Me desperté a la mañana siguiente, no podía creer que hubiese dormido tantas horas seguidas de un tirón. Pensé en ir al Bungalow de los chicos, a desayunar con ellos así que, llamé a Pam.
- Hola señor Evans, soy April, ¿ podría ponerse Pam al teléfono?
- Pues ahora mismo está dormida, lo siento. ¿Quieres que le diga que te llame cuando se despierte?- Me preguntó su padre.
- Sí por favor, si es posible al móvil que seguramente no esté en casa.
Me daba vergüenza ir sola ya que desde que les conocimos siempre estuve acompañada de Pam. Le mandé un mensaje a Harry, era el único teléfono que tenía, quería comprobar si ellos ya se habían levantado.
" Soy April, ¿os importa que me pase ahora por ahí para desayunar con vosotros?"
Habían pasado diez minutos y no me había respondido, seguro que aún estaban dormidos. Abrí el agua de la ducha cuando oí que el móvil vibró sobre la mesilla de noche. Mensaje nuevo:
" Claro, ven."
Me duché y fui a mi armario a ver que podía ponerme. Elegí un vestido de color claro, un cinturón fino y granate en la cintura que provocaba que el vestido se subiera un poco, una zapatos negros y una chaqueta vaquera. En la nevera le dejé a mi madre un nota:
"MAMÁ, FUI A DESAYUNAR CON LOS CHICOS, LLEVO EL MÓVIL ASÍ QUE CUALQUIER COSA LLÁMAME, TE QUIERO, APRIL."
Fui en mi coche, un minicooper rojo, hasta su bungalow. No me costó mucho encontrarlo, me conozco bien Stafford. Había una valla que recorría toda la propiedad, un gran espacio de cesped y muchos árboles.
Insegura, toqué la puerta dando tres golpecitos con mis nudillos.
- Harry tu novia está aquí!.- Le dijo Louis al abrirme la puerta.
- No soy su novia.
- Pero podrías serlo. - Dijo Harry con una sonrisa.
Por dentro, el bungalow, era precioso, muy acojedor. Me encontraba en el salón, las paredes eran como de madera y el suelo también. Había un sillón y dos sofás de mimbre , una alfombra blanca de éstas que te dan ganas de descalzarte para pisarla. En una esquina había una mesita con un jarrón de flores en ella y el control remoto de la televisión.
- Siéntate si quieres. - Me dijo Eleanor apartándose para dejarme sitio.
- Gracias.- Le sonreí acomodándome a su lado.
Louis estaba en la cocina preparando el desayuno para todos. Niall y Zayn durmiendo y Liam con Danielle en su habitación. Harry vino y se sentó en el posa brazos del sillón donde me encontraba.
-¿ Quieres que te enseñe todo esto?- Me dijo al oído.
- Me encantaría. - Respondí levantándome.
No pudimos pasar a las habitaciones ya que estaban ocupadas pero me enseñó los dos baños y su cuarto. Luego me llevó hacia una puerta blanca, la abrió y anduvimos por un camino de piedras hasta que dimos con la piscina. Desde esa parte podías llegar al comedor si bajabas unas escaleras y entrabas por una puerta corrediza. Entramos por ahí y me condujo a otra puerta que daba a otra parte del jardín donde había unas cuantas sillas y una especie de mesa en la cual podían hacer una pequeña hoguera.
- ¿Y bien?¿ Te gusta?- Me preguntó Harry sentándose en una de las sillas de ahí.
- Es increíble, de verdad. - Respondí sentándome en otra.
- Escúchame April, realmente me gustaría tener algo más contigo. - Dijo él mirando para abajo.
- A DESAYUNAR! - Gritó Louis desde la cocina.
Me levanté para ir junto todos y vi que Harry se quedó ahí, sentado, mirando a otro lado.
- Y a mí.- Le contesté.
Se levantó de repente, se acerco a mí, entrelazó mis manos con las suyas. Otra vez, esa sensación de que el corazón se me va a salir del pecho. Su mirada clavada en la mía. Esos ojos verdes que me podían. Esa sonrisa que en ese momento era solo para mí. Un beso, largo, dulce, cariñoso, perfecto.
- No sabes lo feliz que me acabas de hacer.- Me dijo al separarse, cogiéndome de la mano para entrar dentro.
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