martes, 29 de octubre de 2013

Capítulo 80.

[NARRA APRIL]

Después de dos horas de trabajo y recién salida de la ducha, ya estaba preparada para ir a la fiesta de Jack. Había quedado con Lizzy que me encontraría con ella en la misma casa y por tanto me pasó la dirección por mensaje.
Tengo que conseguir un coche de una vez.
Diez minutos antes de que el taxi llegara, Lizzy me mandó un mensaje para asegurarse de que yo no me echaría para atrás y que iría a la fiesta.

"Ya estoy de camino, tranquila. xx"

Aunque me había pensado mucho el hecho de ir o no a la fiesta, había decidido prepararme y aparecer por allí. Quizás no era la mejor idea que se me ocurría pero era mejor que quedarme en casa sola. Además Harry había llamado a Lizzy para decirle que no iría y eso me terminó de convencer para que yo si fuera. Me vendría bien distraerme y no pensar. Sólo bailar, beber, y pasar un buen rato.
El barrio donde vivía Jack estaba lleno de grandes casas. Era un barrio silencioso excepto por la música y los gritos de adolescentes que salían de una gran mansión. El taxista paró justo en frente de ésta.
Cogí el móvil y llamé a Lizzy para saber donde estaba pero su teléfono me dio apagado. La puerta de la gran casa estaba abierta. De allí entraban y salían chicos y chicas todo el tiempo. Entré e intenté buscar a alguien conocido pero con la cantidad de gente que había me iba a resultar bastante difícil.
Después de media hora en busca de caras conocidas y sin éxito alguno, decidí ir a la cocina y servirme algo para beber. Sobre una gran mesa había bebida de todo tipo.
- Deberías coger vodka con lima. - Me sugirió una voz masculina detrás de mi.
- No me gusta la lima.- Me giré para ver la cara de la persona con la que estaba hablando.
- No sabría que vendrías.- Me sonrió Ryan.
Decidí coger una botella que era roja, en la etiqueta ponía "Strawberry". En cuanto una gota cayó en mi vaso, el vodka se tiño de rosa oscuro. Añadí un par de hielos y lo probé. Sabía muy bien. Ni muy dulce, ni muy amargo y el deje a fresa era delicioso.
- En realidad Lizzy me ha invitado, espero que a Jack no le parezca mal.
- ¡Que va! Cuantos más, mejor. Además Jack te conoce y te aseguro que aquí hay gente que no ha visto en su vida.- Rió él.- Ven, vamos con el resto.- Ryan pasó una de sus manos por detrás de mi espalda para guiarme entre la multitud.
Llegamos a un salón espacioso y bien decorado. Por las paredes había cuadros y pinturas aparentemente caras, y en el suelo alfombras. Por lo que pude comprobar mientras caminaba, el foco de la fiesta estaba en el comedor y en el jardín, que era a donde nos dirigíamos ahora.
El exterior estaba abarrotado de personas. La piscina enorme que cubría gran parte del jardín estaba llena por aquellos valientes o mejor dicho, borrachos, que se atrevían a meterse en el agua en un día de invierno como hoy. Yo con mi falda y mis medias de encaje ya estaba pasando un poco de frío, no quiero imaginar ellos.
Ryan frenó junto a grupo de gente, reconocí a Matt y a Jack. Ambos me saludaron aunque no se molestaron en levantarse de sus asientos. Me sorprendió que Jack hiciera como si nada. Se supone que es su casa y que él es el anfitrión. Pero se veía demasiado distraído por una morena que estaba sobre su regazo comiéndole el cuello. También estaba Mery, la cual ni se dignó a mirarme porque estaba ligando con uno. Allí había un grupo de chicas que nunca antes había visto, ni siquiera en la universidad. Estoy segura de que son uno o dos años más mayores que yo. Las cuatro chicas eran altas y estilizadas. Llevaban todas un vestido negro, excepto la rubia que lo llevaba rojo. Dos de ellas llevaban el pelo recogido y las otras dos tenían el pelo suelto y bien peinado.
Al fin reconocí a Lizzy que se acercaba a mi con una sonrisa en sus labios.
- ¡Has venido!- Dijo abrazándome.- ¿Qué bebes?- Preguntó quitándome el vaso de la mano y probando mi bebida.
- Es vodka con no sé que de fresa.
- Mmmm....¡está muy bueno!. ¡Vamos acompáñame a prepararme una como la tuya!- Dijo tirando de mi brazo sin que pudiera negarme a acompañarla.
Volvimos a sumergirnos entre las personas hasta llegar hasta el comedor.
- Llevo toda la noche bebiendo whisky y no me gusta nada. - Rió ella.
Fuimos de vuelta a la parte trasera de la casa de Jack. Poco a poco nos acercábamos donde todos nuestros "conocidos" se encontraban.
- Mierda April.- Dijo Lizzy poniéndose delante mía para taparme la visión.- De verdad que no sabía que él iba a venir. Me llamó para decirme que no vendría, en serio.
- ¿Qué? ¿De qué hablas Lizzy? - Me reí ligeramente ante su repentino nerviosismo.
- Mira por detrás de mi. A mi izquierda.- Me indicó ella sin sacarme los ojos de encima.
Pude ver entonces a un chico alto, vestido todo de negro, con tan sólo una camiseta de manga corta en esta noche fría de mediados de octubre. Y sin nada que cubriera su pelo hacia arriba. Harry.
- Podemos irnos si quieres.- Se ofreció ella y yo le sonreí.- O puedes tontear con otro y ponerle celoso.- Me dio un pequeño codazo.
- No haremos ni una cosa, ni la otra. Vamos a divertirnos, ¿vale?
- Está bien pero si te sientes incómoda o algo, dímelo.- Dijo Lizzy retomando nuestro camino hacia todos ellos.
Yo intenté no mirarle mientras seguía andando hacia delante, pero la tentación era demasiado. Mis ojos fueron directos a Harry. Él estaba llevando el vaso hacia su boca para dar un trago a la bebida. Ni siquiera le había visto pasar por el comedor, ni me lo crucé. Los ojos de Harry encontraron los míos durante un largo minuto hasta que me obligué a mirar hacia otro lado.
- Creí que os habríais perdido.- Bromeó Ryan por nuestra tardanza.
Harry no saludó.
La música inundó el jardín de repente.
- Ahora si que es una fiesta.- Sonrió Matt sacando a bailar a una de las cuatro chicas que había visto al principio de la noche, y que ahora estaban al lado de Harry.
- ¿Tú no bailas? - Le preguntó una de la morenas a Harry con una sonrisita en los labios.
- No.- Contestó el borde, dándole otro sorbo a su bebida.
Nuestros ojos volvieron a encontrarse y volví a apartarlos de repente pero con mi oído pendiente a su conversación.
- Es de mala educación negarse a salir a bailar cuando una chica te lo insinúa.- Dijo la misma chica.
- ¿Desde cuando es de mala educación? - Preguntó Harry dejando a la morena sin respuesta.
- April, ¿me has oído?- Preguntó Ryan pasando una de sus manos delante de mi cara para que reaccionara.
- No, perdón. ¿Qué has dicho?
- Si quieres ir ahí.- Dijo él señalando a un montón de gente acumulada en un lado del jardín intercambiando movimientos al son de la música.
- ¡Oh, no, no!- Reí.- Para que pueda bailar sin vergüenza debo tomar dos o tres más de estás.- Respondí haciendo gesto a mi bebida.
- ¿Qué te parece entonces si te traigo otra de esas? ¿Vodka con no se qué de fresa, cierto?- Sonrió el al recordar mi explicación a Lizzy sobre lo que estaba bebiendo.
- Exacto.- Reí yo.
Ryan desapareció entré la multitud llevándose mi vaso vacío. Había sido mala idea quedarme allí sola con las tres chicas y Harry. Tendría que haber ido con Ryan. Eché un vistazo rápido buscando a Lizzy pero ella había desaparecido sin decir nada. Agarré mis manos nerviosa y empecé a jugar con mis dedos.
- Soy Taylor, ellas son Teresa y Tara.- Dijo la rubia alta presentándose.- Y él es Harry.
Evité echar una carcajada en su intentó de presentarme a Harry. Él no dijo nada.
- April.- Dije sin más.
- Es la primera vez que te veo por aquí...
- Es la primera vez que estoy aquí.- Dije para quitarle sus dudas.
Sentí la mirada de Harry sobre mi hasta que unas personas al fondo llamaron su nombre y él se giró para ver quien le reclamaba. Unos chicos mucho más fuertes que él se acercaron. Harry acortó el paso para llegar antes que ellos y les dirigió hacia la otra parte del jardín para que nosotras no pudiéramos oír la conversación que iban a tener.
- ¡ Es tan guapo!- Dijo la morena que había intentado sacarle a bailar. Teresa creo que era.
- Has quedado fatal cuando te rechazó.- Rió Tara.
- Al menos yo le he hablado, no como tú.- Respondió la otra en su defensa.
- ¡Callaros ya! Parecéis patéticas.- Dijo la rubia.- Harry no se acostará con ninguna de las dos.
Miré hacia las tres un poco sorprendida por la conversación que estaban teniendo.
- Prefiere a las rubias.-
No pude evitar que se me escapará una carcajada ante el comentario ridículo de Taylor. ¿Las rubias?¿En serio?.
- ¿Qué pasa?- Preguntó Teresa mirando hacia mi.
- Nada, nada.- Dije yo sin querer entrar en una conversación que tuviera que ver con Harry.
- ¡Tienes que decirme como has hecho para tirártelo! - Dijo ésta misma a Taylor.
Mi corazón empezó a latir con fuerza ante sus palabras pero por suerte Ryan ya estaba de vuelta con dos bebidas en su mano para salvarme de seguir oyendo esa conversación. Me giré para mirar a Harry, él estaba en una conversación seria con los dos chicos que le habían llamado. Sus labios eran una fina linea y su expresión imposible de adivinar.
- ¿Bailas ahora?- Me sonrió Ryan, ofreciéndome uno de los vasos.
Yo asentí. Todo sería mejor que participar en esa conversación. Justo cuando estaba a punto de girarme acompañada de Ryan, Harry volvió a aparecer.
- ¿A donde vais? - Nos preguntó con sus ojos fijos en los míos.
- A bailar.- Le respondió Ryan.
- ¿Podemos hablar un momento? - Me pidió Harry.
Yo bebí la copa del tirón.
- No. Ahora no. Voy a bailar.- Dije tirando de Ryan.
No estaba intentando ponerle celoso. Lo que no quería es tener una conversación con él. No quería que me amargara la noche y además no creo que merezca que le hable después de como me trató la última vez que estuvimos juntos.
Volví a la realidad cuando Ryan puso su mano en mi cintura. Realmente quería bailar y disfrutar de la fiesta. Las dos bebidas que había tomado ya estaba surgiendo efecto en mi y le permití a Ryan acortar un poco la distancia entre ambos para bailar. Cerré los ojos, mientras mi cuerpo se movía. Sentí las manos de Ryan sobre mi espalda y pensé en como sería si fueran las manos de Harry. Sus largos dedos acariciándome.
El recuerdo de los dedos de Harry en mi interior y de las sensaciones que provocaron dentro de mi se apoderó de mi mente. Su piel contra la mía. Sus labios suaves y sus besos. Todos esos recuerdos volvieron como si lo estuviera viviendo en ese mismo momento, revolviéndome el estómago y acelerándome el corazón. Me costó volver a abrir los ojos para recordar en donde me encontraba. La cabellera rubia de Ryan estaba frente a mi y sus ojos fijos en mis movimientos.
- Lo siento.- Dije apartándome de él y saliendo de allí.
No me sentía cómoda estando con él y pensando en Harry. Fui en busca de otra copa mientras pasaba por delante de Las Super "T". Así había decidido llamar al grupo de tres chicas, ya que todos sus nombres empezaban por T y porque cada una parecía una copia de la anterior, excepto por Taylor, claro. Ella era la única entre las tres que llamaba la atención, no sólo por su melena rubia y su vestido rojo, sino también por su belleza. Ella muy guapa. Y encima se había acostado con Harry. Puta.
No pude evitar oír la conversación que estaban teniendo cuando pasé por su lado.
- ¡No os besará a ninguna de las dos!
- No creo que solo haya estado con rubias.- Habló Tara.- ¡Venga Teresa, ve y bésale!
Ahora toda mi atención estaba puesta en ella. Encontré otra copa con la bebida que yo estaba tomando y rellene el vaso ya vacío, que acababa de ir a buscar minutos atrás.
- No... Taylor tiene razón. No creo que su tipo de chica sean las morenas.
Me eché a reír. ¿Quién se creía que era esa Taylor para saber que tipo de chica le gustaba a Harry? Mi pelo era castaño y he salido con él.
- ¿Y tú qué sabes como es tu tipo de chica? - Ya era tarde para echarme atrás cuando hablé.
- ¿Lo sabes tú? - Preguntó la morena más bajita. Tara.
- Sé que no sólo le gustan las rubias y que vosotras no hacéis nada mientras le miráis desde aquí. Parecéis desesperadas.- Mi boca hablaba más rápido de lo que mi cabeza podía llegar a  procesar.
- ¿Por qué no vas tú, entonces? - Me miró Taylor.
- ¿Perdón? - Dije aún con alguna risita.
- Ve junto a él y bésale.
- ¡No voy a hacer eso!
- ¿Por qué no? Apuesto a que no te atreves a ir junto a él y besarle.- Dijo la rubia levantando sus cejas.
- Sí me atrevo, lo que pasa es que no me hace falta demostrar nada delante de vosotras.
- ¡Venga ya! Excusas.
- Déjala Taylor, no lo hará. - Habló Tara.
Decidida fui junto al grupo de chicos donde estaba él. Sin pensarlo le agarré de la muñeca y lo atraje hacia mi para plantarle un beso en sus labios. Al principio dudo pero mi mano en su nuca impedía que pudiera alejarse. Al fin se relajó, poniendo sus manos en mi cintura, pegando su cuerpo con el mío y haciendo más profundo el beso. Su boca sabía a whisky con un deje a menta. Su lengua jugó con la mía un par de segundo hasta que apartó sus labios de los míos.
- Creí que estabas enfadada conmigo.- Habló él sin quitarme las manos de la cintura.
- ¿Por qué?
- Por como te traté.
¿Cómo pude haberme olvidado por un instante la forma en la que me habló en su apartamento?
- Estoy enfadada.- Dije recordando todo mucho mejor.- Muy enfadada.- Me giré para irme.
- Espera.- Harry me cogió por la muñeca para volver a tenerme de frente.- Por eso he venido...- Su teléfono nos interrumpió. Harry miró la pantalla.- Mierda, tengo que responder.- Dijo apartándose de mi y respondiendo a su teléfono.
Le dejé allí hablando y pasé de largo delante de Las Super "T". Todas ellas, incluida la rubia con la boca semiabierta.
- ¡April!- Ryan volvió junto mía.- ¡Te estuve buscando!
Yo le sonreí y fui junto a él.
- ¿Te viste los labios? - Me preguntó él medio sonriente.
- ¡No! ¿Que le pasa a mis labios?



No hay comentarios:

Publicar un comentario