento ¿qué me has dicho?
- Que estás pálida. Creo que deberíamos entrar antes de que te enfermes.- La cabeza me pesaba un poco  pero ya no tenía frío. De hecho tenía bastante calor.
- Sí, entremos. Pero Ryan...- Él se giró.- Llámame un día para quedar.
- ¿De verdad?- Sonrió.
- Sí.
Harry nos interrumpió, saliendo de allí con Kara detrás de él.
- Jack quiere hablar contigo.- Dijo él fulminándole con la mirada.
Ryan entró esperando que yo fuera detrás de él. En cambio, me quedé allí parada.
- Yo me largo, ¿vas a venir o le pides a Ryan que te lleve? - Preguntó con un poco de ironía.
- Habíamos quedado en que vendríamos y nos iríamos juntos.- Le recordé la conversación que tuvimos en el coche.
- Ya, pero he cambiado de planes.- Dijo guiñándole un ojo a la rubia.





Ante todo agradeceros a todas las que me comentáis. Me hace muy feliz ver comentarios nuevos y poder compartir mis opiniones también con vosotras. Y después me gustaría saber si alguna de vosotras ha escuchado Midnight Memories. Me ha encantado el CD. Creo que se les nota una gran madurez, estoy deseando ir a verles para poder escucharlo en directo!.




domingo, 17 de noviembre de 2013

Capítulo 85.

[NARRA APRIL]

- ¿Estás segura de esto?- Habló Lizzy, mientras terminaba de meter alguna de mis prendas en la maleta.
- No. Es una locura. Sé que es una locura. De hecho no sé porque accedí...
- Ya sabes que si tengo que echarle la bronca o tener una seria conversación con él por algo que te ha haga, lo haré.- Ella se acercó a mi para abrazarme.
- Gracias, Lizzy.- Le devolví el abrazo.
- Ahora me siento culpable.- Dijo ella.- Podría haber esperado para conseguir otros compañeros y ahora por mi culpa te tienes que ir del piso...
- No seas tonta. Me quedo mucho más tranquila sabiendo que ya tienes nuevos compañeros. Yo te dije que los consiguieras. Además no es tu culpa que yo no pueda pagar el piso, es culpa de mis padres y tarde o temprano tendría que marcharme...

- ¿April, estás lista ya?- Dijo Harry con una expresión seria, apoyando su espalda contra la pared de la habitación que ya no sería mía nunca más.
- Sí, ya estoy. - Respondí cogiendo mi mochila y mi dos pequeñas maletas.
- Te llamaré.- Dijo Lizzy abrazándome una vez más.
- Espero que lo hagas- Le sonreí.
En cuanto salimos por la puerta de mi no-apartamento, sentí un poco de vacío dentro de mi. Ese sitio había sido mi casa durante dos meses y echaré de menos la privacidad que tenía.
Harry me cogió la mochila y se la colgó al hombro. Mientras con las dos manos cargaba mis maletas. Nos subimos a su coche sin decir ninguno de los dos palabra alguna. Pero en cuanto lo puso en marcha, empezó a sonreír.
- ¿Qué? -Pregunté sin entender su expresión.
Él me miró aún con la misma sonrisa.
- Nada. Sólo me alegra que hayas decido venir a vivir conmigo.
- Sólo hasta que encuentre otro apartamento.- Le recordé
- Sólo hasta que encuentres otro apartamento. Lo sé.
Ya era de noche cuando llegamos a su apartamento. Ben estaba echado en el salón, viendo la televisión. Me miró con una sonrisa, la cual le devolví, sin que Harry me diera tiempo a acercarme a él para poder saludarle correctamente. Él  me llevó directa a su habitación.
- Emmm...bueno.- Estaba más nervioso ahora.- Te he hecho un sitio en mi armario. Tienes dos estantes y la mitad del perchero para ti.- Dijo tocándose la nuca.
Me acerqué al armario para ver el espacio. Él había apilado, como pudo, toda sus camisetas en solo un estante para poder dejarme a mi dos. Y había juntado todas su perchas, lo más pegadas posible, a un lado del armario. No pude evitar sonreír al pensar que considerado fue.
- Gracias, Harry.
- Sí, bueno, no es nada. ¿Tienes hambre?
- Un poco.- En realidad estaba muerta de hambre pero no quería sonar aprovechada.
- Ven, vamos a cenar algo.- Harry me cogió de la mano para salir fuera de su habitación. Noté la mirada de Ben sobre nuestras manos entrelazas, y mis mejillas se enrojecieron. Si se supone que Harry y yo estamos compartiendo apartamento como amigos, esto me iba a costar más de los que creía. Y no había pasado ni un día.
- Prepararé algo de cenar.- Me ofrecí.
- No, no hace falta. Pediremos algo para que lo traigan aquí.
- No me cuesta nada.- Insistí yo. Quería sentirme útil para evitar pensar en mi decisión de haber elegido el apartamento de Harry y Ben como el mejor lugar en donde vivir. Ben miró a Harry esperando una respuesta. Harry no dijo nada.- Dime donde están las cosas para poder ir cocinando.- Le sonreí yo.
En la siguiente hora, Harry estuvo pasándome las ollas, indicándome donde estaban los cubiertos y como encender la cocina. Ben puso la mesa y los tres son sentamos en aquella mesa circular.
- ¡Realmente exquisito!- Dijo Ben.
- Muchas gracias.
- No recuerdo que cocinaras tan bien.- Bromeó Harry durante un segundo y al instante se puso serio al darse cuenta lo que acababa de decir. Él bajo su mirada al plato y se lleno la boca para evitar hablar. Yo me quedé sin habla. El recuerdo de las veces que le cociné cuando estuvimos juntos, ocupaba ahora mi mente.
- ¿Quién te enseñó a cocinar tan bien? - Ben intentó cortar la tensión que se había creado en la mesa.
- Es la receta de arroz con pollo de mi madre.
- Una gran cocinera, entonces.- Halagó Ben educadamente.
Cuando acabamos de comer, Ben se ofreció para recoger la mesa. Yo fui a la habitación de Harry para poner en orden mis cosas. Ya tenía casi todo acomodado en el armario. Sólo me faltaba guardar mi ropa interior. Harry estuvo todo el tiempo apoyado contra la puerta mirando cada una de las cosas que hacía.
- Harry...¿dónde puedo poner mi ropa interior? - Sus ojos se encontraron con los míos y después se dirigieron a mis manos, donde tenía un gran montón de sujetadores y bragas. Noté como un calor me subía hasta las mejillas.
Es una tontería que me ponga así, después de tanto tiempo. Después de lo de la otra noche. Pero no podía controlarlo.
- Oh...emmm...claro.- Harry recorrió rápidamente la habitación con sus ojos y después se acercó hacia una cómoda. Quitó de uno de los primeros cajones sus calzoncillos y los colocó solo en uno.- ¿Te sirve con un cajón o necesitas más?
- Uno está bien.- Guardé mi ropa dentro y lo cerré.
Ahora que ya había desempaquetado todas mis pertenencias ya no me quedaban más cosas con las que distraerme.
- Ben y yo vamos a ver una película...¿quieres verla con nosotros?
- Sí, claro.- Le sonreí, saliendo de la habitación. Cuanto menos tiempo pasara con él, a solas, mejor. No sé como iba a salir todo esto. Sigo creyendo que no ha sido una buena idea y sólo de pensar que dormiría con Harry, en la misma cama, me ponía mucho más nerviosa. Por un lado ya tenía ganas de que llegara la hora de dormir y poder estar con él, pero por otro, no. No quería meterme en la misma cama y tener que fingir que él no está ahí. No abrazarle. No tocarle.
- Están dando Saw VII en la tele, ¿vemos esta? - Preguntó Ben.
Harry se sentó en el sillón y yo me senté a su lado. Estuve a punto de decir que no quería ver esa película. Había visto la primera y me había parecido repugnante, pero no quería quejarme la primera noche que pasaba allí.
Durante gran parte de la película noté la mirada de Harry pendiente de mi. Yo intenté estar todo lo concentrada posible en la televisión y no caer en la tentación de mirarle.
-¡Dios, que asco! - Cogí uno de los almohadones que tenía al lado y me tapé la cara con el, cuando uno de los protagonistas se estaba sacando a si mismo una muela y después se colgaba unos ganchos en la piel de su pecho.
Harry y Ben se rieron ante mi reacción. Yo les pedí que me avisaran cuando esa parte terminara y así podía terminar de ver la película.

- Buenas noches, April.- Ben se acercó a mi y me dio un beso en la mejilla. Después se digirió a su habitación.
Harry y yo nos levantamos a la vez del sillón. Yo fui detrás de él hasta la habitación y ambos nos pusimos el pijama.
- ¿Vas a dormir así?
- Sí, ¿qué tiene de malo? - Preguntó él.
Pues que vas a dormir en boxers. Sin camiseta. En mi misma cama. A mi lado. ¿Se puede saber cómo voy a hacer para poder concentrarme en dormir sin pensar que le tengo casi desnudo a pocos centímetro de mi cuerpo?
- Nada.- Mentí.
- Tú vas a dormir con eso.- Dijo señalando a mis pantalones rosas.
Mi subconsciente rió cuando Harry dijo eso. Los había llevado a propósito porque sabía que le gustaban.
- ¿Y?- Pregunté haciéndome la tonta.
- ¿Que son super hiper cortos? - Respondió Harry intentando ocultar su sonrisa pero sin quitar su vista de mi pijama.
- Hace calor en esta habitación.- Dijo girándome para ir a un lado de la cama.
Harry se puso al otro lado y nos tapó a ambos con la colcha blanca y gorda de plumas. Ambos nos quedamos en silencio. Harry tenía sus dos manos sobre el pecho entrelazadas y su mirada estaba fija en la pared de en frente. Yo recorrí rápidamente la habitación con mis ojos. Nunca antes me había fijado en su cuarto detenidamente, ya que la primera vez que estuve allí estaba demasiado borracha como para pensar en algo más que no fuera dormir, y la segunda, bueno, la segunda estaba demasiado ocupada en quitarle la ropa a Harry como para fijarme en algo más.
La habitación no era extremadamente grande, pero si amplia para tan solo una persona. No tenía decoración por la paredes, ni tampoco fotos o recuerdos sobre los estantes o los muebles. Encima de su mesilla había un libro y una lámpara de noche. En una de las esquinas había una guitarra.
- ¿Aprendiste a tocar la guitarra?
- ¿Eh? - Preguntó él como si estuviera inmerso en sus pensamientos y acabara de salir de ellos.
- La guitarra.- Dije señalando.- ¿Sabes tocar?
- Ummm.... algunos acordes, sí.
Estuve a punto de preguntar si había vuelto a cantar pero no me atreví. Era mi primera noche allí y lo último que quería era discutir o traerle malos recuerdos.
Harry me miró con esos ojos verdes y su rostro serio. Ambos en silencio, observándonos mutuamente. Cada una de sus facciones eran perfectas. Su mandíbula bien marcada. Su nuez. Sus ojos. Su nariz. Y sus labios. Esos labios en forma de corazón. Tan rosados. Tan suaves. Su pecho al descubierto, con esos pájaros y su mariposa. Esa mariposa. Estoy completamente segura de que veo ese mismo tatuaje en otra persona y me parecería horrendo. Bueno, en realidad, la primera vez que lo vi me pareció espantoso. Pero ahora la encontraba extremadamente sexy. ¿A qué persona en el mundo le quedaría bien una mariposa enorme en un torso tan espectacular? Solo a él.
Su pecho bajaba y subía más rápido de lo normal. Levanté la vista y sus ojos estaban pendientes de mis labios y antes de que pudiera reaccionar Harry se lanzó y me besó. Un beso fuerte y pasional. No opuse resistencia. Su boca se fue relajando hasta que su lengua lentamente, muy lentamente buscaba la mía. Con un simple movimiento Harry se colocó sobre mí. Ahora todo su cuerpo estaba sobre el mío. Un breve y agudo gemido escapó de mis labios al notarle. Mis manos fueron al rededor de su cuello. Sus labios no dejaban los míos ni un segundo. Yo empecé a dejarme llevar, quería dejarme llevar. Pero mis pensamientos me lo impidieron.
- Harry...- Intenté hablar. Mi respiración era agitada y descontrolada, igual que la suya.
Él se apartó, escaneando mi cara. Entonces se alejó de mi, colocándose en su posición anterior con el ceño fruncido.
- Lo siento.- Dije.
"¿Se puede saber cual es tu problema? Lo tenías todo para tí." Dijo mi subconsciente malhumorada.
- Tienes razón.- Dijo él pasando una mano por su pelo despeinado.- Dijimos de ser amigos. Siento haber hecho eso. Ni siquiera sé por que lo hice.
¿Qué? No. No quiero ser su amiga pero tampoco quiero que juegue conmigo. ¿Qué demonios quiere?
Iba a decir algo cuando se giró, dándome la espalda y apoyando su cabeza en la almohada.
- Buenas noches, April.- Dijo apagando la luz.
Yo me giré hacia el otro lado, sin decir nada más. Aunque mi corazón iba a mil por hora, y mi cabeza estaba llena de preguntas y pensamientos.




Ante todo decir que siempre leo los comentarios que me ponéis y siempre, siempre los contesto. Me encanta saber vuestra opinión y agradezco que me la digáis a través de comentarios lo que pensáis. He visto que a muchas os interesa que los demás chicos vuelvan a aparecer. Como ya he dicho, OS ASEGURO, que aparecerán. Todos y cada uno de ellos. Lo que pasa es que no puedo adelantar tanto la novela y quiero que aparezcan en el momento oportuno. Espero que lo entendáis y que seáis pacientes con ese tema. Yo intento escribir siempre que puedo pero también tengo clases a las que asistir, y exámenes que debo estudiar, así que si a veces tardo más tiempo en subir un capítulo la razón es esa. GRACIAS POR ENTENDERLO, POR LEER, Y POR SEGUIR AQUÍ, APOYÁNDOME.

viernes, 8 de noviembre de 2013

Capítulo 84.

[NARRA APRIL]

El fin de semana pasó sin que yo lo aprovechara en lo más mínimo. Era la primera vez que iba a la universidad sin tenerlo todo organizado y los deberes hechos. Por suerte los profesores no te hacen caso y la mayoría no sabe ni tu nombre por la cantidad de alumnos que hay en una clase.
Cuando terminé, me comí un sandwich que me había preparado en casa, de camino al trabajo. Quería llegar pronto y hablar con Jacob, mi supervisor, para preguntarle si podía añadir más horas.
Tan solo me quedaban cuarenta y cinco minutos, y los lunes la cafetería no estaba muy llena, así que decidí ir a hablar con él.
- Podría ponerte una hora más pero la ganancia sería prácticamente la misma.
- No me serviría de nada, ¿no? - Pregunté decepcionada.
- No...solo te quitaría más tiempo para hacer otras cosas.
- Está bien, gracias por ser sincero conmigo.- Le intenté sonreír y volví al trabajo.
- Lo siento, April. - Se disculpó Jacob.
Volví al lado de mi compañera de trabajo.
- Te están esperando...- Me dijo Claire mirando hacia una de las esquinas.
Seguí su mirada hasta ver a Harry sentando y mirándome. Antes de ir hacia él, le preparé un café y fui directamente, para ahorrarme dos viajes.
Él sonrió cuando se lo dejé sobre la mesa.
- Hoy quería un té.- Dijo él mirándome evitando sonreír.
- Ahora te fastidias, y tomas el café.- Le di una sonrisa falsa y él se echó a reír.
Cuando me giré para ir detrás de la barra, Harry volvió a hablarme.
- ¿Qué tal tu fin de semana?
- Bien.- Mentí.
- ¿Has pensando en lo que te dije de ser amigos?
- Ya te he dicho lo que pienso sobre eso...- Evité mirarle a los ojos.
- ¿No puedes sentarte unos minutos?
- Estoy trabajando, Harry.
- Ya están todas las mesas atendidas, y sólo quedan quince minutos para que acabe tu horario.
- Tengo que limpiar las cosas que utilicé.- Dije sin ganas de tener una conversación o discusión con él.
- Está bien, esperaré a que acabes.
En cinco minutos ya tenía todo limpio y aún me quedaban diez antes de terminar mis horas exigidas. Empecé a limpiar las cosas de Claire. Quería sentirme ocupaba y evitar enfrentarme a Harry.
- ¡Ya son las seis!- Harry dijo efusivo detrás de la barra.
Me puse el abrigo y él me abrió la puerta para que saliese.
- Vamos. Te llevo.- Dijo dirigiéndose a su coche.
Yo no me negué. Me senté en el asiento del copiloto y esperé a que pusiera el coche en marcha.
- ¿Qué tal tu fin de semana? - Volvió a preguntar Harry.
- ¿Otra vez? Ya te dije, bien.- No estaba de ánimos para nada.
- Ahora quiero que me digas la verdad.- Yo miré hacia él, sorprendida porque se diera cuenta de que le estaba mintiendo, Harry siguió con la vista en la calle.
- Una mierda.- Admití al fin. No había hablado con nadie de la conversación que había tenido con mi padre y realmente me hacia falta desahogarme o que alguien me ayudara a encontrar una solución.- Mis padres me van a dejar de dar dinero , y tengo que encontrar una forma para poder pagarme el apartamento.
- ¿Por qué han hecho eso? - Su tono de voz era de incredulidad.
- Porque creen que estoy contigo y creo que piensan que acabaré volviendo a casa con ellos porque no encontraré otra forma de pagármelo por mi cuenta.- Yo estaba mirando hacia la ventana.
Pasaron unos cuantos minutos y Harry no había contestado. Le miré y pude comprobar que él se estaba aguantando para no soltar palabras acerca de mis padres que pudieran hacerme daño.
Paró el coche en frente de mi apartamento.
- ¿Cuando dejan de dártelo?
- A fin de mes.
- Joder, fin de mes es este viernes.
- Lo sé...- Abrí la puerta para bajarme del coche.- Gracias por traerme.- Se me hacia imposible mirarle y no recordar la noche que tuvimos. Había sido tan perfecta.
- April.- Harry me llamó. Yo volví a girarme y baje hasta la ventanilla para poder mirarle.- Yo te puedo dar el dinero.
- ¿Qué? - Su expresión era seria.- No quiero tu dinero, Harry.
- Ya sé que no lo quieres, pero yo no quiero que te quedes sin una cama donde poder dormir.- Le vi preocupado. Mi corazón dio un vuelco cuando le miré a los ojos. Estaba hablando seriamente y ver lo mucho que se preocupaba por mi, haciéndome creer que todavía tenía posibilidad de estar con él.
"Ya te dijo que no, deja de hacerte ilusiones", mi subconsciente me dio un golpe en el estómago.
- Piénsalo al menos.- Arrancó el coche y se fue.

Me sorprendí cuando entré en mi apartamento y me encontré con Niall dentro con algunas cajas con ropa de Pam. Él me miró sin saber que decir o como explicarse.
- Emmm...toma.- Niall me extendió una papel doblado.
Lo abrí un segundo para ver de que se trataba. Era una carta de Pam. La guardé en el bolsillo trasero de mi pantalón para leerla cuando estuviera sola.
- ¿Dónde está Pam?
- Está en clase.- Niall estaba más nervioso de lo normal.
- Esas son sus cosas, ¿te las vas a llevar?
- Ella me pidió que las viniera a buscar.- No era capaz de mirarme a los ojos.
- Está bien.- Dije sin más aunque no entendía porque necesitaba tanta ropa.- Oye Niall...
Él se giró cuando le llamé antes de salir por la puerta con sus cosas.
- ¿Tú estás bien?
Niall dejó las cajas en el suelo y me miró sorprendido por mi pregunta.
- Sí, ¿por qué?- Ahora sus ojos azules me miraban impacientes.
- Solo quería preguntar...no sabía que me encontraría a Harry y ahora se me hace un poco raro tenerte a ti y verle a él , pero no veros juntos.
- Las cosas han cambiado mucho desde que nos separamos. Por mi no te preocupes. Yo...bueno yo siempre quise estar en un grupo y no quise dejarlo pero no creo tener futuro como solista, así que ahora me dedico a dar clases de guitarra. Sobre los demás no sé mucho...- Su mirada fue hacia al suelo.
- ¿No has vuelto hablar con ninguno?- Pregunté un poco sorprendida y desilusionada.
- Verás April cuando nos separamos cada uno se fue por su lado. Al principio nos seguíamos llamando y viendo como estábamos. Harry nunca nos cogía el teléfono y no supimos nada de él. Cuando los demás vieron que no pintaban nada en Stafford, decidieron irse de allí. Yo me quedé por Pam. Y ahora cada uno hace su vida.- Su voz estaba llena de melancolía.
- Es una pena...- Mi voz  llena de sinceridad. Le miré a los ojos para que viera que le entendía y que sabía como se sentía.
- Sí. Me gustaría volver a reencontrarnos pero no sé si los demás estarán dispuestos.
- Si no arriesgas, no ganas...- Intenté animarle.
- Tienes razón.- Niall me sonrió.- ¿Podrías hacerme un favor? Si no es mucho pedir...
- Sí.
- Sé que tu y Pam estáis enfadadas y yo no pienso meterme en medio. Pero también sé que ahora te ves con Harry.- Iba a defenderme diciendo que no estaba con él pero por la manera en la que me miraba me demostraba que ni siquiera lo estaba insinuando.- ¿Podrías darle mi nuevo número de teléfono? No sé si querrá hablar conmigo pero si en algún momento quiere que nos veamos, yo no tendría ningún problema.- Niall sacó un bolígrafo y apunto su número de teléfono.
- Claro Niall, se lo daré.- Le sonreí.
- Y April, si necesitas algo, lo que sea, sabes que puedes contar conmigo.
Yo me acerqué a él y le di un abrazo. Niall siempre fue tan buena persona. Es genial poder estar rodeada de personas como él. Siempre alegre, siempre con ganas de vivir y mirando el lado positivo de todo y todos.
Él se fue y yo me tiré sobre la cama sacando el papel que me había entregado hace unos minutos, para poder leerlo.

Querida April:

Ante todo disculparme por ser tan cobarde de no darte esta carta en persona, pero no quería enfrentarme a ti. Imagino que te habrás encontrado a Niall empaquetando mis cosas. He decidido irme a vivir con él, al menos durante un tiempo. No soporto la tensión que hay entre tú y yo. No estoy cómoda viviendo ahí. Me da pena que tenga que irme y que no podamos hacer todas las cosas que habíamos planeado y soñado cuando éramos más pequeñas. Pero creo que las personas cambian y ya no pasamos tanto tiempo juntas como antes, me cuesta llegar a casa y tener ganas de compartir cosas contigo. No sé porque me ocurre eso y no tengo una buena explicación para darte. Pero espero que entre nosotras las cosas puedan estar como estuvieron. Sé que sientes que te fallé como amiga, y entiendo que ahora no quieres saber nada de mí. Entonces para hacerte las cosas más fáciles a ti y también a mi, he decidido marcharme. 
No te preocupes por el dinero porque yo seguiré pagando mi parte aunque no viva ahí ya que es algo que lo hemos hablado durante tanto tiempo que no sería justo que yo me fuera y que te dejará a ti y a Lizzy con toda las deudas. 
Para acabar decirte que aunque ahora no estemos en la mejor etapa de nuestra amistad, yo estaré aquí para todo lo que necesites. Si te sientes mal, necesitas a alguien con quien hablar o desahogarte, yo voy a estar ahí. No quiero que en ningún momento te sientas sola. Así que no dudes en llamarme si te ocurre algo.
P.D: Siento mucho que esté ocurriendo esto justo ahora, cuando se suponía que era nuestro sueño hecho realidad.
                                                             Cuidate, Pam.

Unas cuantas lágrimas me cayeron por el rostro cuando terminé de leer la carta. No fue muy larga, ni muy expresiva. Se basaba principalmente en que ella se  mudaría con  Niall por la tensión que sentía entre nosotras. No me lo esperaba. No me lo esperaba en absoluto. Yo no quería que pasara esto. Y creo que es una decisión un poco exagerada. Sé que yo, estas semanas no le hice caso pero, ¿qué esperaba que hiciera cuando me sentía traicionada por todas las personas que me importaban?.
Lizzy interrumpió mis pensamientos cuando entró por la puerta de la habitación.
- He visto que las cosas de Pam no esaán en el baño.
- Se ha mudado con Niall.- Le informé de la última novedad.
- ¿Con Niall? ¿No van un poco rápido?- Dijo ella con una expresión que no entendí.
- Pam siempre se tomó muy en serio sus relaciones con los chicos. Además me dejó una carta explicándome que se sentía incómoda conmigo aquí.- Le resumí.
- ¡Ay que joderse!- No pude evitar echar una carcajada cuando dijo eso. Lo pronunció tal cual, lo pronunciaría Harry. Se nota que pasan tiempo juntos.- ¿Es ella la que se va, y la que se siente incómoda cuando fue ella quien creó toda esta situación por ocultarte la verdad sobre Harry y tus padres?
- Ya ves..- No quise entrar en esa conversación con Lizzy. No quería darle más vueltas a lo de Pam.
Cambié de tema explicándole que quizás iba a mudarme yo también. A buscar un sitió más barato para vivir. Le conté como estaba la situación con mis padres y que, a no ser que consiguiera un trabajo esta semana, en el que me pagaran lo suficiente, no podría continuar viviendo aquí.
- ¡Dios que asco de situación!
- Dímelo a mi...
- ¿No hay manera de que te quedes?- Preguntó ella con esperanza.
- No creo...ni siquiera reuní el dinero suficiente para comprarme un coche, que también lo necesito. Y ahora tengo que preocuparme por encontrar otro trabajo o, encontrar otro sitio donde vivir.
- Qué injusto me parece todo lo que estás pasando, April.- Ella  me miró con compasión.
- Yo solo te aviso para que intentes encontrar otras compañeras de piso. Me hubiese gustado poder avisarte con más tiempo pero mi padre me dijo esto el fin de semana y tampoco me deja a mi mucho tiempo de margen...
- Espero que te puedas quedar aquí y si no es así, espero que sigamos viéndonos. Ya sabes que yo te molestaré para que vengas a las fiestas de la casa de fraternidad que tanto te gustan.- Sonrío ella a sabiendas de lo que estaba diciendo.- Hablando de fiestas...
- No, no, no. Por favor no me preguntes.- Sabía exactamente lo que Lizzy quería saber.
- ¿Te fuiste con Harry, verdad? - Ella rió.- No lo niegues...desaparecisteis los dos al mismo tiempo. Ryan estuvo buscándote después por toda la casa de Jack.
- Sí me fui con él.- Me sentí culpable por haber dejado totalmente plantado a Ryan. ¿Debería llamarle para disculparme? Ni siquiera tengo su número de teléfono.
- ¡Te dije que le seguías gustando!
- No ha pasado nada...- Mentí
- Sí, ya, seguro.- Río ella entre dientes sabiendo perfectamente que no estaba diciendo la verdad.
Por suerte Lizzy no insistió ni pretendió que le contara lo ocurrido en el apartamento de Harry. Y fue algo que agradecí.

Al día siguiente cuando entré en clase de filmografía, me sorprendió ver a Harry. Creía que no volvería a las clases. El profesor nos pidió que hiciéramos dos redacciones sobre la fe, para entregar al final de la clase. Una debía ser la fe en relación a la película que habíamos visto para esta semana y la otra debía tratar de que significaba para nosotros ese mismo concepto.
El aula estaba prácticamente en silencio mientras cada uno de nosotros, pensaba como comenzar la redacción.
- ¿Has pensado lo que te he dicho? - Susurró Harry mirándome con sus ojos verdes.
Estaba muy guapo hoy. Sus rizos salían a los costados de su gorro azul. Llevaba una camiseta blanca,  americana y pantalones negros. Y sus botas marrones.

- Ya te lo he dicho, Harry. No quiero tu dinero. Gracias por preocuparte, pero no lo quiero.- Intenté concentrarme en comenzar a escribir en mi papel en blanco.
Harry se acercó más a mi y mi pulso se aceleró. Su olor llegó a mi y provocó un hormigueo en mi estómago.
- Entonces ven a vivir conmigo.- Sus palabras graves y su aliento tan cerca de mi piel, que me estremecí.
- ¿Q-qué?
- Ven a vivir conmigo, April.- Miré hacia él y estaba a poco centímetros de mi cara.
- Yo...no, no voy a ir a vivir contigo.- Tenía la boca seca.
- ¿Por qué no?- Harry elevó de más la voz y el profesor le llamó la atención, haciendo que él volviera a una posición normal.
- Porque es un locura.- Susurré
- ¿Y qué? Creí que eramos amigos...
Solté una carcajada.
- ¿Algo que quiera compartir, Señorita Ross? - Dijo el profesor provocó que toda la clase me miraba y prestara atención.
- No, lo siento.- Dije con la voz baja y tímida.
- ¿Y bien?- Harry volvió a susurrar.
- No puedo. No puedo estar en la misma casa que tú, día tras día, como si nada.
- Por favor, April.
- ¿Por qué quieres que vaya a vivir contigo?
- Porque sí.- Me respondió sin querer dar más explicaciones.
- Pues no.- Volví a intentar centrarme en la redacción.
Harry se dejó caer sobre la silla suspirando en alto y  dando golpecitos con su bolígrafo sobre la mesa.
- ¿Por qué te cuesta tanto intentar ser mi amiga? No entiendes que no quiero estar sin ti.- Harry no se dio por vencido.

¿Y por qué él no intentaba ser algo más que mi amigo?

- Pues como amiga te digo, que no va a salir bien.
- ¿Te acuerdas del ataque de asma que me dio?- Él volvió a acercarse a mi para que el resto de la clase no pudiera escucharnos. Yo asentí con la cabeza sin dejar de mirar mi folio.- Si tu duermes conmigo, no me ocurre.
- ¡Venga ya! - Dije en alto, no podía creer que me estuviera chantajeando de esa manera.
- Señorita Ross, si quiere resolver algo con Styles, ambos pueden salir a fuera y aclarar sus asuntos.
- Lo siento.- Volví a decir notando mis mejillas enrojecidas.- Eres un mentiroso, Harry Styles.- Dije susurrando.
- ¡No es mentira!- Se defendió él.
- El otro día dormí contigo y tuviste un ataque.
- Pero eso fue porque no estabas en la cama, porque creí que te habías ido.- Le miré a los ojos y me estaba mirando fijamente, con toda la sinceridad posible.- Al menos quédate hasta que encuentres otro sitio. Yo te ayudaré a buscar otro apartamento y hasta entonces te quedas en el mío. Además yo no vivo sólo.
- ¿A no?- Mis palabras salieron más rápido de lo que quería.
- No.
¿Acaso tenía una novia sobre la cual yo no tenía idea de su existencia?
- Ben vive conmigo. El hombre que te encontraste en el ascensor.- Mis temores desaparecieron cuando se explicó.- Al menos piénsalo. Tienes hasta el viernes.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Capítulo 83.

[NARRA APRIL]


Mis ojos se abrieron lentamente cuando sentí un gran mareo. Notaba como si todo lo que había a mi al rededor girara sin parar. Miré el despertador de la mesilla. Marcaba las seis y unos minutos. Tenía mucho calor. Mi cuerpo estaba atrapado alrededor de los brazos de Harry, que me apretaban con fuerza contra su cuerpo. Su torso y sus brazos estaban muy calientes pero su rostro estaba relajado.
Siempre que bebía la noche anterior, me levantaba muy temprano a la mañana siguiente. Demasiado temprano.
Con mucho cuidado me deshice de los brazos de Harry y busqué mi ropa, esparcida por toda la habitación. Poco a poco fui recogiendo las prendas, intentando hacer el menor ruido posible para no despertarle. Una vez que las tuve todas reunidas en mis manos, salí de la habitación y me dirigí al salón. Encendí una lámpara grande, situada en una de las esquinas. Me puse mi ropa interior y las medias que tanto le habían gustado a Harry la noche anterior. El recuerdo me hizo sonreír y noté un gran calor en mis mejillas. Me levanté del sillón y me puse la falda. Fue entonces cuando una foto en la estantería donde estaba en televisor me llamó la atención. Me levanté para acercarme y poder observarla mejor. Una foto de Harry con su hermana y su madre. Los tres sonrientes, mirando a la cámara. Nadie podía negar que eran familia, sus rasgos eran prácticamente idénticos. Anne se encontraba situada en medio de sus dos hijos, con sus brazos apoyados en los hombros de Gemma y Harry. Supuse que la foto fue sacada hace mucho tiempo. Harry tendría unos 15 o 16 años. Él aún así siempre fue más alto que su madre, pero de aquella aún tenía cara de niño. Cogí el marco de fotos entre mis manos para observarla más de cerca y entonces algo cayó al suelo. Un trozo rectangular de papel.
Me agaché para recogerlo.  Por el material parecía que se trataba de otra foto. En la esquina izquierda había una frase escrita. "No será un hasta nunca".   Pude reconocer la letra de Harry a la perfección. Giré la foto en mis manos y cuando la vi, sentí una angustia en el pecho.
Era una foto mía y de él. Una foto que nos hicieron en fin de año del año pasado. Lo recuerdo perfectamente. Louis le había quitado la cámara de las manos a Eleanor y empezó a hacerse fotos con Harry, hasta que él le pidió que le hiciera una conmigo. Y justo, antes de que Louis le diera al botón, Harry había plantado un beso en mis labios, tomándome totalmente desprevenida. En mi cara se veía la sorpresa de sus labios sobre los míos. Pero también se veía lo feliz que era a su alrededor. En esa sola foto se veía lo mucho que nos queríamos. Los ojos de Harry cerrados y su boca intentando evitar sonreír mientras sus labios presionaban los míos. Con tan solo mirar esa foto, todo lo que sentía por Harry, todo lo que había vivido con él revivió durante unos instantes. Mi pecho subía y bajaba con rapidez y una lágrima recorrió mi mejillas. El simple hecho de que después de tanto tiempo él siguiera pensando en mí, era algo que yo todavía no terminaba de creerme. Y la frase. Su frase. "No será un hasta nunca". Hacía que mi pulso se acelerara. No sabía hace cuanto tiempo tenía esta foto, ni sabía lo que pensaba sobre ella, ni porque había escrito esa frase detrás de la fotografía, ni porque la tenía escondida tras una foto de su hermana y su madre. Pero deseaba que Harry siguiera sintiendo lo mismo por mi y poder estar otra vez con él, como lo estuve en su momento.
Mis pensamientos desaparecieron, volviendo a la realidad cuando escuché fuertes respiración provenientes de la habitación. Con apuro puse el marco de fotos y mi foto en su sitio. Mi corazón seguía latiendo con fuerza y pensar que Harry podría encontrarme hurgando entre sus cosas, lo había acelerado. Pero él no vino al salón. Seguí escuchando una respiración fuerte y con dificultad.
Di unos pasos lentos para llegar a la habitación pero cuando escuché mi nombre salir por los labios de Harry como si estuvieran matándole por dentro, mis pies se movieron lo más rápido que pudieron para llegar cuanto antes a él.
Harry seguía con los ojos cerrados pero su pecho subía y bajaba de una forma tan exagerada que me quedé inmóvil. Su cara estaba roja. Su boca entreabierta mientras intentaba obtener bocanadas de aire grandes. Sus ojos seguían cerrados. Su frente sudaba y la garganta hacía un ruido espantoso. Como si todo el aire que estuviera cogiendo no le llegara a los pulmones.
- A-a-april..- Dijo en sueños.
Harry no podía respirar. No podía respirar. Estaba delante de mi, dormido o inconsciente sin que el aire le bastara para respirar.
- ¡Harry!- Yo moví su brazo desesperada para que se levante.- ¡Harry, Harry! ¡Por favor!
Sus ojos se abrieron de repente mientras inhalaba  aire por la boca. Él seguía sin poder respirar bien. Yo le miré con mis ojos en todo él, queriendo ayudarle pero sin tener ni idea que hacer.
Harry me miró desesperado, con su boca abierta intentando que le entrara más aire. Su mano fue directa al cajón y lo abrió torpemente hasta sacar un inhalador. Se lo llevó a la boca y succionó lo que ese aparato expulsaba. Yo me quedé allí. Con los ojos como platos, mirando como su respiración y su cara volvían a la normalidad. Me senté a su costado y apoyé mi mano sobre la de él. Pero Harry apartó la suya un poco para que no pudiera tocarle, mirando hacia otro lado.
- Hey...- Yo no me di por vencida y acaricié su frente, apartándole el pelo, aún sudoroso.
- Yo...yo creí que te habías ido...- Dijo él aún sin levantar la mirada.

¿Qué? No entendía nada. ¿Le acaba de dar ese ataque por qué creyó que yo me había ido?

- Estoy aquí.- Dije intentando volver a tocar su mano. Esta vez no la apartó.
Notaba que estaba avergonzado por lo que acababa de pasar y por eso no se atrevía a mirarme.
- ¿Desde cuándo eres asmático?
- No soy asmático. A veces...me dan ataques.
- ¿Desde cuándo te pasa esto, Harry? - Sus ojos verdes me miraron.
-- ¿Por qué no estabas en la cama? - Él evadió mi pregunta.
- Estaba muy mareada y necesitaba levantarme... siempre me pasa cuando bebo mucho la noche anterior.
- ¿No pensabas irte, verdad? - Su voz sonó desesperada
- No...¿quieres que me vaya?
- No sé lo que quiero...- Su mano agarró fuerte la mía. Por su manera de decir esas palabras, estaba segura de que ya no estábamos hablando de lo mismo.
Yo le miré expectante. Yo tampoco sabía lo que Harry quería y no estaba segura si quería averiguarlo.
- No quiero jugar contigo...- Acarició mi mano con su pulgar.
- ¿Qué quieres exactamente de mi, Harry? Lo de ayer bueno...- Bajé la mirada notando mis mejillas ardiendo.
- Te arrepientes - Dijo frunciendo el ceño.
- No. No me arrepiento en absoluto. Pero no sé en que situación nos pone eso ahora.
Quería preguntarle si él se arrepentía pero no me atreví. Llevó mi mano a su boca y poso sus labios sobre ella, dejando un beso suave.
- Sé lo que quieres.- Su voz no era muy alta.- Pero yo no estoy preparado para eso, April. No estoy preparado para volver a estar en una relación.

Me sentí utilizada. Como un pañuelo de usar y tirar. Aguanté las lágrimas ya que no quería montar una escena patética delante de él. Pero aparté mi mano de la de él y mi mirada también.

- April... yo...de verdad que lo siento.
- ¿Y por qué te acostaste conmigo ayer?
- Yo...
- No! - Le interrumpí elevando la voz.- Yo contestaré por ti. Te acostaste conmigo porque estabas borracho y porque solo querías echar un polvo rápido.
- ¿Qué? - Harry frunció el ceño y se incorporó un poco de la cama para poder estar a mi altura.- No, April. Llevo queriendo tenerte conmigo desde la vez que te volví a ver- Mi estómago daba vueltas.- ¡Y Dios, ha sido lo mejor que me ha pasado hace meses! - Mis ojos se volvieron a fijar en los suyos. Estaba segura que tenía la mirada llena de esperanza por que así lo sentía en mi cuerpo.- Pero no puedo, no ahora. No tan rápido.
Toda la esperanza que tenía en que me dijera sus sentimientos hacia mí, desaparecieron. Me levanté de la cama, decidida a irme de allí. Pero justo antes de que pusiera un pie fuera, Harry volvió a hablar.


[NARRA HARRY]

- Espera. - Hablé antes de que pudiera irse.- Dame tiempo, April.- Ella se giró sobre su talones para poder mirarme y tantear mi expresión.
- ¿Tiempo para qué? ¿Para que pueda seguir enamorándome de ti o reviva recuerdos de cuando estuvimos juntos?- Sus ojos estaban llorosos. Sabía que estaba haciendo un gran esfuerzo para no largarse a llorar delante de mi
- Ese es el problema.- Me levanté de la cama para poder llegar a ella.- No va a ser lo mismo.- Mantuve mi voz lo más tranquilo que pude.
- ¿Por que no?
- Ya te lo he dicho, April. Yo no soy el mismo que era. No puedes pretender que estemos como estuvimos, eso ya pasó.- Su expresión cayó completamente. Ella me miró desilusionada.- Lo siento.- Fue lo único que fui capaz de decirle.
- No quiero que me digas lo siento. Quiero que al menos lo intentes.
Cuando no obtuvo respuesta, volvió a girarse para marchase.
- Puedo ser tu amigo. Podemos ser amigos.- La cogí del codo para girarla y tenerla de frente
April se rió en mi cara. Una risa llena de ironía. ¿Por qué coño se ríe? No tiene gracia. Hablo en serio. Yo no estoy preparado para estar en una relación pero tampoco estoy preparado para volver a perderla. No después de lo de anoche.
- ¿A qué estás jugando? - Preguntó totalmente sería.
- ¿Qué? - Dije incrédulo.- No estoy jugando a nada. ¿Tengo pinta de estar bromeando?
- Yo no puedo ser tu amiga, Harry.
- ¿Por qué no?
- Porque me gustas, porque aún tengo sentimientos hacia ti. No puedo hacer como si todo lo que siento no existiera.
- Pero no quiero perderte.- Mi voz era un susurró.
April me miró confundida. Tan confundida como yo estaba. La situación era una mierda. Pero no me arrepiento de nada. No me arrepiento de lo de anoche. Joder si por mi fuera quisiera estar así siempre. Que April durmiera todas las noches a mi lado y entre mis brazos pero sé que voy a acabar jodiéndolo todo. Y sin el apoyo de ninguna otra persona que esté de mi parte, es una causa perdida. Ella nunca me va anteponer  a mi, ante sus padres.  No quiero que ella quiera estar conmigo solo para llevarle la contraria a sus padres. Les acabará perdonando. April no tiene idea de lo mucho que cambié. No quiero decepcionarla a ella también.
April se soltó de mi agarre.
- Ya hablaremos, Harry. Ahora no tengo nada claro como para poder responder algo coherente.- Ella volvió a caminar hacia la puerta.
- Llámame.- Le dije y ella dio un asentimiento leve con la cabeza antes de salir por la puerta.

[NARRA APRIL]

Mi cabeza latía por si sola de lo mucho que me dolía mientras esperaba al ascensor. Estaba echa un lío y la resaca no ayudaba a aclararme. Las palabras de Harry sólo me confundieron más.
- ¿Siempre tenemos que encontrarnos así? - Sonrió el hombre con el que me había chocado la última vez que había estado en el apartamento de Harry. - Al menos hoy no estás llorando.- Yo agaché mi cabeza.- Deja que me presente.- Él pasó las bolsas de la compra que tenía en una mano y cargó todas en sola una.- Ben Winston.- Estiró la mano libre para estrechármela.
- April.- Dije sacudiendo su mano una vez.
- Lo sé.- Rió un poco.
Yo le devolví la sonrisa y me metí en el ascensor, dándole al botón planta baja.
- ¡Espero volver a verte pronto!- Elevó Ben su voz para asegurarse que lo escuchaba.
No le respondí. No creo que nos volvamos a ver pronto. O quizás sí. No lo sé. No sé nada ahora mismo de mi vida cuando se trata de Harry Styles.

Ya bastante me dolía la cabeza y todo el cuerpo como para tener ahora una discusión con mi padre. Él estaba sentando en una de las mesas de la cocina-comedor hablando tranquilamente con Pam. Cuando vio mi cara, su rostro cambió por uno serio y enfadado.
- Me ha encantado verte, Pam.- Mi padre se despidió de ella. Una manera educada para decirle que se fuera a su habitación y nos diera privacidad.
Yo fulminé a Pam con la mirada. Al menos podía haberme mandado un mensaje para avisarme lo que me esperaba cuando llegara a casa.
Me senté en frente de él, sabiendo que no tenía escapatoria y que cuanto antes escuchara su "discurso" antes acabaría esto.
- Seré claro y conciso, hija.- Dijo mi padre. Yo le miré sin decir nada, esperando una disculpa o al menos que empezara a hablar.- Cuando acabe el mes no recibirás más dinero de nuestra parte.
- ¿Qué me estás contando? - Dije exaltada. Sin su dinero no podría pagar el apartamento. Y tan solo quedaba una semana para que el mes de octubre acabara.
- Mira April Ross. No soy ningún amigo tuyo para que puedas atreverte tan siquiera a hablarme en ese tono. Tu madre volvió llorando la última vez que salió de aquí. Estuvimos días esperando a que pasaras por casa a disculparte, y no lo hiciste. Así que he decidido tomar medidas.
- ¡Vosotros tenéis que disculparos! ¡Sois vosotros quienes estropeasteis todo!- Me levanté de la mesa.
- Siéntate.- Dijo mi padre firmé y elevando la voz.
No quise empeorar las cosas e hice lo que me pidió.
- No he venido a decirte lo que tienes que hacer. Como bien dices tú "hemos estropeado todo".- Él exageró las palabras que yo acababa de decir hace unos minutos atrás.- Te crees muy adulta para creer que sabes de quienes te rodeas. Ahora vas a saber que es vivir como un adulto. Ya que eres adulta para mantener una relación con quien que te apetezca, lo cual  me parece correcto.- Dijo él como si entendiera la situación y comprendiera lo que sentía hacia Harry.- También eres adulta para todo lo demás. Y eso significa que te ganas tu sueldo para pagarte un techo donde vivir.
Yo le miré con la boca abierta sin poder creer que me estuviera haciendo eso. Sin ninguna palabra más se levantó para irse.
- Sabes aún así, que tu madre y yo, siempre vamos a acogerte en casa.- Y salió cerrando la puerta tras de él.


Muchas suerte a todas las lectoras que estéis con exámenes. ¡Espero que os vaya muy bien!

lunes, 4 de noviembre de 2013

Capítulo 82.

[NARRA APRIL]

Harry condujo con prisa. En menos de cinco minutos estábamos parados en frente de su casa. Él abrió el portal y me colocó una mano al rededor de mi cintura para darme paso. Me guío hasta el ascensor y una vez las puertas de éste se cerraron me sentí atrapada entre sus brazos. El ambiente estaba muy caliente, tanto que hasta me costaba respirar. Harry se colocó detrás de mi con sus manos sobre mi estómago. Mi corazón latía sin parar. Empezó a acariciarme y aunque llevaba la camiseta puesta, me estaba volviendo loca. Con  una de sus manos me puso el pelo delicadamente sobre un solo  hombro, lo cual me provocó que un escalofrío recorriera todo mi cuerpo. Sus suaves labios dejaron un rastro de besos desde mi clavícula hasta mi cuello. Yo dejé caer la cabeza hacía atrás, apoyándola en su torso. Cuando sus dientes atraparon el lóbulo de mi oreja, cerré los ojos e inconscientemente dejé escapar un sonido agudo de mi boca. Noté como se le formaba una sonrisa en sus labios contra mi piel.
La puerta del ascensor al fin se abrió y los dos salimos con apuro hasta la puerta de su apartamento. Con rapidez y agilidad abrió con un giro de muñeca. Cuando entré me noté mucho más nerviosa que antes. Harry no encendió las luces pero me cogió de la muñeca para dirigirme detrás de él hacia su habitación. Allí encendió una de las pequeñas luces del velador del lado izquierdo de la cama. Tiñendo así de un color anaranjado y tenue la habitación.
Sin darme cuenta él ya se había sacado las botas, dejándolas desparramadas a un lado del cuarto. Y sin dejarme respirar más, Harry me acorraló contra la pared y sus labios fueron desesperadamente en busca de los míos. Yo entreabrí la boca dejando que su lengua encontrara la mía. Estaba muy nerviosa, mis manos temblaban levemente cuando las llevé hacia su cuello. Era una sensación muy extraña. Añoraba poder tenerlo así. Necesitaba tenerle así. Pero por otro lado mis nervios estaban yendo en contra mía, provocando que no pudiera estar totalmente relajada. Provocando no saber como debía actuar ni como poder ir a su ritmo. Harry no pareció notarlo cuando sus dedos tiraron de mi camiseta hasta que la quitó por encima de mi cabeza. Él se quedó unos segundos observándome, inconscientemente se mordió el labio inferior y ese simple gesto provocó que necesitara tenerle cerca otra vez.
Con mis manos aun temblorosas agarré su pelo de la nuca y lo atraje a mi. Nuestras bocas volvieron a unirse. Sus besos eran apasionados. Una de sus manos apretó con fuerza mi pecho derecho. Nuestros labios se separaron unos milímetros para poder expresar cada una de las sensaciones que sentíamos entre leves sonidos agudos y graves. Entre respiraciones entrecortadas. Sus manos rápidamente se deslizaron hasta mi espalda y me desabrocharon el sujetador, por segunda vez en menos de media hora en ese día. Mis manos fueron a su camiseta y me deshice de ella pudiendo tener su torso desnudo a mi disposición. No pude observarle porque sus besos no cesaban. Toqué su espalda, apretándola contra mí para tenerle lo más pegado a mi posible. Harry gimió cuando mis uñas recorrieron de arriba a abajo su espalda, haciendo presión contra su piel. Su excitación era evidente debajo de sus pantalones. Ya no podía aguantar más. Le empujé levemente para poder llegar a la cama. Harry sin dejar de besarme entendió´mis intenciones y se sentó al borde mientras yo me sentaba a horcajadas sobre él. Sus manos ahora debajo de mi falda apretando mis nalgas. Comencé a moverme hacia delante y hacia atrás para intentar sentirle por debajo de sus pantalones. Nuestras respiración eran incontroladas.
- Me encantan estas medias...- Susurró él.
Con una sola mano consiguió que me levantara y en un solo movimiento me quitó la falda y las medias. Mi espalda ahora desnuda volvió a golpear la pared fría. Los suaves labios de Harry fueron a mi cuello. No pude evitar cogerle del pelo y mover la cabeza a un lado para darle más accesibilidad. Me di cuenta en que sus manos estaban desesperadamente apuradas en quitarse el pantalón. Dos segundos más tarde él estaba vestido solo con los boxers. No me controlé cuando me fije en su gran bulto. Harry se giró y fue hasta el cajón de la mesilla de noche obteniendo un pequeño paquete plateado.
Sus ojos buscaron los míos por primera vez desde que habíamos llegado a su habitación. Ahí me di cuenta lo que estaba a punto de pasar. Realmente hasta ese momento no lo había pensado. Y cuando mi cabeza comenzó a darle vueltas a todo decidí dejar de pensar y vivir el momento.
Harry estiró una de sus manos en busca de la mía y yo se la di, dejando que tirara de mi para estar frente a él. Su cuerpo era mucho más corpulento ahora. Sus brazos eran más fuertes y su torso estaba mucho más trabajado. Su altura me cubría completamente. Harry volvió a mirarme y entonces sin entender el porque decidió tirar el condón aun en su envoltorio sobre la cama.
Sus manos rodearon mis muñecas y me llevaron hasta la cama. Me sentó sobre la cama y se agachó para estar a mi altura. Volvió a darme un beso echándome hacia atrás para que pudiera recostarme. Cuando se iba a separar de mis labios yo le cogí por el cuello para que no pudiera dejarme. Mis labios le buscaban desesperadamente. Su lengua volvió a estar dentro de mi boca, intercambiando saliva pero sólo durante unos pocos segundos más. Su mano se poso en mi mejilla, acariciándola con su pulgar. Sus ojos pendiente de los míos. Intenté desviar la mirada para evitar que todo fuera tan intenso pero se me hacia imposible.
- Tranquila, ¿si? - Me dijo él con un suave tono de voz.
Yo lo único que pude hacer fue asentir con la cabeza. La mano de Harry fue lentamente, acariciándome hasta mi ropa interior, introduciéndose en ella. Sus ojos estaban fijos en los míos.  Su dedo índice me invadió despacio. Harry comenzó a mover su dedo rápido, adelante y atrás. Y sus labios volvieron a posarse sobre los míos, dejándome, entre tantas sensaciones, sin respiración. Sin darme cuenta mis caderas empezaron a moverse para llegar cuanto antes a su dedo. Fue entonces cuando Harry se levantó de repente retirando así su dedo de mi y bajándose la única prenda de ropa que le quedaba, dejando al descubierto su gran atributo. Sus dientes rasgaron cuidadosamente el envoltorio y se ayudó de las dos manos para colocarse el condón.
Yo tragué cuando él se deshizo de mis bragas, bajándolas lentamente por mis piernas agonizando la espera.  Su cara estaba sobre la mía. Sus ojos verdes intensamente oscuros y su boca entreabierta. Con sus piernas separó las mías.  Sus manos estaban a cada lado de mi cabeza soportando su peso. Harry bajó levemente para darme un beso en los labios. Su miembro envuelto en el condón rozó el mío y entonces él gruñó.
- Necesito...estar...dentro...de ti.- Dijo con una voz muy grave y ronca. Sus ojos buscaron los míos para obtener alguna respuesta. A mi no me salían las palabras.
Y sin poder controlarse más fue hundiéndose en mi interior. Un grave sonido salió de sus labios y yo intenté controlarme. Sus caderas empezaron a moverse lentamente. Adentro. Afuera. Adentro. Afuera. Mis nervios provocaban que no pudiera disfrutar de todo el placer que él podía darme. Y Harry se dio cuenta de ello.
- Soy yo, April. Puedes...confiar... en mi.- Dijo sin mucho aliento.
En su mirada vi que sus palabras eran ciertas. Que no me estaba mintiendo sólo para poder acostarse conmigo y yo realmente quería y necesitaba sentirle totalmente en mi interior. Mi cadera se elevó hacia arriba, obteniendo un gran gemido de Harry. Sus ojos se cerraron durante unos instantes y su boca se abrió. Volví a hacer lo mismo. Me encantaba tenerle así. Sólo para mí.  Sus caderas se movieron con mucha más rapidez y fuerza...
- ¿T-te...gusta...? - Su respiración le traicionaba en la forma de hablar y a mi me provocaba querer más.
Por un instante paró de moverse.
- Respóndeme.
- Sí.- Pude hablar yo con la voz temblorosa y más aguda de lo normal.
Sus caderas continuaron su movimiento mientras yo  comencé a perder el control sobre mi misma. Ya no podía evitar no hacer ruido. Mi boca se abrió.
- Sí..déjame.. oírte.- Me pidió Harry con sus ojos fijos en los míos y su frente llena de sudor.- Quiero...oírte.
Su cadera me embistió muy fuerte provocando que un gran gemido saliera de mis labios. Harry repitió el mismo movimiento. Mi boca estaba seca, mi pecho subía y bajaba de forma incontralada y yo aún necesitaba más. Le agarré de su pelo y tiré de él hacia abajo para besarle. Nuestras bocas se unían mientras le sentía más profundo.  Tiré de su pelo sin cesar, muy fuerte, intentando controlar mis acciones pero todo era inútil. Los gemidos gruesos de Harry en mi oído me podían. No era capaz ya casi de respirar ni de moverme. Él estaba haciendo todos los movimientos mientras yo escuchaba sus  sonidos excitados que se expandían por la habitación.
- Ven...a...mi... April...
Y yo dejé de luchar por tener el control. Le entregué todo mi cuerpo, sintiendo como su miembro duro llegaba hasta mi punto. Grité su nombre mientras tiraba de su pelo. Mientras veía su sudor caer y su pelo mojado. Mientras veía como trabajaban los músculos de su brazo para mantener todo su peso.
- AAAAAPRIIL.- Su boca se abrió mientras sus dientes hacían fuerza y Harry se unía a mi gemido indicándome que había llegado al clímax.
Dejó caer todo su peso sobre mí. Nos quedamos en esa posición hasta que nuestras respiración volvieron a la normalidad. Mi corazón seguía latiendo con fuerza cuando Harry me miró y me plantó un suave y dulce beso en mis labios. Salió de mi y se quitó el condón tirándolo en una pequeña papelera de color negro. ¿Y ahora qué? Esa era la pregunta que más miedo me daba obtener respuesta. Me levanté de la cama sin decir nada. Seguía notando mis mejillas ardiendo y tener a Harry completamente desnudo no ayudaba en absoluto. Él me miró y me sonrió. Mi pulso iba en aumento una vez más. Abrió la cama y se metió dentro de ella. Me miró, con una mano apoyada detrás de su cabeza y al fin decidió hablar.
- ¿Vas a dormir de pie?
- ¿Qué? - Yo había estado demasiado concentrada en su bonita sonrisa y en el recuerdo de lo que acabábamos de hacer como para poder reaccionar.
- Ven aquí...- Dijo Harry más serio, apartando las sábanas del lado contrario de su cama.
Yo un poco dudosa fui y me acosté a su lado. No era capaz de mirarle. De hecho me daba un poco de miedo tener que enfrentarme a él después del maravilloso momento que acabábamos de tener. Sabía que sus ojos estaban fijos en mi. Podía notarlo.
- ¿Acabamos de tener sexo y ahora no vas a hablarme? - Preguntó él con un tono gracioso en su voz.
Yo le miré sin decir nada aún. No sé en que estado de ánimo se encuentra Harry como para poder decir lo que hay en mi mente ahora. Por su ceñó fruncido parecía que acabara de leer mi mente. Me sorprendió cuando acortó toda la distancia y me abrazo contra él. Con mi cara escondida en su pecho me atreví a pasarle mi mano libre al rededor de su cintura. Harry me apretó aún más contra él y me besó el pelo, inspirando fuerte.
- Echaba de menos esto.- Cortó el silencio con un susurro.
Su cuerpo se apartó un poco de mi pero sus brazo seguía sobre mi cintura. Mi cabeza estaba apoyada en su brazo izquierdo que estaba estirado. Mi mirada fue directa a sus mano derecha que buscó la mía y la entrelazó. No pude evitar sonreír ante tal gesto.
- Todo esto.- Continuó apretando un poco mi mano como si así pudiera sentirla más.- A tí. Y el simple hecho de que seas mía. - Su mirada se clavó en la mía. Unos intensos ojos verdes estaban quitándome la respiración.
Me acerqué a Harry y le di un beso en sus labios. Él sonrió cuando me separé y me dejó otro beso sobre mi frente.
- Yo también lo echaba de menos. Te eché de menos a ti, Harry. - Yo cerré los ojos sin querer seguir hablando. Agotada por la actividad física. Y creyendo que podría vivir entre sus brazos y en esta cama durante mucho más tiempo.
- Ahora duerme, bebé.- Dijo Harry acariciándome el pelo.



Estoy muy interesada en saber cuantas de vosotras habéis escuchado y visto el video de Story Of My Life y saber vuestras opiniones. A mi me ha encantado. Me parece muy emotivo y de hecho he llorado más de una vez por verlo. Me trae recuerdos de mi familia que la tengo lejos. ¿Qué pensáis vosotras? :)