miércoles, 28 de marzo de 2012

Capítulo 2.

- Hola Katherine, soy Pam. ¿Está April por ahí?
- Sí, ahora le digo que venga a buscar el teléfono, un beso Pam!- Desde abajo escuché como mi madre me llamaba para que atendiera. Era Pam.
- Hooooola! - Respondió ella feliz
- ¿A qué se debe tu felicidad cuando mañana es lunes? - Pregunté desanimada.
- Pues se debe a que queda solo una semana de clase para las vacaciones ya sabes que este año las empezamos antes porque nosotras no vamos a la excursión de fin de curso y porque dentro de una semana y dos días es TU CUMPLE! - Exageró las dos ultimas palabras dándoles una expresión más efusiva.
- Sí, mi cumpleaños en el cual me quedaré en casa ya que no conseguiré entradas... - Dije negativa.
- Deberías confiar más en ti o mejor dicho en mí - Contestó entre risitas.
- Eh? - Dije confundida.
- Nada,nada. ¿Mañana te paso a recoger como siempre para ir al instituto si? - Dijo con el tono de voz un poco misterioso.
- Sí, a las 7.30 en la puerta de mi casa y acuérdate de no tocar el timbre, me pone de los nervios. - Le recordé.
- Pues hasta mañana! - Colgó ella.
Puse el CD de One Direction en mi habitación y me eché en la cama a repasar los temas de literatura ya que el martes tendríamos el último examen antes de las vacaciones.
- APRIL, JANE A CENAR! - Gritó mi padre desde la cocina.
Jane Ross, mi hermana de 20 años, estudia en la universidad de Oxford pero suele venir los fines de semana. La verdad es que nunca nos llevamos muy bien, va por temporadas, a veces nos odiamos y otras nos unimos contra nuestros padres, típico. Aún así desde que no vive con nosotros nos llevamos mejor y mi relación con mis padres mejoró.
Cuando llegamos a la mesa Jane preguntó:
- A (así me llaman en casa y Pam cariñosamente) al final conseguiste las entradas?
- No - Dije sin darle importancia a su pregunta.
- No te entiendo, pudiendo ir a Italia de excursión con tus amigos del instituto, ¿prefieres quedarte aquí para ver a ese grupo de música sin entrada alguna?. - Dijo ella con afán de enfadarme.
- Sí, eso prefiero, y además eso no te incumbe, conseguiré mi entrada, ya lo verás- Le dije poco más que gritando.
- Tranquila, te vendré a visitar cuando todos estén en Italia y tu aquí encerrada en casa. - Dijo riéndose
- SERÁS ... - Comencé a gritar hasta que mi padre interrumpió para que dejáramos de pelear y para que no dijera ninguna grosería en la mesa. 
- ¿Qué tal llevas el examen del martes, cariño? - Me preguntó mi madre para relajar el ambiente
- Bueno bastante bien, es un poco difícil pero bueno, soy estudiante, es mi deber estudiar. - Dije con cara de niña buena ya que eso era lo que ella quería oír , que su hija cumpliera con sus obligaciones.


PI PI PI - PI PI PI
6.30 marcaba el despertador del lunes por la mañana.

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